2010/10/21

Grecia pone sus esperanzas en una ambiciosa reforma de los gobiernos locales

Por Nick Skrekas y Alkman Granitsas

ATENAS (EFE Dow Jones)--Asolada durante años por la excesiva burocracia, Grecia planea ahora una radical remodelación del gobierno local que eliminará miles de empleos del sector público, reducirá el papeleo y podría suponer un ahorro de 1.500 millones de euros al año, según el ministro de Interior del país.

A partir del 1 de enero, el gobierno socialista heleno pondrá en vigor su esperada reforma Kallikratis --nombre de uno de los dos arquitectos del Partenón de Atenas--, que eliminará dos tercios de los algo más de 1.000 ayuntamientos y docenas de prefecturas.

"Con la ley Kallikratis se ahorrarán 1.180 millones de euros al año, según cálculos de la oficina de contabilidad general del Ministerio de Finanzas, y esperamos que el ahorro llegue a 1.500 millones de euros", dijo el ministro del Interior, Giannis Ragkousis, en una entrevista para Dow Jones Newswires.

Pero los críticos con la reforma creen que Ragkousis está intentando abarcar más de lo que puede.

"Creo que esta reforma provocará el caos y tiene una posibilidad entre un millón de ahorrar costos", comentó Yorgos Kyrtsos, importante comentarista político y editor del periódico City Press. "Esta nueva reforma del sistema tardará años en funcionar y parece un farol político porque, históricamente, se han intentado otras reformas similares y han fracasado".

Grecia intenta por todos los medios mejorar sus cuentas públicas después de que el país estuviera en mayo al borde de la quiebra, que logró evitar gracias a un paquete de rescate de 110.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea. El país se situó al borde de la bancarrota al anunciar un agujero de 30.000 millones de euros en su presupuesto de 2009, equivalente a cerca del 13% del Producto Interior Bruto.

Grecia llegó a un acuerdo con el FMI y la UE según el cual debe ahorrar al menos 500 millones de euros al año con reformas del gobierno local durante los tres próximos años, objetivo que Ragkousis considera conservador.

El gobierno central heleno transfiere unos 6.000 millones de euros al año --cerca del 8% del total desembolsado por el Ejecutivo-- a los ayuntamientos, suma que supone cerca del 60% de los ingresos de estos.

Cuando el plan entre en vigor en enero, Atenas reducirá las 76 regiones actuales a tan sólo 13 y los 1.034 ayuntamientos quedarán reducidos a 325.

Además, las cerca de 6.000 empresas propiedad de los ayuntamientos se reducirán a 1.500.

"Esto implica que unos 25.000 altos cargos ejecutivos --principalmente designaciones políticas bien remuneradas-- serán eliminados", dijo Ragkousis.

En tan sólo seis años, Ragkousis ha escalado posiciones en las filas del partido socialista griego. El que fuera alcalde de la isla de Paros, en el Egeo, fue elegido personalmente por el primer ministro, Yorgos Papandreu, para convertirse, según algunos observadores, en el segundo hombre con más poder del gabinete heleno, sólo por detrás del propio primer ministro.

Ragkousis dijo que las reformas van más allá del recorte de costos y que aumentarán la transparencia, reducirán las excesivas contrataciones de los ayuntamientos y, por primera vez, garantizarán el control efectivo de centenares de ayuntamientos que han operado durante años sin un control real.

Por ejemplo, los ayuntamientos griegos actualmente deben a sus acreedores unos 2.700 millones de euros, cifra que antes no se conocía. La cifra es pequeña, pero no deja de ser una gota más en el vaso de un país cuyo sector público tiene una deuda de más de 300.000 millones de euros, equivalente a cerca del 125% del PIB.

Según los planes de reforma, un tribunal administrativo especialmente constituido para ello tendrá que aprobar todos los gastos de los ayuntamientos y el gobierno central vetará las decisiones sobre contrataciones, lo que reducirá el nepotismo y la compra de votos, que hasta ahora han sido generalizados a nivel de ayuntamientos.

A partir del próximo marzo, todos los ayuntamientos tendrán también que publicar sus decisiones en Internet para que puedan tener acceso a ellas los ciudadanos, lo que garantizará la transparencia.

No es la primera vez que un gobierno griego intenta controlar mejor a los ayuntamientos, aunque tradicionalmente no ha tenido mucho éxito. Ya en 1831, un año después de que Grecia se independizara del Imperio Otomano, el primer gobernante del país, Ioannis Kapodistrias, fue asesinado tras intentar limitar el poder de los caciques locales.

Más recientemente, en 1998, Grecia redujo el número de ayuntamientos --casi 6.000 en aquella época-- a poco más de 1.000. Pero el plan, irónicamente llamado Kapodistrias, provocó violencia esporádica a lo largo y ancho del país porque los residentes de varias regiones se opusieron a los planes de abolición de sus ayuntamientos y su fusión, en algunos casos, con localidades rivales.

Ragkousis asegura que el plan ahorrará dinero a los ayuntamientos. "Esperamos que para finales de 2011 una mayoría de ayuntamientos registrarán superávit y tendrán fondos para nuevas obras, programas sociales e inversiones".