2011/01/04

Tras un 2010 con altibajos, ¿qué le depara el 2011 al mercado de divisas?

Por Tom Lauricella

El dólar consiguió una decisión dividida en contra de sus dos mayores rivales en 2010: la crisis europea vapuleó al euro, pero el yen ganó terreno pese a los problemas fiscales y económicos de Japón.

Ahora que los corredores dan inicio a sus labores en 2011, hay dos preguntas rondando. La primera es si los gobiernos europeos lograrán poner fin a la serie de crisis que comenzaron en Grecia, arrollaron a Irlanda y ahora amenazan a España y Portugal.

La segunda es si la economía estadounidense finalmente ganará tracción con la ayuda de los estímulos monetarios y fiscales. La Reserva Federal está inyectando dinero a la economía a través de sus bajas tasas de interés y la segunda ronda del llamado alivio cuantitativo. Además, un inesperado aluvión de estímulos fiscales se desató a través de los recortes impositivos antes de navidad.

Hasta que no emerjan respuestas claras, las expectativas se centran en el tipo de oscilaciones que los mercados vieron en 2010, en el que el dólar sube y baja a medida que los inversionistas saltan de una preocupación de una región a la otra.

En general, el índice U.S. dollar, el cual mide a la divisa estadounidense contra una canasta de monedas, logró hacerse con una ganancia de 1,5% en 2010, a 79,028, en parte gracias al avance del dólar frente al euro. Al terminar el año, el euro se encontraba en US$1,3370, un declive de 6,6%.

El dólar también avanzó 3,6% contra la libra esterlina, la cual sufrió por cuenta de los propios problemas económicos y fiscales del Reino Unido.

El euro

La moneda comunitaria de la Unión Europea estuvo a la defensiva durante buena parte del año a medida que los llamados países periféricos pasaron apuros debido a los problemas causados por los altos déficit presupuestales y devastados mercados financieros. En mayo, la UE y el Fondo Monetario Internacional tuvieron que salir al rescate de Grecia, mientras que Irlanda fue rescatada en noviembre.

Como resultado de ello, el euro, que había alcanzado su punto más alto de la historia frente al dólar en abril de 2008 a US$1,5981, comenzó el 2010 en US$1,4326 y cayó a US$1,1917 el 7 de junio antes de recuperarse.

Durante 2011, "El euro va a tener unos primeros cuatro o cinco meses bastante erráticos, pero terminará el 2011 al alza", indica John Normand, director de estrategia global de divisas de J.P. Morgan Chase.

Normand asegura que el euro podría caer al "rango de US$1,20" si se intensifica significativamente la presión sobre la euro zona. Sin embargo, "los problemas fiscales están más cerca de ser resueltos en Europa que en EE.UU.", dijo. Por esta razón, "el camino del dólar a largo plazo apunta hacia abajo", indicó. Él calcula que el euro alcanzará los US$1,45 para finales de 2011.

Sin embargo, el panorama del euro podría complicarse por un débil crecimiento en EE.UU: y por las bajas tasas de interés. "La Fed desea un dólar débil y hará lo que pueda [para conseguirlo]", dijo Stein.

El yen

Si hubo una sorpresa en 2010, fue la fortaleza del yen frente a una débil economía japonesa y una carga de deuda que, a casi 200% del producto interno bruto del país, es vista por muchos inversionistas como una bomba de tiempo.

No obstante, el dólar perdió 12,8% frente a la divisa japonesa, cerrando el 2010 a 81,250 yen, frente a 93,08 a finales de 2009.

La fortaleza del yen no solo se dio frente al dólar. Cuando se comparó con una canasta ponderada de 35 divisas, el yen subió 6,5% en 2010, el mejor desempeño en cualquier grupo de 10 divisas, según Barclays Capital.

Jeff Young, director de investigación de cambio de divisas para Norteamérica de Barclays, indica que el desempeño del yen a menudo puede ligarse a la diferencia entre las tasas de interés a corto plazo en Japón y EE.UU. y la compra de yenes por parte de inversionistas japoneses que buscan balancear sus inversiones en valores estadounidenses y extranjeros.

A menos que se de un gran cambio en esa relación, tal como un aumento en las tasas de interés a corto plazo gracias al apretón de las Fed, esa dinámica debería apoyar al yen, pero en un rango relativamente limitado.

"Cuando se piensa en las monedas que probablemente se moverán significativamente, el yen no se encuentra en la parte más alta de esa lista", dijo Young.

Lo impredecible

El mercado podría recibir una gran sorpresa si la economía estadounidense resulta ser más fuerte de lo esperado, asegura Jessica Hoversen, estratega de divisas de MF Global.

Claro, cabe la posibilidad de que temas estructurales como el desempleo alto, un mercado inmobiliario deprimido y los crecientes déficit federales y estatales amenacen a la economía.

Además, muchos inversionistas apuestan a que el dólar terminará debilitándose debido al relajamiento cuantitativo. A través de sus compras de bonos del tesoro, la Fed esencialmente está imprimiendo dinero, diluyendo el valor de los dólares en circulación.

Sin embargo, con la economía estadounidense aparentemente cogiendo fuerza y los precios de los commodities en alza en gran parte por la demanda de los mercados emergentes, estos riesgos podrían generar un aumento en la inflación, dijo.

Si ese es el caso, la Fed podría recortar su relajamiento cuantitativo, dice Hoversen.

"Ese es un riesgo que aún no se ha considerado en el mercado", dijo.