2010/02/03

Funcionario de la Fed advierte sobre la intervención pública en la banca

Por Luca Di Leo

WASHINGTON (Dow Jones)--Un alto funcionario de la Reserva Federal señaló el miércoles que la excesiva intervención de Washington en el sector financiero podría afectar la economía estadounidense y defendió el papel que los grandes bancos privados desempeñan en una economía global.

En un discurso preparado para ser presentado en la New York Association for Business Economics, el gobernador de la Fed Kevin Warsh hizo una advertencia en contra de intentar "microadministrar" los bancos. "La economía estadounidense corre serios riesgos si nos resignamos a un modelo de servicio cuasi-público".

Los comentarios de Warsh surgen en momentos en que el Gobierno del presidente Barack Obama está presionando para establecer un impuesto de US$90.000 millones a los grandes bancos con el fin de compensar el dinero de los contribuyentes destinado al rescate del sector financiero, así como también por normas más estrictas que apuntan a limitar el comportamiento riesgoso de entidades crediticias para evitar una nueva crisis financiera.

"En una economía global con mercados financieros integrados, lo grande no es malo", sostuvo Warsh, para luego añadir que fomentar la competencia entre los bancos de manera que los pequeños puedan captar participación de mercado es mejor que amedrentar a los grandes bancos.

El Congreso de Estados Unidos está proponiendo legislación que modifica drásticamente la regulación del sector financiero, incluyendo medidas para asumir el control de grandes bancos en problemas que podrían representar una amenaza para toda la economía en caso de quebrar.

"No deberíamos querer clientes del Estado en el centro de nuestro sistema financiero. No queremos una nueva especie de contrato social entre el Gobierno y los grandes bancos", dijo el funcionario de la Fed.

Warsh indicó que las iniciativas para reformar la regulación en Washington eran "una tarea completamente meritoria", pero instó a que se dé un mayor enfoque al sistema de financiamiento hipotecario e indicó que a las entidades auspiciadas por el Gobierno Fannie Mae y Freddie Mac se les dio licencia para asumir riesgos excesivos.

El funcionario del banco central señaló que la principal meta de política debería ser encontrar formas para que los grandes bancos quiebren sin amenazar a toda la economía, aunque indicó que esta no es una tarea sencilla.

Si ello no se logra, la segunda mejor opción debería ser regular lo que los bancos pueden hacer, aunque emitió una advertencia en contra de tratar de controlar la forma en que lo hacen.

En virtud de un plan del Gobierno de Obama, el Gobierno invertiría US$30.000 millones del Programa de Alivio de Activos en Problemas, o TARP, en bancos comunitarios para alentarlos a entregar créditos a pequeñas empresas.

"Normas claras, más enfocadas en el "qué" que en el "cómo", podrían liberar a las firmas de los corredores de Washington de manera que puedan regresar a los negocios", sostuvo Warsh.