2011/07/08

Trichet le extiende la mano a Portugal, pero se mantiene duro con Grecia

Por Geoffrey T. Smith

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, mantuvo el jueves la línea dura respecto a los problemas de deuda de Grecia, al reiterar su oposición a cualquier solución que suponga un "impago selectivo" o active un evento crediticio.

Trichet advirtió de que los esfuerzos de los gobiernos por lograr que los acreedores del sector privado contribuyan a un nuevo paquete de ayuda a Grecia van en contra de las prácticas globales establecidas y dijo que serán contraproducentes.

Sin embargo, tendió la mano a Portugal, al señalar que el BCE seguirá aceptando como garantía en sus préstamos la deuda portuguesa, con lo que despejó las amenazas de una crisis de liquidez en el sistema bancario luso.

Esta decisión se produce después de que Moody's Investor Service rebajara la calificación de la deuda de Portugal hasta dejarla fuera del grado de inversión, un movimiento que podrían repetir otras agencias. La respuesta del BCE es similar a la que tuvo el año pasado cuando siguió aceptando los bonos griegos como garantía pese a la rebaja del país a grado de especulación. Normalmente, el BCE no acepta como garantía de sus préstamos deuda que no tiene grado de inversión.

En sus comentarios iniciales, Trichet evitó cualquier referencia explícita a los problemas de Grecia. Sin embargo, advirtió de que las condiciones fiscales en la eurozona "son muy exigentes y requieren acciones decisivas".

Trichet también repitió su insistencia en "reformas estructurales ambiciosas y de largo alcance", en concreto la eliminación de la vinculación automática de los salarios a la inflación en la negociación colectiva.

Por otra parte, Trichet dijo que la economía de la eurozona se ha ralentizado en el segundo trimestre, pero la política monetaria sigue siendo "acomodaticia" y la apoyará.

Dijo que "el momento subyacente en la economía es positivo", pero añadió que "la incertidumbre sigue siendo elevada".

Hay quienes especulan con que la crisis de deuda de la periferia de la eurozona inhibirá las intenciones del BCE de endurecer aún más la política monetaria.

Trichet dio pocas pistas en cuanto al ritmo de endurecimiento de la política monetaria en el segundo semestre del año, en un contexto de ralentización del crecimiento tanto en la eurozona como en el exterior. Repitió su tradicional postura de que el consejo de gobierno del BCE "no tiene un compromiso previo" con las medidas futuras.

Indicó que el BCE "mirará muy de cerca todos los acontecimientos con riesgo para la estabilidad de precios", pero evitó utilizar el término "vigilancia", que ha usado en el pasado para apuntar una subida de tipos inminente.

No obstante, repitió que los riesgos para las previsiones de estabilidad de precios "siguen siendo alcistas", mientras que los riesgos para las previsiones de crecimiento siguen "en general equilibrados".

Fuente: WSJ