2011/04/01

Una equivocación de US$300 millones

Por Gregory Zuckerman

Pocos inversionistas han cometido tantos errores navegando las turbulentas aguas de los mercados en las últimas semanas como Philippe Jabre.

Jabre, uno de los gestores de cobertura más conocidos de Europa, compró acciones japonesas tras enterarse del terremoto y luego sufrió cuando el Promedio Nikkei se desplomó 13%. Se puso nervioso y vendió sus acciones justo antes de un repunte. Los desaciertos costaron a su firma alrededor de US$300 millones. Fueron los peores días de su carrera.

Mientras Jabre reflexiona sobre sus decisiones, no está seguro de haber cometido muchos errores. "Sigo pensando en ello, ¿qué podría haber hecho de otra manera?", cuenta Jabre, quien gestiona el fondo de cobertura de US$6.000 millones Jabre Capital Partners SA. "Pasé todo el fin de semana pasado haciendo preguntas" a amigos, colegas y clientes, relató. "No podíamos correr el riesgo de que cerrara la Bolsa de Tokio, por lo que vendimos" las acciones japonesas.

Los inversionistas se han visto obligados a lidiar con mercados traicioneros en los últimos años, quizá ninguno tan incierto como el de las últimas dos semanas. Hicieron juicios al vuelo sobre la magnitud de la devastación tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, el impacto de la crisis nuclear y sus repercusiones en la economía global.

Jabre, un ex operador estrella del fondo de cobertura británico GLG Partners, instaló su propia firma de inversiones a comienzos de 2006. Cuando la mayoría de sus rivales incurrían en enormes pérdidas en 2008, el inversionista oriundo de Líbano logró en un fondo ganancias de 3%.

De pronto, empero, muchas de sus decisiones están causando pérdidas. A fines de febrero, la firma de Jabre se mostraba cauta sobre los mercados japoneses y estadounidenses. Jabre le dijo a un colega que esperaba un retroceso en los precios para invertir.

El viernes del terremoto, Jabre vio su oportunidad. Uno de sus fondos, el JabCap Global Balanced Fund, tenía contratos de futuros en el mercado japonés que darían ganancias si caían los precios, una forma de protección para el fondo. Jabre, quien el año pasado criticó a los inversionistas por ser "demasiado timoratos" sobre la crisis de deuda europea, estaba convencido de que Japón repuntaría.

Ese día, se reservó para sí unos minutos en su oficina y encendió un cigarro. Ponderó sus opciones y fue a ocupar su lugar en el piso de negociación de la firma, con vista a las montañas y ríos que rodean el barrio viejo de Ginebra. Jabre, quien una vez sobrevivió a una avalancha mientras esquiaba, instruyó a su equipo que cerrara sus posiciones en los futuros que se beneficiarían de una caída de las acciones, creyendo que los precios subirían.

"Podemos cerrar nuestras coberturas y tomar posiciones 100% al alza", dijo entonces a un colega. Sin la cobertura de riesgo, que había reducido la exposición japonesa de su fondo a 9% de la cartera, las acciones japonesas se convirtieron en 15% de sus tenencias, una apuesta considerable.

Pronto se conocieron noticias sobre problemas en la planta nuclear japonesa de Fukushima Daiichi, lo cual tomó a Jabre por sorpresa. El lunes y el martes hubo grandes pérdidas en Japón y otras partes. Para evaluar el impacto, Jabre consultó a cuatro científicos nucleares.

Para el miércoles 16 de marzo, el Nikkei acumulaba una caída de 13% en cuatro días de negociación. Varios de los fondos de Jabre afrontaban pérdidas, una de ellas de hasta 10% para el mes. Para sus operadores, Jabre, de 50 años, se veía calmado, pero la procesión iba por dentro. "Me sentía horrible, pero no expreso felicidad o frustración", dijo. "Las emociones son el enemigo de una persona equilibrada".

Jabre pensó que si la radiación se propagaba a Tokio o si explotaba un reactor nuclear, las autoridades podrían cerrar el mercado de valores, congelando sus acciones por meses. "Si caemos a 10% negativo, nos ponemos muy, muy, muy nerviosos" dijo Jabre, quien promete a sus inversionistas mantener las pérdidas a un mínimo.

El miércoles 23 de marzo, Jabre eliminó todas sus posiciones en acciones japonesas y globales. "Si nos equivocamos (y el mercado repunta), es un revés para la firma", recuerda haber dicho Jabre a un colega. "Pero viviremos para luchar otro día".

Dos días después, no obstante, las autoridades monetarias japonesas y extranjeras adoptaron medidas para detener el alza del yen, ayudando al alza de las acciones. El índice Nikkei ha subido desde que Jabre salió.

Ahora está llamando a clientes para explicar las recientes pérdidas. Reconoció que no debería haberse vuelto optimista tan rápidamente después del terremoto. En cuanto a salir antes de tiempo, "es la primera vez que había riesgo de una fuga nuclear", dice. "Era difícil evaluar las consecuencias".

La mayoría de sus inversionistas comprende sus decisiones recientes, indicó. Pocos han pedido sacar su dinero. "La razón por la cual seguimos en este negocio es nuestra gestión de riesgo", manifestó. "Estamos diciendo a nuestros clientes que hemos perdido seis meses de desempeño, pero volveremos".

Fuente: WSJ