2009/05/18

por José Carlos Díez. Economista Jefe de Intermoney

Tras conocer el PIB del primer trimestre de la economía estadounidense la pasada semana, tres datos macroeconómicos frustraron el optimismo de los inversores.

2. EEUU: Ventas e iniciaciones de viviendas Fuente: Bloomberg (30-4-09)
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EEUU: Ventas e iniciaciones de viviendas Fuente: Bloomberg (30-4-09)

Las exportaciones reales de marzo volvieron a caer en tasa mensual al igual que las ventas minoristas de abril, por lo que las ventas de las empresas siguen sin reactivar y con los precios estancados es complicado obtener beneficios, por lo que es lógico que las bolsas corrijan.

El otro dato fueron las peticiones semanales de desempleo que volvieron a repuntar con fuerza, enfriando el optimismo que generó la intensa caída de la destrucción de empleo no agrícola de abril. Hasta que las familias no minoren su miedo a perder su puesto de trabajo es difícil que gasten con alegría por lo que el dato es muy relevante.

Tan relevante que Robert Gordon, miembro del comité de ciclos del NBER, acaba de publicar una investigación en la que el pico de peticiones de desempleo ha anticipado con seis semanas de antelación el final de las recesiones de 1975, 1980 y 1982, con 4 semanas la de 2001 y en 1991 tocaron un pico con tres semanas de retraso. Gordon fija el pico de la serie a mediados de abril y anticipa la posibilidad del final de la recesión a finales de mayo.

El repunte de las peticiones de la pasada semana aún no supera los máximos de abril, pero en Intermoney consideramos que será el empleo no agrícola el que determinará el final de la recesión y estimamos que aún quedan varios meses de destrucción de empleo y de recesión.

Esta semana conoceremos los permisos de nuevas viviendas de abril que esperamos continúe su ajuste. Las ventas de viviendas ya se han estabilizado pero sigue habiendo un elevado exceso de oferta, por lo que la nueva producción y los precios seguirán ajustando. Las ejecuciones hipotecarias siguen aumentando, lo cual amplia la presión a la baja sobre los precios de la vivienda y por ende sobre la solvencia bancaria y la restricción de crédito. Por lo tanto, el punto de inflexión ya se ha producido pero continúa la incertidumbre.

Fuente: Expansión