2011/05/02

El peso mexicano podría ser el próximo destino para los inversionistas japoneses

Por Erin McCarthy
Dow Jones Newswires

NUEVA YORK—Hágase a un lado, Brasil. Los inversionistas japoneses, que durante mucho tiempo favorecieron al real brasileño por sus altos rendimientos, podrían estar considerando el peso mexicano como una segunda alternativa para generar ganancias en América Latina.

Hasta ahora, la continua apreciación del real —más sus altos rendimientos comparado con el dólar— lo ha hecho el destino de inversiones favorito de los inversionistas de la tercera mayor economía del mundo, dijo Masashi Murata, vicepresidente de tipo de cambio de Brown Brothers Harriman en Tokio.

No obstante, la apreciación del real está comenzando a hacer que la comunidad de inversiones japonesa mire hacia otros destinos en América Latina, y las inversiones en pesos mexicanos parecen las más prometedoras. Es posible que los flujos aún estén interrumpidos debido a las transferencias relacionadas con el reciente terremoto, el cual llevó a que individuos y empresas de seguros de Japón repatriaran el dinero invertido en el extranjero para ayudar a pagar los costos de reconstrucción. Pero los prodigiosos ahorristas japoneses aún tienen mucho dinero para poner a trabajar, y los bajos rendimientos ofrecidos en Japón seguirán presionándolos a buscar mejores alternativas en el extranjero, dicen los analistas.

[México]

Cuando lo hagan, es posible que encuentren a México como una inversión atractiva. Su sólido perfil de crecimiento, producto de sus estrechas relaciones económicas con Estados Unidos, y su estable postura de política ofrecen una alternativa atractiva frente a Brasil, el cual está luchando contra una aceleración de la inflación con una combinación de políticas impredecible, dijo Tony Volpon, director de investigaciones sobre mercados emergentes de las Américas de Nomura Securities.

"Estamos... hablándoles a nuestros inversionistas en Japón, seguimos diciéndoles que miren a México como una fuente de inversiones", dijo Volpon. "Si se mira a Brasil, donde está yendo la mayor parte del dinero, hay mucha incertidumbre sobre la política. Claramente es una economía que se está sobrecalentando".

Los clientes están comenzando a escuchar, señaló.

"Estamos viendo un creciente flujo hacia México; todavía es muy pequeño, pero es una de las cosas que están creciendo muy rápidamente", añadió Volpon. En los últimos meses, sus clientes minoristas japoneses han incrementado sus inversiones en pesos, principalmente a través de fideicomisos de inversiones denominados en monedas extranjeras, o Toshin, y a través de la compra de deuda calificada con grado de inversión denominada en moneda local.

Es posible que los inversionistas institucionales japoneses también estén considerando al vecino sureño de Estados Unidos. Debido a los rendimientos más altos del peso frente al dólar y a su potencial para apreciarse aún más, los inversionistas institucionales japoneses ven a México como una "segunda oportunidad" dentro de la región, dijo Murata de Brown Brothers Harriman.

En los primeros tres trimestres de 2010, la balanza de pagos de Japón para cuentas financieras mostró una salida de dinero neta de 872.900 millones de yenes desde Japón a México, comparado con los 127.400 millones de yenes netos que ingresaron a Japón desde México en el mismo periodo de 2009, según Murata.

En particular, las aseguradoras de vida japonesas —que entre las principales nueve empresas tienen aproximadamente 150 billones de yenes en activos bajo administración— indicaron que incrementarán sus inversiones en bonos mexicanos, dijo una persona de un importante banco japonés.

Sin embargo, algunos analistas destacan que el actual impulso de la tendencia aún no se compara con las inversiones japonesas en México previas a la crisis financiera.

Lee Hardman, economista especializado en tipo de cambio de Bank of Tokyo Mitsubishi UFJ en Londres, dijo que aún tiene que ver un aumento significativo en la demanda de la moneda mexicana por parte de los inversionistas japoneses.

Según datos de flujos que monitorea, el valor de los activos denominados en pesos mexicanos mantenidos en fideicomisos de inversión ofrecidos públicamente en Japón en realidad cayeron cerca del 15% en febrero de 2011, frente al mismo mes de 2010, dijo Hardman.

Pero hay pequeñas señales de vida en la emisión de los bonos denominados en pesos Uridashi, los cuales son deuda en moneda extranjera vendida a los inversionistas minoristas japoneses.

La emisión de Uridashi en pesos totalizó 1.300 millones de yenes desde noviembre de 2010 a marzo de este año, frente a la ausencia de emisiones durante los 12 meses anteriores, aunque aún es mucho menor a los niveles previos a la crisis, añadió Hardman. En marzo, esos números podrían exhibir nuevamente ciertas interrupciones debido al terremoto pero, en general, los gestores de inversiones prevén un creciente interés japonés en México en la medida que la disposición de los inversionistas hacia Estados Unidos, su poderoso vecino, siga siendo relativamente positiva.

"Si no le gusta Estados Unidos, nunca le va a gustar México", dijo Volpon de Nomura.