2011/09/07

Setiembre, el mes más cruel para las bolsas

Por Matt Philips y Jonathan Cheng

Tras el peor agosto del Promedio Industrial Dow Jones en una década, todos, desde los inversionistas particulares hasta los jefes de las grandes corredoras de Wall Street, se están apretando el cinturón de cara a septiembre, históricamente el peor mes del año para la bolsa.

Por ahora, las noticias no son buenas: la bolsa ha arrancado con el peor septiembre desde 1974.

He aquí una pequeña guía sobre lo que podría bautizarse como "Las cinco caídas": las cinco áreas de interés para los inversionistas este mes.

Economía

Con la noticia de que Estados Unidos no consiguió generar empleo neto durante el mes de agosto, las perspectivas de crecimiento de la economía más grande del mundo son muy inciertas.

Un aumento en los sueldos es un pilar fundamental para los estadounidenses, cuyo consumo representa cerca de 70% de la actividad económica del país. Hasta el momento, el consumo se ha mantenido sorprendentemente bien, pero algunos aseguran que las cifras que se harán públicas en septiembre mostrarán una desaceleración.

Por otra parte, algunos datos de agosto —sobre ventas de autos, por ejemplo— sugieren que el consumo se mantienen robusto.

"El consumidor definitivamente aguantó durante julio", dice Tom Porcelli, economista jefe para EE.UU. de RBC Capital Markets. "(También) parece que aguantó en agosto. Este es el mes en que vienen las preguntas".

Ganancias

Trimestre tras trimestre, las ganancias de las empresas han propulsado el avance de 70% de la bolsa desde sus mínimos de marzo de 2009. La fórmula del éxito: recortes de costos, sueldos bajos y ventas en el extranjero.

Pero las ganancias podrían estar perdiendo ímpetu. Algunos analistas han empezado a rebajar sus predicciones de las utilidades del tercer trimestre de las empresas que integran el índice Standard & Poor's 500, un giro significativo teniendo en cuenta que los expertos llevaban tiempo insistiendo en sus mensajes optimistas a pesar de la avalancha de datos económicos negativos.

Los economistas prevén ahora que las compañías del S&P 500 cosechen un promedio de US$24,94 por acción en el tercer trimestre, una caída frente a los US$25,31 a mediados de julio, según Capital IQ.

La Reserva Federal

Dadas las crecientes señales de que la economía podría volver a caer en una recesión, muchos inversionistas confían en que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, salga al rescate. La Fed ya ha prolongado su reunión de finales de septiembre a dos días, en lugar de uno, "para permitir un debate más profundo" de las opciones.

El mercado guarda un buen recuerdo de la última gran intervención que llevó a cabo la Fed: la compra de US$600.000 millones en bonos del Tesoro que arrancó en noviembre. Las pistas que el banco central dio sobre el programa en agosto de 2010, y la compra en sí, impulsaron el Dow 14% a fines de año. El crudo subió 22% y el cobre, 31%.

Pero hay grandes obstáculos detrás de cualquier repunte. En primer lugar, puede que la Fed no anuncie ninguna medida, una decisión que probablemente sería recibida con decepción. Y aunque la Fed actúe, cualquier política no tendrá la misma fuerza que la última vez.

Europa

Una serie de fechas clave se avecinan en septiembre ahora que los legisladores europeos regresan al trabajo y la atención se centra de nuevo en Grecia. Hoy, un tribunal alemán decidirá sobre la legalidad del primer rescate griego y para el jueves hay programada una reunión habitual del Banco Central Europeo.

También están pendientes varias votaciones sobre un segundo rescate para Grecia. Interrogantes como la reciente insistencia de Finlandia en obtener una garantía a cambio de contribuir a los rescates hacen que el acuerdo todavía peligre.

Política

Ahora que los gobiernos juegan un papel tan importante en los mercados financieros, en EE.UU. las señales de que el rencor entre los demócratas y los republicanos no se ha disipado podrían convertirse en un problema peliagudo en septiembre.

En Europa, los debates entre Alemania, Francia y el resto de la región también agravan la preocupación de que el continente está todavía muy lejos de superar su crisis.