2011/07/05

La verdadera historia detrás del "boom" del mercado

Por Brett Arends

NUEVA YORK (Marketwatch)— Un nuevo informe de TrimTabs, la empresa de analistas de inversión, ha revelado lo que realmente ocurrió detrás del "boom" de la bolsa que vimos en el primer trimestre del año cuando el S&P 500 subió más de 5%.

No es sorprendente que todos los inversionistas se hayan vuelto optimistas a fines de marzo, justo antes de que el mercado se volviera a estancar de nuevo.

¿Entonces qué es lo que estaba impulsando al mercado? ¿Qué es lo que estaba creando el "boom"?.

Resulta que eran las propias empresas. TrimTabs dice que las compañías gastaron la enorme cantidad de U$124.000 millones en los primeros tres meses del año tratando de incrementar el precio de sus títulos a través de la compra de acciones.

Eso representa cerca de US$2.000 millones diarios por cada día que el mercado abrió.

Mientras tanto, de acuerdo con TrimTabs, ¿adivinen quienes evitaron comprar acciones durante el primer trimestre? Los ejecutivos de las empresas.

Esos son los tipos cuyas compras de acciones tienden a marcar con fuerza los mercados al alza y los "booms" genuinos. Estaban gastando el dinero de los inversionistas comprando las acciones de sus empresas, pero no estaban gastando sus propios fondos.

Trim Tabs dice las compras de acciones por parte de los ejecutivos representaron menos de U$2.000 millones durante todo el trimestre, un nivel comparativamente bajo.

"Nunca habíamos visto un contraste tan marcado entre lo que los ejecutivos están haciendo con su propio dinero y lo que están haciendo con el dinero de las compañías que gestionan", escribió el presidente ejecutivo de Trim Tabs , Charles Biderman. Las recompras de acciones superaron en número a las compras realizadas por ejecutivos por el mayor nivel que haya detectado Trim Tabs desde que comenzó a hacer el seguimiento de estas cifras en 2004.

"Mientras que los ejecutivos están dispuestos a utilizar dinero de las empresas para tratar de respaldar el valor de sus remuneraciones basadas en acciones, no parecen pensar que sus acciones tienen un precio atractivo", explicó.

No es una broma. Cuando se trata de los ejecutivos tomen en cuenta lo que hacen, no lo que dicen.

Cuando los ejecutivos de las compañías están gastando su propio dinero comprando acciones, es una señal de optimismo. Después de todo: ¿quién conoce mejor las perspectivas de las empresas? Pero cuando están quietos o retirando su dinero, no es tan bueno.

Para las compañías que están comprando sus propias acciones, eso no necesariamente es una cosa mala. Al final, si usted empuja las acciones, todos los accionistas se benefician.

Las recompras de acciones son también una muy buena manera de devolver dinero a los inversionistas. No es una manera tan buena como pagar dividendos, pero son una inversión mejor que la mayoría de las otras cosas que a los ejecutivos les gusta hacer con el dinero, como invertir en proyectos personales, o darse más privilegios o hacer adquisiciones en los momentos equivocados.

Sin embargo, en este caso, hay otro capítulo en esta historia.

¿Dónde encontraron el dinero las compañías para volver a comprar sus propias acciones? En algunos casos, el dinero vino de las ganancias. Eso es una cosa buena. Pero en otros casos simplemente tomaron prestados los fondos.

De acuerdo con los datos más recientes de la Reserva Federal, la deuda corporativa se incrementó nuevamente en el último trimestre, a los niveles más altos de los que se tenga registro.

Las deudas de las empresas no financieras llegaron a US$7,3 billones (millones de millones) al 31 de marzo, informó la Reserva Federal. Eso representa un alza de más de US$100.000 millones desde comienzos de año.

El total a fines de 2007, en el cenit de la denominada "burbuja de crédito", era de solamente US$6.700 billones (millones de millones).

Esta ola de solicitudes de crédito ha empujado todo este mecanismo para empresas no agrícolas ni financieras a niveles enormes. La Reserva Federal dice que las empresas no financieras de Estados Unidos tienen hoy una deuda que equivale a la mitad de su valor neto. Está cerca de niveles record para los tiempos modernos. En 2006, el porcentaje era de apenas 40 %.

Cuando una compañía toma prestado dinero para impulsar el precio de sus propias acciones, hace que me preocupe por los bonos. Cuando los ejecutivos no están ni siquiera dispuestos a invertir su propio dinero eso no me hace sentir entusiasta respecto a las acciones.

Bretts Arends es columnista de MarketWatch y columnista de finanzas personales para The Wall Street Journal.