2010/11/24

El mensaje de Madrid: España no es Irlanda

Por Sara Schaefer Muñoz y Jonathan House

Los funcionarios españoles están poniendo en marcha una activa campaña para calmar los temores de que los problemas fiscales de Europa —que ya saltaron de Grecia a Irlanda y que podrían extenderse pronto a Portugal— algún día podrían llegar a su territorio.

Con el paquete internacional de rescate para Irlanda estimado en 80.000 millones de euros (US$109.000 millones) avanzando, los inversionistas están temblando ante la posibilidad de que otras economías europeas en problemas tengan un destino similar. Muchos dicen que Portugal podría ser el próximo, pero si los problemas luego se extienden a la mucha más grande economía española, algunos dicen que la durabilidad de la moneda única europea —una preocupación solamente teórica hasta ahora— podría volverse una cuestión real.

Esa es la razón por la que los funcionarios españoles se están apresurando a erigir una muralla alrededor del país con una serie de comentarios positivos respecto al progreso de las reformas fiscales del país y la solidez de su sistema bancario. El mensaje que están enfatizando es que España no es Irlanda.

"Debido a las extraordinarias medidas tomadas, nuestra situación es mejor que la de otros países y mejor que en mayo", dijo el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña.

Mientras tanto, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dijo el martes que el sector bancario español es relativamente saludable y que no debería haber "comparaciones" entre los bancos del país y muchos de sus pares europeos. Sus palabras se produjeron luego de comentarios de la ministra de Economía, Elena Salgado, que señaló en una entrevista radial que España tiene una economía más grande y diversificada que la de Irlanda y que se estaban haciendo progresos "tangibles" con las reformas.

A pesar del esfuerzo para calmar los mercados, el costo de financiación para España y otros países europeos periféricos subió el martes, debido a la preocupación de los inversionistas ante la posibilidad de que los países muy endeudados se metan en problemas como los que golpean a Irlanda.

[España]

La prima de riesgo de España —medida como el diferencial o spread entre el interés que paga por sus bonos a 10 años comparado a los títulos alemanes equivalentes— llegó a su nivel más alto desde la creación del euro en 1999. La bolsa cerró con una caída de 3,1%. España todavía tiene que cubrir sus necesidades de financiamiento para 2010 y tiene otras emisiones de deuda planeadas.

Mientras tanto, el costo de asegurar la deuda de los dos bancos más grandes y saludables de España —Banco Santander S.A. y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A.— llegó a su nivel más alto en más de un mes, de acuerdo con el proveedor de información de mercado Markit. En otra señal de la inquietud en los bancos, Banco Sabadell S.A., una institución mediana, comenzó a ofrecer recientemente una elevada tasa de 5% para algunas cuentas de ahorros, en un intento por atraer depósitos.

Funcionarios españoles reconocieron el martes que los legisladores deben seguir adoptando medidas de recorte presupuestario si quieren controlar las preocupaciones de los inversionistas. "La comunidad financiera y económica internacional y nuestros socios europeos van a ser muy exigentes", advirtió Fernández Ordóñez, que también integra la junta del Banco Central Europeo.

El gobierno se ha comprometido a reducir el déficit a 9,3% del PIB este año desde 11,1% de 2009.

Como Irlanda, España registró un acelerado crecimiento de su economía en la última década, gracias a un auge inmobiliario y a que su sector bancario se expandió a través de cientos de miles de millones de euros en préstamos otorgados a familias y urbanizadores privados.

Ambos países cayeron cuando la burbuja de activos comenzó a desinflarse, aunque los bancos españoles han resistido mejor que sus pares de Irlanda y de otros lugares, gracias en parte a una regulación estricta y reglas del gobierno que les exigen reservar fondos extra para amortiguar pérdidas.

Fuente: WSJ