2011/03/21

Las sorpresas de los mercados emergentes

Por Ben Levisohn

Las señales de peligro están apareciendo por todas partes en los mercados emergentes. El crecimiento se está desacelerando, la inflación está al alza y la inestabilidad política que está paralizando a los gobiernos en Medio Oriente y África del Norte podría extenderse más. Eso sin mencionar los efectos de los desastres en Japón, la tercera economía más grande del mundo.

En el pasado, una serie de factores de este porte provocaría que los inversionistas se deshicieran de todas las inversiones en los mercados emergentes y se escondieran en países más seguros hasta que las condiciones mejoraran.

Pero aquellos que abandonen el barco podrían dejar pasar grandes oportunidades. Por primera vez desde la crisis financiera, los mercados emergentes no están operando de forma sincronizada. Algunos países se ven robustos a pesar de la reciente agitación, con sólidas posibilidades de crecimiento, escasa presión inflacionaria y la capacidad de capitalizar el aumento de los precios del petróleo. Entre ellos se encuentran Rusia, México, Tailandia, Turquía y la República Checa.

Las estadísticas generales son negativas, pero sólo nos cuentan una parte de la historia. Desde el comienzo del año pasado, el Índice de Mercados Emergentes MSCI ha bajado 2,2% en comparación con un alza de 5,7% del Promedio Industrial Dow Jones y una ganancia de 3,5% en el más amplio Índice Mundial MSCI.

Los mercados emergentes no son el monolito que solían ser. Desde el 31 de diciembre y antes de que la tragedia de Japón sacudiera los mercados globales, las acciones rusas habían subido 6,4%. Hungría no estaba muy lejos con una ganancia de 5%. Marruecos había acumulado 3%, la República Checa 2% y Tailandia 0,8%.

De hecho, la "correlación" promedio entre el Índice MSCI y los países que lo integran había bajado a 0,53 el 2 de marzo desde 0,8 el 31 de diciembre, según la firma de datos financieros FactSet. (Una correlación de 1,0 implica que dos activos se mueven de forma sincronizada; una correlación de menos 1,0 significa que se mueven de manera opuesta. Cuanto más se acerque a cero, menor será la correlación).

Medidos por su actividad económica, los mercados emergentes están menos conectados que lo que han estado al menos desde 1995, según Goldman Sachs Group Inc.

Los mercados estuvieron casi tan diferenciados durante la crisis de deuda de la década de los 90 como lo están ahora. Los inversionistas que apostaron de forma inteligente en aquel entonces fueron recompensados por su coraje. Durante 12 meses desde el primero de julio de 1997, el Índice de Mercados Emergentes MSCI perdió 28,4%. Pero el mercado de Turquía se disparó 108%, mientras que los de Hungría y Marruecos ganaron 38% y 29%, respectivamente.

La batalla que ahora se está gestando es entre el crecimiento económico y la inflación, dice Dominic Wilson, el codirector de investigación global macroeconómica y de mercados en el departamento de economía de Goldman Sachs. "Buen crecimiento e inflación baja es mejor que lo opuesto".

En lo que va de 2011, una cartera con los cinco países de mercados emergentes con un mayor crecimiento en la producción industrial supera en 4,7% a una con los países de menor producción, de acuerdo a FactSet. Los países con un menor aumento de la inflación mes a mes han superado en 0,75% en desempeño a los de mayor alza en la inflación.

Unos fundamentos económicos sólidos no tienen ningún valor en medio del caos político. El mercado de valores egipcio cayó 20,4% este año antes de suspender operaciones el 27 de enero, a pesar de que la economía creció 5,5% durante el tercer trimestre de 2010, el dato más reciente disponible. Los mercados en todo Medio Oriente y África del Norte están extremadamente nerviosos, pero los eventos allí tienen poco o nada que ver con lo que ocurre en el Sudeste Asiático o América del Sur.

"El aumento de la agitación política lleva a los inversionistas a mirar más el riesgo idiosincrásico de cada mercado emergente", dice Alex Bellefleur, economista financiero del banco de inversión Brockhouse & Cooper Inc., en Montreal.

Otro factor imprevisible es el precio del petróleo. Desde junio de 2009 hasta el final de 2010, el petróleo y los mercados emergentes se movieron de forma sincronizada al alza, por las expectativas de un mayor crecimiento mundial. La correlación de estos dos activos en un período de 26 semanas registró un promedio de 0,88, según Thomson Reuters Corp. Sin embargo, este año, la correlación ha bajado desde 0,83 el 31 de diciembre a 0,49 la semana que terminó el 11 de marzo. La diferencia es que los precios del petróleo ahora están subiendo no debido a las expectativas de crecimiento sino por miedo a una escasez.

Dados todos estos factores —crecimiento, inflación, estabilidad política y petróleo— muchos gestores de fondos y estrategas citan a Rusia, Tailandia, Taiwán, Turquía y la República Checa como las mejores apuestas ahora.

México también es atractivo dado que su banco central hace poco aumentó 0,6% el rango de previsión de crecimiento anual a entre 3,8% y 4,8%.

¿Dónde deberían tener mayor cautela los inversionistas?

Empezando por India, un importante importador de energía donde la inflación está subiendo. Se espera que su crecimiento caiga este año a 6% desde 8% en 2010, según Lombard Street Research.

China se enfrenta a muchos de los mismos problemas, y no está claro si los estrategas monetarios, que han impulsado las tasas de interés tres veces desde octubre, serán capaces de orquestar un aterrizaje económico suave y al mismo tiempo controlar los precios.

Fuente: WSJ