2010/08/13

La economía china pisa el freno

Por Aaron Back

Beijing—Los principales motores de la economía china siguieron funcionando a medio gas en julio, de acuerdo a nuevas cifras que, según el gobierno, exponen el éxito de su reciente esfuerzo por lograr bajar el ritmo del crecimiento con tal de evitar burbujas.

La producción industrial, un importante indicador de la actividad en esta potencia manufacturera, registró un alza de 13,4% en julio frente al mismo mes de 2009, pero un declive frente al 13,7% de junio, informó el miércoles la Oficina Nacional de Estadística de China. Estos datos mensuales también indican que el crecimiento en las inversiones en renta fija urbana, la medida de referencia de China para el gasto de capital, perdió 22,3% en julio en comparación al mismo lapso del año anterior, y una caída frente al ritmo de 25% registrado en los últimos meses. Estos resultados coinciden en general con las expectativas de los mercados y en consecuencia, los funcionarios adoptaron una visión optimista.

"El impulso del crecimiento económico de China sigue siendo comparativamente fuerte", dijo Sheng Laiyun, portavoz de la oficina de estadísticas. "Una desaceleración económica adecuada ayuda a evitar un sobrecalentamiento, acelerar la reestructuración y mantener un desarrollo económico sostenible", añadió.

El gobierno de China ha reducido gradualmente este año las medidas de su gran paquete de estímulo que empezó a inyectar en su economía a fines de 2008, a la vez que se concentró en eliminar la especulación en el mercado inmobiliario e impedir la expansión de las industrias contaminantes y consumidoras de energía. Dada la expansión económica de 11,1% en el primer semestre de este año, el gobierno se puso preocupado ante la posibilidad de que un crecimiento demasiado rápido podría generar una burbuja inmobiliaria y poner en riesgo sus metas medioambientales.

Estos riesgos parecen estar algo más controlados gracias a la moderación de los recientes indicadores económicos. Además, muchos economistas opinan que China no se ha excedido en su desaceleración. "El crecimiento de China está perdiendo gas, pero no vemos ninguna señal que sugiera un aterrizaje forzoso", señala en un comunicado Lu Ting, economista de Bank of America-Merrill Lynch. Sheng, de la oficina de estadísticas, también apunta que las inversiones en el sector privado han aumentado en los últimos meses y se verán respaldadas a largo plazo por el proceso urbanizador de China.

La inflación vio una subida en julio, a medida que el índice de precios al consumidor de China avanzó hasta 3,3% frente al 2,9% de junio. Aun así, varios economistas aseguraron que esta subida es en gran medida un reflejo del encarecimiento de los alimentos en medio de una racha de severas inundaciones en muchas áreas del país. Los expertos pronostican que este efecto temporal se disipe en los próximos meses. Subrayando las presiones para controlar la inflación, el índice de precios mayoristas vio un alza de 4,8% en julio, en comparación con el mismo periodo del año anterior, pero menos que el 6,4% de junio.

Con todo, sigue habiendo temores de que la desaceleración de China acabe siendo más aguda y negativa de lo que planearon originalmente. "Una menor demanda podría agravar las preocupaciones sobre el crecimiento, lo que a su vez podría provocar que el gobierno adopte una política monetaria más adecuada", asegura Prakash Sakpal, economista de ING.

Algunos economistas creen que el gobierno podría acabar levantando los límites a los préstamos bancarios, que habían sido restringidos por las autoridades a un máximo de 7,5 billones (millones de millones) de yuanes este año. Esta medida fue clave a la hora de regular el reparto de los fondos del paquete de estímulo del gobierno, gran parte de los cuales fueron inyectados a través del sistema de bancos estatales. Sin embargo, el banco central ha asegurado que el límite no será modificado.

En julio, las instituciones financieras de China otorgaron 532.800 millones de yuanes en nuevos préstamos, informó el miércoles el Banco Popular de China, un descenso frente a 603.400 millones en junio. Estas cifras significan que los bancos han repartido ya 69% de su cuota anual, pese a que en China, la concesión de créditos suele concentrarse en el primer semestre del año.

— Liu Li, en Beijing; y Esther Fung, en Shanghai, contribuyeron a este artículo.