2011/08/09

El BCE lidera una operación para blindar a Italia y España

Por Brian Blackstone y Marcus Walker

FRÁNCFORT—El Banco Central Europeo (BCE) indicó que comprará bonos soberanos de Italia y España a gran escala en lo que constituye un salto cualitativo en la batalla de dos años de Europa para contener la crisis de la deuda.

La intervención del BCE para apuntalar a Italia y España representa un hito en el esfuerzo por combatir la crisis financiera. Hasta ahora, el banco central había insistido en que la principal responsabilidad recaía sobre los gobiernos nacionales y la decisión de comprar bonos italianos equivale a aceptar que los miembros de la zona euro no pueden o no quieren responder efectivamente. Ello transforma al BCE en el prestamista de última instancia de la región. El cambio podría cambiar la naturaleza de la unión monetaria europea.

La entidad manifestó que "implementará activamente" su programa de compra de bonos, que había pasado a un segundo plano durante más de cuatro meses antes de reanudar las adquisiciones de bonos irlandeses y portugueses la semana pasada.

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El comunicado, divulgado el domingo en la tarde, no mencionó específicamente a España ni Italia, aunque el mensaje quedó claro: luego de más de un año de actividad intermitente en el mercado de bonos de sus integrantes más débiles, el BCE está interviniendo para impedir que la crisis de la deuda griega termine contagiando a las economías más grandes.

El comunicado felicitó a Italia y España, la tercera y cuarta economía de la zona euro, respectivamente, por emprender "nuevas medidas y reformas en las áreas de políticas fiscales y estructurales". La decisión le concede a España e Italia "una cantidad importante de tiempo" y la declaración del banco central "apunta claramente en la dirección de una respuesta inminente y enérgica", señaló un informe de Royal Bank of Scotland.

La decisión, no obstante, generará un acalorado debate dentro y fuera del BCE.

Los 23 integrantes de la junta directiva del organismo ya estaban divididos entre los de países del norte y del sur respecto a las compras limitadas de bonos irlandeses y portugueses. Al menos tres presidentes de bancos centrales del norte de Europa, incluyendo el de Alemania, resistieron la medida, dijeron fuentes cercanas.

La decisión de comprar bonos de España e Italia produjo divisiones similares. El anuncio del viernes de la agencia crediticia Standard & Poor's de rebajar la calificación de AAA de la deuda de EE.UU. fortalece a los partidarios de la compra de bonos en medio de las preocupaciones sobre un nuevo brote de contagio en los mercados globales.

El BCE intentó la semana pasada reforzar la confianza de los inversionistas mediante la compra de bonos de Irlanda y Portugal, pero la medida no surtió el efecto deseado.

Estos dos países, junto con Grecia, ya recibieron paquetes de rescate europeos, quedando efectivamente al margen de los mercados de capitales.

Para detener de manera significativa el contagio de la crisis a España e Italia, los analistas creen que el BCE tendría que incrementar sus compras de bonos, un paso que la entidad había resistido. Desde que comenzó el programa, en mayo de 2010, ha comprado menos de 80.000 millones de euros (unos US$114.000 millones) en bonos griegos, irlandeses y portugueses.

Italia y España emiten entre ambas alrededor 600.000 millones de euros (unos US$856.800 millones) al año en deuda soberana. De acuerdo con Paul Mortimer-Lee, economista de BNP Paribas, "puede haber buenas razones para compras de entre 230.000 millones y 400.000 millones de euros".

Los opositores también tienen municiones. Comprar bonos del gobierno pone al BCE peligrosamente cerca de la esfera de la política fiscal, una preocupación particularmente aguda en Alemania.

Fuente: WSJ