2011/08/10

El BCE calma los mercados de deuda europea

Por Brian Blackstone y Charles Forelle

FRÁNCFORT— El Banco Central Europeo (BCE) cumplió su promesa de comprar bonos españoles e italianos en gran escala, calmando a los inversionistas que temían que los líderes europeos se quedaran de brazos cruzados mientras la crisis de la deuda se propagaba a España e Italia.

Los rendimientos de los bonos de España e Italia se desplomaron el lunes, al igual que el diferencial con los de los papeles equivalentes de Alemania, considerados más seguros. El rendimiento de los bonos italianos a 10 años cayó a alrededor de 5,3% desde un poco más de 6% mientras que el de los españoles descendió a 5,15%.

El BCE compró los bonos de esos países por primera vez desde que creó su programa de adquisición de deuda hace 15 meses, dijeron operadores. La entidad no informó el monto que compró ni confirmó que haya intervenido en el mercado. Pero los cálculos indican que las compras podrían haber ascendido a entre 3.500 millones de euros (US$5.000 millones) hasta 5.000 millones de euros.

[wsjamd2809]

Incluso la compra de 5.000 millones de euros es "una gota en el océano" en comparación con el tamaño de los mercados de bonos de Italia y España, opinó Ciaran O'Hagan, estratega de renta fija de Société Générale. "Su capacidad de impactar a los mercados no se verá en un día, sino con el tiempo", manifestó.

Las adquisiciones del BCE de bonos italianos y españoles no ayudaron a las bolsas europeas, que el lunes se derrumbaron junto con el resto de los mercados globales. Las bolsas de Londres, París y Fráncfort bajaron y los principales índices de Francia y Alemania perdieron más de 4% cada uno. Incluso las bolsas de Italia y España, que habían iniciado sus operaciones al alza, cerraron en baja. La bolsa de Milán cayó 2,3% y la de Madrid 2,4%. La bolsa de Atenas retrocedió 6% y alcanzó su menor nivel en más de 14 años.

El BCE anunció el domingo que "implementará activamente" su programa de compra de bonos, que fue reactivado la semana pasada luego de una pausa de cuatro meses. El organismo se limitó a comprar bonos portugueses e irlandeses la semana pasada.

El BCE no quiso comprometerse con compras más amplias en ese momento porque quería garantías de que Italia y España acelerarían sus reformas y planes de austeridad, y de que el fondo de rescate podrá comprar bonos en las próximas semanas. Con esos compromisos asumidos, el banco central estuvo dispuesto a entrar en un territorio inédito: la compra de bonos de los países más grandes de la zona euro.

Italia y España, tercera y cuarta economía de la región, respectivamente, tienen un Producto Interno Bruto de casi 2,7 billones de euros (millones de millones), casi 30% del PIB de la zona euro. Economistas de Royal Bank of Scotland calculan que el BCE y el fondo de rescate de Europa deberán tener 850.000 millones de euros en bonos de Italia y España para blindar a esos países. "No puedo imaginar que vayan a querer poner la cantidad de dinero que los mercados querrían para apuntalar a Italia y España, tendrían que ser cientos de miles de millones de euros", dijo Raoul Ruparel, analista del centro de estudios londinense Open Europe.

Los datos del lunes ilustran la tensión imperante en los mercados en los días previos a la intervención del BCE. Los bancos comerciales italianos duplicaron la cantidad de dinero que pidieron prestado al BCE el mes pasado llegando a 80.000 millones de euros (US$115.000 millones), un reflejo de sus dificultades para acceder a los mercados interbancarios para financiarse a corto plazo.

El BCE ha dejado en claro que combate la crisis de manera renuente. La entidad ha considerado desde hace tiempo que la principal responsabilidad por sacar a los países débiles de la zona euro de sus aprietos fiscales es de los contribuyentes de las economías fuertes, y no suya. El comunicado del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, del domingo decía que la junta directiva del banco "considera fundamental que los gobiernos se preparen para activar" el fondo de rescate para comprar bonos en el mercado secundario. En otras palabras, seguir el ejemplo del banco central.

Fuente: WSJ