2009/01/22

La caída de la libra sirve de advertencia para el dólar

Por Joanna Slater

La libra esterlina sigue cayendo y sus penurias son una advertencia cautelar para el dólar.

Estados Unidos y el Reino Unido se encuentran en aprietos similares, desde una recesión que empeora hasta un sistema financiero atribulado. Ambos gobiernos están organizando enormes rescates bancarios, incluso cuando dependen del financiamiento de inversionistas extranjeros para cubrir su déficit. Además, los bancos centrales de ambos países han rebajado sus tasas de interés y han recurrido a formas poco convencionales para estimular sus economías.

Sus divisas, sin embargo, se han movido en direcciones opuestas. Ayer, la libra cayó a su mínimo en décadas frente al dólar, y brevemente llegó a cotizarse a US$1,362, frente a los más de US$2 hace apenas seis meses. La libra también alcanzó su mínimo histórico con respecto al yen japonés.

En cambio, el dólar logró fortalecerse en relación a una canasta de divisas a medida que la crisis financiera se intensificaba a finales del año pasado. Perdió un poco de terreno en diciembre, pero ha vuelto a apreciarse en los últimos días, especialmente contra la libra y el euro.

A diferencia de la libra, el dólar está ganando fuerza gracias a su exclusivo estatus de divisa de reserva mundial y vehículo para las transacciones en los mercados financieros de EE.UU., incluídos los bonos del Tesoro. Eso significa que los inversionistas buscan dólares cuando aumentan los temores, a veces a pesar de sus preocupaciones sobre la economía estadounidense.

"El dólar todavía se está beneficiando de ser la moneda por defecto", en un momento en que los inversionistas huyen de las apuestas más riesgosas, dice Lisa Scott-Smith de Millennium Global Investments, una firma de gestión de divisas con sede en Londres. "La libra no es una divisa de reserva natural en el sentido en que lo sería el dólar ".

El panorama no es bueno para la atribulada libra, señalan algunos expertos en divisas. Las noticias económicas son "horrendas", dice Neil Mellor, un estratega de divisas de Bank of New York Mellon. "Hay muy buenas razones para el pánico en este momento".

En una señal preocupante, esta semana los inversionistas no sólo se alejaron de la libra, sino que también se desprendieron de acciones y bonos soberanos británicos. De continuar, esta combinación alimentaría el temor a que los inversionistas se retiren de los activos británicos. Muchos expertos están ansiosos porque ese podría ser el escenario que le espera a EE.UU., si el apetito de los inversionistas internacionales disminuye.

Las autoridades se predisponen a dejar que sus divisas se debiliten "hasta el momento en que otros mercados de activos señalen que han llegado al límite", dice Alan Ruskin, estratega internacional de RBS Greenwich Capital. "No creo que hayamos alcanzado ese punto en el Reino Unido".