2010/02/04

El BCE y el Banco de Inglaterra

por Lex Column

El exceso de crédito acabó conduciéndonos a todos a este desastre. Durante una época, la situación pareció mejorar, pero ahora la liquidez comienza a evaporarse. El Banco de Inglaterra ha detenido su programa de relajación cuantitativa. En cuanto al Banco Central Europeo, fue el año pasado cuando emprendió por primera vez una salida de la “relajación crediticia”.

En realidad, eso es todo lo que los inversores necesitan saber. El año pasado, el aumento de liquidez sirvió para mejorar la situación de los mercados. Este año, la marea baja los está devolviendo a la orilla. En Reino Unido, fue el propio banco central el que compró bonos gubernamentales, casi 200.000 millones de libras en total (228.800 millones de euros).

En la eurozona, han sido los bancos comerciales los que han aplicado la relajación cuantitativa. En el primer semestre de 2009, sus compras de deuda sirvieron para financiar los déficit financieros de la región, incluidos los de España y Grecia. Limitar la liquidez del BCE al 1% y conceder préstamos a los gobiernos a, pongamos, el 4% resultaba rentable, como queda demostrado en los resultados publicados el jueves por Deutsche Bank. No obstante, la deuda incobrable comienza a aumentar: el jueves Santander aumentó las provisiones de deuda incobrable en 2.600 millones de euros. Por otra parte, el riesgo soberano aumenta, a medida que se detiene el flujo de liquidez en los mercados de bonos.

Los bancos europeos se enfrentan, por tanto, a dos riesgos. No es de extrañar la venta de sus acciones durante esta semana. Mientras, los planes de los bancos centrales son cada vez más tradicionales. Primero está el aumento de la inflación, no sólo de las esculturas de Giacometti sino de los precios al consumo. Segundo, sobre todo en Europa, existe la necesidad de imponer la responsabilidad fiscal a los gobiernos – o, a través de una retirada de liquidez, serían los mercados de bonos los que harían el trabajo. En Europa, esto ha provocado una tragedia griega y, de seguir por este camino, es probable que la tragedia se extienda a España.

En Reino Unido, hasta ahora se puede hablar de una comedia costumbrista. Mientras los políticos británicos, tanto del gobierno como de la oposición, incumplen promesas de recortar el gasto, el Banco de Inglaterra se mueve en la dirección opuesta. Aun así, el mensaje del banco sobre la economía fue pesimista. La relajación cuantitativa todavía no ha llegado a su última etapa.

Fuente: FT