2010/06/09

Mensajes contrarios

por Lex Column

El tópico dice que los mercados se rigen por la codicia y el miedo. Lo que no se menciona tanto es la distinta tolerancia que disfrutan ambas. El precio de la vivienda, se dice, puede triplicarse con los años sin apenas provocar un murmullo.

Pero en el preciso instante en que caen, aunque sólo sea una décima parte, los inversores chillan como niñas pequeñas. Entonces, ¿los últimos movimientos de los mercados son una reacción exagerada o una respuesta sensata a un verdadero cambio?

Desde los mínimos del año pasado, la renta variable global repuntó una media del 70%. Muchos índices duplicaron su valor. Ahora, desde comienzos de abril, pierden entre un 8% y un 15%. Difícilmente pueda considerarse una catástrofe. Al menos a corto plazo, las empresas parecen disfrutar de un saludable estado. Los beneficios en EEUU, por ejemplo, crecieron un tercio interanual en el primer trimestre. Es probable que los tipos de interés, a los que las valoraciones son especialmente sensibles cuando están deprimidos, se mantengan en valores bajos durante algún tiempo.

¿Puede tratarse de un berrinche? Tal vez no. El hecho de que el precio del petróleo caiga también un 20%, y que la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años lo haga en 60 puntos básicos, sugiere que los inversores están realmente preocupados por los fundamentos. Pero sobre este respecto, las evidencias son desiguales. Pese al drama de Grecia, existen otros indicios de que la economía de la eurozona se está recuperando. Los datos, conocidos el lunes, de los pedidos industriales en Alemania en el mes de abril, por ejemplo, fueron muy sólidos. El viernes, las cifras del empleo en EEUU asustaron a los mercados, pero a principios de esa semana, los datos sobre la productividad habían mostrado el sexto mayor cambio en el cuarto trimestre desde que comenzara a realizarse el estudio.

Además, un creciente número de países desarrollados siente la suficiente confianza como para comenzar a normalizar de nuevo los tipos de interés. Economías emergentes como China y Brasil siguen avanzando viento en popa. El gran problema es que los argumentos a favor de la recuperación pueden contrarrestarse con los extraordinarios estímulos necesarios para alcanzarla. La realidad, hoy en día, es difícil de precisar.

The Financial Times Limited 2010. All Rights Reserved.