2010/10/22

Los planes de pensiones huyen de las acciones

Por E.S. Browning

Luego de cometer la misma clase de errores de inversión que muchos individuos, los fondos de pensión corporativos de Estados Unidos ahora buscan las mismas soluciones: dejar las acciones para pasar a lo que se percibe como la seguridad de los bonos.

Una cantidad creciente de gestores de fondos de pensiones está concluyendo que su búsqueda de rendimientos máximos fue un error, según varias entrevistas con gerentes y consultores. En cambio, muchos fondos buscan conseguir retornos estables que más o menos cubran las obligaciones del plan.

Durante el auge de los años 90, los planes de pensiones corporativos adquirieron grandes cantidades de acciones y llegaron a tener a mediados de la década de 2000, 70% de su dinero en ellas, un patrón similar al de los individuos. Para julio pasado, los planes de pensiones de EE.UU. como grupo habían reducido su exposición a las acciones a 45%, según el Centro de Investigación para la Jubilación del Boston College. Muchos afirman que la tendencia continuará.

Su cautela perjudica un pilar de la inversión bursátil. En momentos en que los individuos también están reduciendo su exposición a las acciones , el mercado queda cada vez más en las manos de inversionistas como fondos de cobertura que suelen realizar operaciones rápidas, lo que contribuye a que haya volatilidad. La retirada podría ser uno de los motivos de la agitación del mercado este año.

Algunos de los recortes en fondos de pensiones son el resultado de pérdidas durante la crisis financiera. En una tendencia que comenzó con lentitud durante el mercado bajista de 2000-2002 y tomó impulso cuando las acciones volvieron a caer en 2008, los gestores de fondos de pensiones corporativos comenzaron a concluir que acumular acciones en busca de rendimientos altos era una tontería. Los planes corporativos observaron cómo el valor de las acciones que poseían en el pico del mercado en octubre de 2007 cayó en alrededor de US$1 billón (millón de millones) hasta comienzos de marzo de 2009, según el Centro de Investigación para la Jubilación.

"Esto fue una cachetada, sin dudas", para el mundo de las pensiones, afirma Ron Barin, director general de inversión en pensiones del fabricante de aluminio Alcoa Inc. "El riesgo nunca fue una gran parte de la ecuación, y realmente debería haberlo sido".

Hace poco, el "desplome relámpago" del 6 de mayo, cuando el Promedio Industrial Dow Jones cayó 700 puntos en ocho minutos antes de repuntar, inquietó aún más a los gerentes de fondos y sembró preocupaciones sobre el rol que las computadoras y el corretaje de alta frecuencia juegan actualmente en el mercado bursátil.

Las cantidades en juego son enormes. Aunque las empresas estadounidenses comenzaron a reducir su uso de planes de pensiones desde hace mucho, los fondos de jubilación en ese país aún administran más de US$2 billones).

Un cambio multianual de casi la mitad de esa cantidad hacia otra clase de inversiones está en marcha, según McKinsey & Co. Eso significaría un movimiento de casi US$1 billón a bonos y alternativas como fondos de cobertura, grupos de inversión privada, anualidades, derivados y planes de seguros.

No todo ese dinero saldrá del mercado bursátil por completo, pero el efecto general es un amplio reequilibrio en dirección opuesta a las acciones. "La reasignación es de grandes proporciones", indicó Onur Erzan, un consultor de McKinsey. Esa conclusión se basa en un estudio de 2007 y en entrevistas más recientes con gestores de planes de pensiones, administradores de activos, aseguradoras, banqueros de inversión y otros proveedores del fondo.

A toda máquina

Otra evidencia proviene de una encuesta realizada a mediados de 2009 por el consultor de beneficios laborales Towers Watson entre 100 grandes planes de pensiones corporativos. El sondeo descubrió que, en promedio, los fondos planeaban mover este año 10% de sus activos hacia valores que no fueran acciones y en su lugar adquirir bonos e inversiones alternativas.

"Es una aceleración marcada", indicó Carl Hess, el director global de consultoría de inversión de la firma. En el pasado, los cambios se han producido más bien en el orden de 1% anual.

Por ejemplo, el fondo de pensiones de Alcoa tenía 57% de sus activos en acciones en 2006. El mercado bursátil comenzó a caer a fines de 2007, y para fines de 2008, los activos en acciones del portafolio de pensiones de Alcoa habían caído a 33%. El valor de la empresa cayó más de US$2.000 millones, a US$6.500 millones.

Directivos de Alcoa decidieron no restablecer la exposición a las acciones a su nivel previo. Con la aprobación de la junta directiva, buscaron formas de aislar al fondo de daños futuros.

Para comienzos de 2009, el directorio firmó un plan para reducir las acciones a 30% de los activos del fondo, al vender títulos y comprar bonos. Cuando el mercado bursátil volvió a subir a partir de marzo de ese año, Alcoa siguió vendiendo acciones para mantener esa proporción en 30%.

El cambio no fue fácil. Para fortalecer sus activos de pensiones, Alcoa contribuyó en enero con US$600 millones al fondo, en la forma de acciones de la empresa. De todos modos, los activos cubren sólo 80% de las obligaciones de pensiones, y la empresa prevé hacer más contribuciones en el futuro, esta vez en efectivo.

Otras empresas que han reducido la proporción de acciones en sus planes de pensiones son Boeing Co., IBM Corp., Pfizer Inc., PG&E Corp. y Time Warner Inc.

Los fondos de pensiones de estados y municipios en EE.UU., que supervisan US$2,8 billones en activos, también han reducido su exposición a acciones, pero de forma menos marcada que los planes del sector privado. La exposición de los fondos públicos a las acciones superaba 70% en 2007 y era de alrededor de 65% el año pasado.

La reducción de la exposición a acciones significa que muchas empresas necesitarán contribuir en el futuro a sus planes de pensiones.

En 2007, los activos de los planes de jubilación privados más grandes en EE.UU. cubrían 100% de sus obligaciones, de acuerdo con el Global Markets Institute, de Goldman Sachs Group. Para mediados de este año, debido en parte al declive de las acciones después del pico de 2007, los activos cubrían apenas 75% de las obligaciones de los fondos.

Por otro lado, a algunos analistas les preocupa que sea tanta la cantidad de dinero que ha sido transferida a los bonos en los últimos meses, que éstos podrían estar sobrevalorados y cerca de una caída. Si esto llega a pasar, la búsqueda de una inversión segura, tanto por parte de los planes de pensiones como de los inversionistas individuales, podría resultar contraproducente.

Fuente: WSJ