2011/05/06

La reestructuración de deuda griega divide a la zona euro

Por Marcus Walker

BERLÍN- Las divisiones respecto al manejo del sofocante problema de la deuda griega se están profundizando en la zona euro. Los funcionarios alemanes se han mostrado receptivos a una reestructuración voluntaria en el pago de los bonos griegos, pero la mayoría de las autoridades del bloque temen las repercusiones de semejante paso.

La postura europea ha sido que Grecia recortará sus gastos y pagará todas sus deudas. Pero los inversionistas y, en privado, algunos gobiernos europeos dudan de que ese país pueda hacerlo. En ese caso, Grecia va a necesitar más ayuda y, en opinión de muchos, tendrá que reestructurar su deuda.

[Grecia]

El debate en la zona euro gira en torno a si reestructurar y cuándo hacerlo. Los funcionarios alemanes creen que Grecia debería ser alentada a sentarse con los tenedores de sus bonos este año para analizar un aplazamiento de los vencimientos de sus bonos, un paso conocido como reestructuración de deuda, dijeron fuentes al tanto. Una reestructuración reduciría las necesidades de financiamiento de Grecia en los próximos años y ahorraría a los inversionistas un recorte de la cantidad adeudada. "Estamos cautelosamente abiertos a medidas voluntarias que eviten tener que imponer recortes", dijo un funcionario alemán que agregó que "sin embargo, nuestras ideas no están siendo bien recibidas en Europa".

Otros actores clave, como Francia, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea se oponen a discutir ni siquiera una forma benigna de reestructuración de la deuda griega, argumentando que los mercados concluirían que otros países golpeados por la crisis, como Irlanda y Portugal, tampoco pagarán sus obligaciones.

Grecia está abierta a la idea de dialogar con sus acreedores respecto a una reprogramación, pero el país primero necesita la aprobación política del resto de la zona euro, su principal respaldo financiero, dicen funcionarios griegos.

El debate podría volverse más urgente en las próximas semanas, cuando un equipo de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que llegó a Atenas el martes 3 de mayo, presente un informe sobre el avance fiscal y la sostenibilidad de la deuda.

Grecia no ha logrado recuperar la confianza de los inversionistas en su deuda soberana desde que recibió un rescate de 110.000 millones de euros (US$162.900 millones) de la zona euro y el FMI en mayo de 2010. Los bonos a dos años del gobierno griego actualmente tienen un rendimiento de alrededor de 24,5%, una clara señal de que los inversionistas no creen que los bonos vayan a ser pagados en su totalidad.

El plan de rescate estipula que Grecia regresará al mercado de bonos en 2012 para cubrir sus necesidades de financiamiento por 30.000 millones de euros (US$44.440 millones). Pero pocos funcionarios europeos creen que Grecia pueda acudir a los mercados el próximo año. Por lo tanto, Grecia necesitaría créditos adicionales de la zona euro y del FMI o enfrenta una complicada cesación de pagos.

Un nuevo crédito multimillonario a Grecia no es una idea muy popular en Alemania, donde la resistencia legislativa a los rescates está creciendo. Si Grecia solamente puede tomar prestado en la zona euro, con el tiempo su deuda pasará a consistir cada vez más de préstamos de emergencia y cada vez menos de bonos en poder de inversionistas privados.

"Los contribuyentes terminarán comprando lo que tiene el sector privado", dijo Thomas Mayer, economista principal de Deutsche Bank en Fráncfort. Finalmente, cuando Grecia busque aliviar su deuda, el costo recaerá sobre los contribuyentes, pronosticó.

Si nada cambia y Grecia necesita otro paquete de rescate, los contribuyentes de la zona euro terminarán teniendo alrededor de 142.000 millones de euros de deuda griega a fines de 2013, según los cálculos de David Mackie, economista de J.P Morgan en Londres.

Fuente: WSJ