2010/02/10

Alemania evalúa un plan de garantías de préstamos para rescatar a Grecia

Por David Crawford y Matthew Karnitschnig, en Berlín, y Charles Forelle, en Bruselas

BERLÍN—Alemania considera un plan con sus socios de la Unión Europea (UE) para ofrecer a Grecia y otros miembros de la zona euro en apuros garantías de préstamos en un intento por calmar los temores de una cesación de pagos, según fuentes cercanas.

El plan se implementaría dentro del marco de la UE pero estaría encabezado por Alemania, informó una fuente. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha analizado esta idea en los últimos días con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, según esta persona.

Las deliberaciones subrayan las preocupaciones en Europa de que las turbulencias en los mercados en torno a los altos niveles de deuda de Grecia y otros países pueden mellar la unión monetaria.

Grecia es el que ha salido peor parado de un grupo de países que incluye a España, Portugal e Irlanda. En los últimos meses, sus bonos han enfrentado mayor presión en medio de las preocupaciones de que tendrá dificultades para pagar sus deudas. Esto también ha afectado al euro en los últimos días.

Aún no está claro la estructura que podrían adoptar las garantías, pero cualquier iniciativa que les permita a los países que violan las normas del bloque sobre los déficits, como Grecia y España, eludir las consecuencias de sus políticas probablemente genere inquietud sobre la viabilidad del euro a largo plazo.

El que la UE estudie una medida de esta magnitud sugiere que sus autoridades consideran que la alternativa, una potencial cesación de pagos de un miembro de la zona euro, sería un desenlace que podría tener serias repercusiones para Europa y la economía mundial.

El tema acaparará la atención durante la cumbre de los líderes de la UE que tendrá lugar el jueves en Bruselas. Puede que esta semana no se llegue a una decisión final sobre el plan, pero Alemania ha concluido que las garantías de préstamos constituyen la manera más eficiente para prevenir el contagio de la crisis de deuda, apuntó una de las fuentes.

Un vocero del ministerio alemán de Finanzas dijo que aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la ayuda. Un portavoz del presidente de la UE, Herman Van Rompuy, no quiso hacer comentarios para este artículo. Un vocero del BCE declinó referirse al tema.

Durante semanas, los inversionistas han alimentado la inquietud de que el déficit fiscal y alto nivel de endeudamiento coloquen a Grecia en riesgo de sufrir una cesación de pagos.

El martes, la noticia de que Trichet abreviaría una reunión en Australia para viajar a Bruselas fortaleció al euro frente al dólar y a los bonos griegos. Los inversionistas interpretaron la medida como una señal de que podría haber un paquete de rescate para Grecia.

Las esperanzas de los inversionistas se desinflaron cuando la oficina de Trichet insistió que el presidente del BCE tenía contemplado asistir a la cumbre de Bruselas desde el mes pasado.

El precio de la ayuda

En cierto sentido, el euro es un experimento arriesgado, una alianza económica forjada en torno a una moneda común, pero que deja la política fiscal en manos de cada país miembro. La promesa de que ningún integrante gaste en exceso ha sido violada por Grecia en reiteradas ocasiones durante los últimos diez años.

Se calcula que el déficit fiscal de Grecia para 2009 ascienda a cerca del 13% de su Producto Interno Bruto (PIB), muy por encima del límite de 3% fijado por la UE.

Durante la mayor parte de su existencia, el euro siguió su marcha a pesar de que países como Grecia e Italia no respetaban los límites fiscales. Los inversionistas no prestaban mucha atención a las escasas facultades del brazo ejecutivo de la UE para obligarlos a cumplir sus compromisos.

Ahora, sin embargo, el mercado ha enviado una clara señal de que el juego tiene que terminar y la UE tiene una difícil decisión por delante.

Cualquier solución que se configure para Grecia podría convertirse en un modelo para futuros rescates, apuntan analistas. ¿Debería Portugal recibir ayuda también? ¿Cuál es el mensaje que esto envía a los países de Europa del Este que tratan de incorporarse a la UE? ¿Qué ocurrirá con Irlanda, que no ha obtenido asistencia y que ha puesto en marcha severos recortes de gastos?

"El incendio puede apagarse de un día para otro. No es tanto dinero", dice Stephen Jen, del fondo de cobertura londinense BlueGold Capital Management. "Nos encontramos ante un problema mucho mayor".

Cualquier asistencia que preste la UE tendrá que hallar un equilibrio entre impedir una catástrofe de mayores proporciones, por una parte, y no castigar lo suficiente a países proclives a gastar en exceso, como Grecia, por la otra. Esto último podría mermar la confianza en el euro.

"Mientras quede muy claro que cualquier respaldo vendrá aparejado de condiciones muy severas, no va a afectar el tema del riesgo moral", indica Fabian Zuleeg, economista jefe del Centro de Política Europea, un centro de estudios de Bruselas. De todos modos, añade, "hay que elegir entre dos males".

Un rescate generaría grandes interrogantes acerca del pacto de estabilidad y crecimiento de la UE, como se conoce el mecanismo en que los países de la zona euro manejan su deuda. La UE ha sostenido que el pacto por sí solo es suficiente para ordenar las finanzas de los miembros más gastadores.

El martes hubo una leve señal de un cambio de parecer en Bruselas cuando Joaquín Almunia, en su último día como comisionado de Economía de la UE, afirmó que esperaba que otros miembros de la UE estuvieran dispuestos a ayudar a Grecia, pero que Atenas tenía que reconocer que no podía "recibir apoyo gratis".

Almunia, que durante cinco años ha sido el encargado de implementar las normas presupuestarias del bloque, había insistido durante varias semanas que Grecia, con la supervisión de la Comisión Europea, era capaz de corregir por su cuenta sus problemas fiscales.

[Grecia]
Fuente: WSJ