2010/08/31

Una aseguradora hace una osada apuesta por la deflación

Por Gregory Zuckerman

Una aseguradora canadiense está recurriendo a una estrategia poco habitual para hacer una gran apuesta a que los precios caerán en la próxima década.

En momentos en que más inversionistas temen por la posibilidad de que haya deflación —o un período sostenido de precios en baja que podrían perjudicar las acciones— Fairfax Financial Holdings Ltd. ha gastado casi US$200 millones para comprar contratos de derivados que apuestan a una caída en el precio del índice de consumo, un indicador de la inflación. La operación podría llevar a grandes ganancias si se cumplen los pronósticos de deflación.

Fairfax compró algunas de las inversiones en derivados en los tres primeros meses del año, cuando pocos temían por la deflación y el costo de los contratos era bajo. Agregó más en el segundo trimestre.

Los derivados están captando la atención de algunos en Wall Street. Ganaron más de 50% en valor desde que Fairfax realizó sus compras originales a una cantidad de bancos, generando ganancias en papel por más de US$100 millones.

La apuesta de Fairfax, que apunta a proteger US$22.000 millones del portafolio de inversión de Fairfax, llega en momentos en que los inversionistas enfrentan un panorama especialmente desafiante, con una economía frágil e índices bursátiles en problemas. Pocos inversionistas están dispuestos a realizar grandes apuestas a la deflación, a pesar de su potencial, y muchos son escépticos de que cualquier período deflacionario dure mucho. EE.UU. no ha experimentado un brote extendido de deflación desde la Gran Depresión.

De todos modos, Fairfax no está vendiendo su protección contra la deflación, a pesar de su reciente aumento de valor. Cree que se podrían conseguir mayores ganancias si EE.UU. experimenta un difícil brote deflacionario.

"Estamos muy preocupados sobre una doble caída en la economía y sobre un ambiente deflacionario", afirma Paul Rivett, director general de operaciones del departamento de inversiones de Fairfax.

Las apuestas a derivados sobre la inflación no son nuevas. Algunas empresas e inversionistas pagan pequeñas sumas extra para comprar "topes" o "pisos" que pagan si la inflación sube por encima o cae por debajo de un cierto nivel. Otros compran derivados que apuestan a fluctuaciones en indicadores económicos como el CPI, el indicador de inflación que ahora presenta una tasa anual de alrededor del 1%.

Pero entre algunos inversionistas más grandes crece el interés por los derivados de deflación como los que compró Fairfax. Hoy costaría alrededor de US$330 millones proteger los mismos US$22.000 millones, sostienen los gestores.

Los corredores pueden venderles estos contratos a otros en el "mercado interno de los corredores" donde los bancos operan entre sí, algo que es poco habitual para ese tipo de contratos hace seis meses. Alrededor de US$4.500 millones de esos contratos se han comprado y vendido cada mes en el mercado de corredores, un aumento desde los US$2.500 millones mensuales que se registraron el año pasado, según los corredores.

Fairfax fue fundada en 1985 por Prem Watsa. Las inversiones de Watsa para Fairfax han llevado a que algunos lo llamen el Warren Buffett de Canadá.

Pero en EE.UU., Fairfax también ha llamado la atención por sus agitadas batallas con quienes realizan ventas al descubierto; la firma ha sostenido que estos inversionistas pesimistas ayudaron a que bajara el valor de las acciones de la aseguradora hace varios años, antes de que subieran en 2006. Las acciones de Fairfax han aumentado a más de US$377 la acción desde alrededor de US$94 hace cuatro años.

La aseguradora tiene un sólido historial en anticipar malas épocas económicas. En 2003, Fairfax compró derivados de crédito que apostaban a la debilidad de los prestamistas, incluido Countrywide Financial, con lo cual ganó varios miles de millones de dólares en ganancias cuando el mercado inmobiliario se derrumbó en 2007.

Últimamente, la empresa ha estado estudiando brotes de deflación sufridos en EE.UU. y, más recientemente, en Japón, y se está preocupando.

"La gente afirma que entiende la deflación, pero no entienden cuán corrosiva es", sostiene Rivett.

El equipo de Fairfax cree que los hogares estadounidenses recién comenzaron a reducir sus niveles de deuda y a aumentar sus ahorros, una tendencia que prevé llevará a menos gasto, mayor desempleo y deflación.

Fuente: WSJ