2010/09/02

Las divisas, un negocio de US$4 billones al día

Por Tom Lauricella y Dave Kansas

El volumen de negociación de divisas alrededor del mundo alcanzó US$4 billones (millones de millones) al día, gracias a un incremento de la inversión global, especialmente en mercados emergentes y en países productores de bienes básicos. La tendencia también fue acelerada por la compra y venta hecha a través de computadoras y fondos de cobertura.

La cifra de US$4 billones representa un aumento de 20% desde la última vez que los mercados de divisas fueron analizados por el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), en 2007. El estudio, que se realiza cada tres años en abril, esta vez ofrece una fotografía del mercado cambiario en el momento más álgido de la crisis de la deuda europea.

Si bien la crisis seguramente elevó las negociaciones del euro, el patrón general de cambios en los volúmenes transados refleja la creciente globalización de los mercados, dicen los operadores. En un entorno donde las grandes economías desarrolladas—Estados Unidos, Europa y Japón—se encuentran débiles, los inversionistas están volcándose hacia otros mercados en busca de mayores retornos y generando más negociaciones de divisas en el proceso.

La tendencia se manifestó en los grandes aumentos de volúmenes negociados entre el dólar estadounidense y el dólar australiano (un alza de 35% desde 2007), y el dólar canadiense (un incremente de 44%). Pero también crecieron las negociaciones entre el dólar estadounidense y la rupía, el yuan y el real. En cambio, el cruce entre el dólar estadounidense y la libra esterlina, un sostén del mercado cambiario, declinó 6% en el mismo período.

"Ha habido un cambio en la dinámica general del inversionista", comentó Jeff Feig, director ejecutivo en el departamento de divisas de Citigroup. "Hay cada vez más inversionistas, especialmente estadounidenses, que invierten a nivel internacional".

La compra y venta de una acción o bono de otro país se traduce en dinero que cambia de una moneda a otra. Los gestores de fondos de inversión supervisan portafolios de acciones extranjeras y usualmente usan derivados de divisas para contrarrestar el impacto de las oscilaciones en los tipos de cambio.

La transacción de divisas es mucho mayor que la negociación de acciones estadounidenses, la cual en abril promedió unos US$134.000 millones diarios, según datos compilados por la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros. La compra y venta de instrumentos del Tesoro de EE.UU., uno de los mayores mercados del mundo, promedió US$455.000 millones al día en abril, una caída desde su promedio de US$570.000 millones en todo 2007.

Ahora, los inversionistas se han abalanzado sobre los fondos mutuos que invierten en activos globales, los cuales apuestan a los movimientos cambiarios como una parte crucial de su estrategia. A nivel más amplio, los fondos mutuos especializados en acciones internacionales recibieron US$42.000 millones en los últimos 12 meses de inversionistas estadounidenses, según Morningstar Inc.

Además, los fondos cotizados en bolsa, o ETF, que se negocian como

acciones, les abren la puerta de los mercados de divisas a los pequeños inversionistas. Existen 44 fondos ETF de divisas, frente a los 16 que había en abril de 2007, según Morningstar. En 2004, había apenas uno.

Kevin Rodgers, encargado global de derivados de divisas de Deutsche Bank en Londres, explica que los fondos de todo tipo —de cobertura, mutuos y soberanos— ven a los mercados cambiarios como una clase de activo distinta y no solamente como una manera de invertir en otra moneda. Esto, explica, refleja una búsqueda más amplia por la diversificación, la cual ha generado también una mayor inversión en materias primas, tierra y otros activos distintos a acciones o bonos.

Un grupo que ha perdido protagonismo es el de las empresas. Las multinacionales han sido tradicionalmente un pilar de los mercados de divisas. Pero las fluctuaciones de la economía y del tipo de cambio se han tornado más impredecibles. La fortaleza del dólar, por ejemplo, sorprendió a muchos. Esa mezcla ha hecho de la cobertura de divisas algo más peligroso, acota Rodgers. "Se han replegado un poco", dice. "Aunque los fondos aún están muy activos".

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Fuente: WSJ