2010/07/07

Los líderes europeos sienten los coletazos de la crisis

Por Marcus Walker, en Berlín, Sebastian Moffett, en París, y Jonathan House, en Madrid

Los líderes políticos europeos están perdiendo popularidad y autoridad en sus países en los precisos momentos en que buscan soluciones para la crisis fiscal de la zona euro y las deficientes perspectivas de crecimiento económico.

Las repercusiones de la crisis, junto con errores propios, golpean a los gobiernos en Berlín, París y Madrid, e incluso afectan la popularidad del italiano Silvio Berlusconi, conocido como el líder de "teflón".

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, perdió a dos secretarios de Estado —con rango de ministros— acusados de despilfarrar fondos públicos, en un momento en el que pierde apoyo en medio del enfriamiento de la economía y las medidas de austeridad. La canciller alemana, Angela Merkel, a su vez, trata de cambiar la creciente convicción pública de que su gobierno, elegido a finales del año pasado, está dividido y sin dirección. Y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, lucha para que se aprueben impopulares recortes presupuestarios sin una mayoría estable en el Congreso.

"Todos estos gobiernos se están viendo obligados a realizar recortes impopulares debido a una crisis financiera internacional que está fuera del control de las autoridades nacionales, lo que perjudica la imagen de los gobiernos", afirma Jan Techau, analista de política internacional en el Colegio de Defensa de la OTAN, en Roma.

Los gobiernos de la zona euro se han visto plagados por una serie de desafíos económicos, subrayados por la crisis griega y sus coletazos paneuropeos. Fortalecer las reglas fiscales de la eurozona, enmendar las finanzas públicas y mejorar la competitividad de algunos países significa abordar las retrasadas reformas de las leyes laborales y los sistemas de beneficios. En toda la zona, los recortes a los gastos y los programas de beneficios están causando conmoción, provocando reacciones airadas y protestas de los sindicatos.

Los escándalos y las torpezas políticas han menguado la capacidad de algunos líderes europeos para convencer a sus ciudadanos de que las dolorosas medidas son parte de una estrategia que permitirá, a la postre, fortalecer la economía.

Lo que salva a las principales economías de la eurozona es que en ninguna de ellas se celebrarán elecciones nacionales antes de 2012 y, en el caso de Berlusconi, sus oponentes están debilitados.

El gobierno de Sarkozy anunció el mes pasado que recortará el gasto público en 45.000 millones de euros (US$56.500 millones) en los próximos tres años y aumentará la edad de jubilación de 60 a 62 años. La medidas provocaron el aumento del escrutinio de los medios al uso del dinero público por parte de los ministros. El domingo, Alain Joyandet, secretario de Estado para la Cooperación y la Francofonía, dimitió tras admitir haber contratado un jet privado por 116.000 euros (US$146.000 dólares) para ir al Caribe en viaje de negocios cuando podría haber tomado un vuelo de una aerolínea. Christian Blanc, secretario de Estado a cargo del Desarrollo del Gran París, también renunció tras admitir que gastó 12.000 euros del erario público para comprar puros. El gobierno lo obligó a abonar la totalidad del gasto.

—Stacy Meichtry, en Roma, contribuyó a este artículo.

Fuente: WSJ