2011/05/24

Las dudas en torno a Europa y China derriban los mercados

Por Tom Lauricella, Alex Frangos y Jonathan House

Los mercados globales de acciones y materias primas se desplomaron el lunes en medio de las crecientes inquietudes acerca del crecimiento económico en China y nuevos problemas para los países más endeudados de Europa.

Los movimientos del lunes y del último mes han erosionado el optimismo que los inversionistas exhibían al comenzar el año sobre la fortaleza de la recuperación global tras la crisis financiera de 2008. Ahora, impera una sensación de frustración ante la dificultad de resolver problemas como el de la deuda griega.

"Es muy difícil divisar una salida de esto", señaló Gabriel Stein, director de Lombard Street Research en Londres. Stein comparte la postura de numerosos inversionistas quienes creen que Grecia tendrá que reestructurar su deuda, pero temen que eso desate un período de inestabilidad en los mercados.

"Los inversionistas no pueden obtener ningún tipo de resolución. No hay ninguna razón atractiva para comprar acciones a largo plazo cuando una situación como esta resurge una y otra vez", dijo Jason Weisberg, vicepresidente ejecutivo de Seaport Securities.

El cambio de ánimo dejó a las bolsas de Asia y Europa en territorio negativo y disminuyó los avances en los principales índices de Estados Unidos, donde los precios de las acciones cuentan con el respaldo de las robustas ganancias empresariales. Las inquietudes en otras partes del planeta fueron suficientes para derribar el lunes al Promedio Industrial Dow Jones, que cayó 1,05%, 130,78 puntos, para cerrar en 12.381,26 unidades. El indicador ha descendido 3,4% en lo que va del mes.

[mercados]

El Índice Hang Seng, de Hong Kong, que el lunes retrocedió 2,1%, acumula una caída de casi 6% en el último mes. El índice Compuesto de Shanghai, de China, cedió casi 3% el lunes y ha retrocedido más de 1% en lo que va del año. A su vez, el índice Stoxx 600, que agrupa a las principales compañías europeas, bajó 1,7% el lunes mientras que el FTSE 100, de la Bolsa de Londres, se hundió 1,89%. Ambos registran una caída en lo que va del año.

El euro se llegó a cotizar por debajo de US$1,40 el lunes, su menor nivel en dos meses, antes de recuperarse a US$1,4049 durante la jornada. La divisa europea, que subió con fuerza entre mediados de enero y finales de abril, ha retrocedido más de 5% este mes contra el dólar. Los inversionistas enfilaron hacia la seguridad de la deuda de EE.UU. y Alemania y vendieron deuda soberana de países como España, Italia e Irlanda.

Los movimientos del lunes fueron atizados por un flujo constante de malas noticias.

Standard & Poor's redujo el viernes la perspectiva de la deuda gubernamental de Italia, de US$1,9 billones, a negativa. La firma de calificación de riesgo mencionó las magras perspectivas de crecimiento y los obstáculos que enfrenta la agenda de reformas económicas a la hora de justificar la decisión.

El domingo, el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sufrió una derrota aplastante en las elecciones municipales del fin de semana. El revés plantea interrogantes acerca de la capacidad del gobierno encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero para seguir adelante con las reformas de la cuarta economía de la eurozona y evitar un rescate internacional.

Para la tarde del domingo en Nueva York, sin embargo, el foco de atención se había desplazado a la otra parte del planeta conforme nuevos datos generaron preocupaciones sobre el crecimiento de China, una economía estrechamente vinculada a la de otros países asiáticos.

Una lectura preliminar de un índice de HSBC de gerentes de compras para China alcanzó en mayo su menor ritmo en 10 meses. El índice, que marcó 51,1, aún refleja una expansión económica, pero ha caído por debajo de su promedio de largo plazo.

En EE.UU., las encuestas realizadas entre empresas la semana pasada también apuntaron a una merma en la actividad industrial. Los pedidos de exportaciones de abril de Taiwán y los volúmenes de carga del aeropuerto de Hong Kong, el centro de carga aérea más activo del mundo, también apuntan a una desaceleración moderada del comercio.

Esta racha de noticias negativas se produce en un momento clave para los mercados financieros, que aguardan el fin del programa de compra de bonos por US$600.000 millones de la Reserva Federal de Estados Unidos, una iniciativa que, en opinión de muchos, ha ayudado a apuntalar los precios de las acciones y las materias primas durante los últimos seis meses.

Al mismo tiempo, Japón aún está pugnando con las consecuencias del devastador terremoto y subsiguiente crisis nuclear, haciendo que los inversionistas se apresuren a reducir sus expectativas de un entorno económico favorable en 2011.

La pregunta en la mente de los inversionistas es si los mercados emergentes y China, en particular, pueden lograr un aterrizaje suave, es decir contener las presiones inflacionarias sin caer en una recesión.

A pesar del repliegue en muchos mercados, la mayoría de los inversionistas espera que China se siga expandiendo a un ritmo muy superior al de las grandes economías desarrolladas.

"Es prematuro concluir que va a haber una desaceleración de proporciones", dijo David Rolley, gestor de portafolio del grupo de bonos globales de la administración de fondos de Boston Loomis Sayles.

Fuente: WSJ