2009/01/15

Bank of America busca lograr una nueva inyección de capital del gobierno de EE.UU.

Por Jon Hilsenrath, Dan Fitzpatrick, Damian Paletta y Susanne Craig

El gobierno de Estados Unidos está cerca de inyectar miles de millones de dólares en Bank of America Corp. en momentos en que el mayor banco del país por activos tiene dificultades para digerir la adquisición de la firma de valores Merrill Lynch & Co., informaron fuentes cercanas.

Las negociaciones habrían comenzado a mediados de diciembre, agregan las fuentes, cuando Bank of America le habría informado al Departamento del Tesoro que era poco probable que sellara la compra de Merrill debido a que la firma de Wall Street registraría pérdidas superiores a lo esperado en el cuarto trimestre. Bank of America ya recibió US$25.000 millones en fondos del gobierno.

 El Departamento del Tesoro, alarmado de que el fracaso de la compra de Merrill desestabilice a los mercados financieros, habría empezado a negociar la "formulación de un plan" que incluye la infusión de fondos federales, señalaron las fuentes. El plan, cuyos detalles aún se negocian, sería anunciado el 20 de enero, coincidiendo con la divulgación de los resultados de Bank of America.

El posible acuerdo deja de manifiesto el frágil estado de salud del sistema financiero y su necesidad de conseguir capital, a pesar de los miles de millones de dólares que el gobierno ya ha invertido.

Las conversaciones con Bank of America fueron encabezadas por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, dicen fuentes cercanas. A Paulson le preocupaba que sin la inyección de fondos federales, la compra de Merrill Lynch no hubiera fructificado. La operación se cerró el 1 de enero.

Un portavoz del Departamento del Tesoro declinó referirse al tema.

El Tesoro ya comprometió la primera mitad de los US$700.000 millones que recibió del Congreso a finales del año pasado, aunque algunos fondos aún no se han distribuido. Esta semana, el presidente George W. Bush notificó formalmente al Congreso de que quería tener acceso al segundo tramo de los fondos a nombre del presidente electo, Barack Obama.

Una fuente cercana señaló que Bank of America recibirá más fondos federales. En esencia, el gobierno de Bush estaría gastando los fondos que no han sido aprobados por el Congreso que, de otra forma, corresponderían al gobierno de Obama.

Los legisladores, quienes no han ocultado su descontento con la forma en que el gobierno de Bush ha manejado los fondos, han pasado la semana analizado las condiciones que les gustaría imponer antes de aprobar los US$350.000 millones. A los legisladores les agradaría que buena parte del dinero se destinara a ayudar a los deudores hipotecarios que corren el riesgo de perder sus casas. Un voto decisivo sobre la materia podría tener lugar el jueves o el viernes en el Senado.

"Ahora que la primera mitad del paquete de rescate ya ha sido comprometida, el presidente electo Barack Obama cree que la necesidad es inminente y urgente", escribió el lunes Lawrence Summers, uno de los principales asesores económicos de Obama. "No nos podemos dar el lujo de esperar".

Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, señaló el martes que le gustaría que la mayor parte de los US$350.000 millones del paquete de rescate se destine a apuntalar el sistema financiero, cuya persistente debilidad ha encendido las alarmas entre las autoridades económicas.

Inversionistas e instituciones financieras podrían tener que asumir pérdidas por hasta US$2 billones (millones de millones) ligadas a préstamos incobrables, mucho más de lo previsto hace apenas unos meses.

Es improbable que la economía y los mercados se recuperen en forma sostenida hasta que la brecha se cierre.

Las acciones bancarias se han precipitado mientras los inversionistas empiezan a interiorizar la delicada situación de la banca. El miércoles, la acción de Bank of America Corp. cayó 4,23% antes de que trascendiera la posible ayuda del gobierno. La acción de Citigroup Inc., que se dispone a emprender una drástica reducción de sus operaciones, perdió 23% . El Promedio Industrial Dow Jones cerró con una baja de 248,42 puntos, un 2,94%, para ubicarse en 8.200,14 unidades.

Algunos analistas esperan que Bank of America anuncie una pérdida en el cuarto trimestre o al menos una ganancia inferior a lo esperado. Se desconocen las pérdidas exactas de Merrill Lynch en ese período. Los problemas de Merrill provienen principalmente del deterioro de los activos en sus libros, indicó una fuente cercana.

Aunque su dimensión y diversidad protegieron a Bank of America durante la etapa inicial de la crisis financiera, el banco ahora es vulnerable a la crisis económica.

Tras la reciente adquisición de Merrill y la firma hipotecaria Countrywide Financial Corp., Bank of America tiene presencia en todos los rincones del alicaído sistema financiero estadounidense, desde las tarjetas de crédito y las hipotecas a la asesoría de fusiones y adquisiciones y la administración de patrimonio.

Kenneth Lewis, su presidente ejecutivo, ya le recomendó a la junta directiva que no concediera bonos para 2008, advirtiendo que el desempeño estaría por debajo de las expectativas. El banco ya ha anunciado la eliminación de entre 30.000 y 35.000 empleos.