2011/01/06

Banqueros e inversionistas, con la mirada fija en la creciente pila de dinero corporativo

Por Mike Foster, William Hutchings y Liam Vaughan

Las condiciones están listas este año para una pugna entre accionistas y banqueros de inversión sobre cuál es la mejor forma de utilizar los más de US$2 billones (millones de millones) que tienen las compañías europeas y estadounidenses en sus balances.

Los banqueros alegan que ahora es el momento del ciclo económico para buscar oportunidades. Los accionistas dicen que, aunque algunas fusiones y adquisiciones pueden estar justificadas, no debería haber una ola de gastos y la mayor parte del efectivo debería pagarse en forma de dividendos.

"La economía estaría mucho mejor y los inversionistas serían mucho más ricos, si las juntas directivas de las empresas y los presidentes ejecutivos asignaran capital para beneficio de sus propietarios… en lugar de acumularlo en los balances a una tasa cero de retorno", escribió Bill Miller, presidente del directorio y director financiero de Legg Mason Capital Management, en una nota que publicó en noviembre. "El efectivo en el balance general no ofrece ninguna rentabilidad, sin embargo es capital y tiene un costo, un costo muy alto actualmente, en comparación con el costo de la deuda", sostuvo.

Las compañías han estado conservando efectivo durante los dos años de la crisis financiera en medio de los temores a la posibilidad de colapsos bancarios y a que se sequen los mercados de capital. Las encuestas sugieren que el número de presidentes ejecutivos que quieren firmar acuerdos ha aumentado este año, pero a la mayoría de los banqueros todavía les falta confianza.

"Existe una aceptación de que, a pesar del entorno difícil, uno no se puede quedar quieto", dice Thierry d'Argent, jefe global de fusiones y adquisiciones en Societé Générale Corporate and Investment Banking. "Hay que optimizar la forma de desplegar su capital. Los mercados han premiado a quienes han realizado adqusiciones porque las fusiones y compras dan una oportunidad de incrementar las ganancias por acción en un mercado difícil".

Pero Charles Richardson, presidente ejecutivo de la administradora de fondos británica Veritas Asset Management, dijo: "Cuando las compañías están fuertes, deberían compartir los beneficios con sus accionistas por la vía de los dividendos; no deberían forzar las adquisiciones y fusiones, aunque algún negocio acertado puede tener sentido".

Bruce Stout, miembro del equipo global de renta variable de Aberdeen Asset Management, considera que las compañías se han fortalecido suficientemente y que llegó el tiempo de que los acccionistas se beneficien. "Dado el pobre nivel de éxito de las adquisiciones corporativas, preferiríamos que las empresas devolviesen el exceso de efectivo a los accionistas", dijo.

En Europa, el efectivo representa el 12% del total de activos de los balances corporativos y está casi un tercio por encima del nivel adquirido en cualquier momento del último ciclo económico, de acuerdo con UBS. En Estados Unidos, la relación entre la deuda y los fondos propios es la más baja en medio siglo.

Las compañías europeas tienen el equivalente a US$354.000 millones en efectivo. En EE.UU. las empresas tienen US$1,9 billones, de acuerdo a AllianceBernstein.

La cifra combinada de US$2,3 billones en los balances corporativos permitiría comprar casi el doble de todas las fusiones y adquisiciones valoradas en US$1,3 billones realizadas en Europa y EE.UU. en 2009.

Este efectivo también financiaría los dividendos pagados por las 100 compañías que integran el índice FTSE de la bolsa londinense en 2008 durante más de 23 años.

Fuente: WSJ