Al dólar le faltaba la puntilla para reflejarse como una moneda débil. La Fed ha convertido al billete verde en una moneda 'barata', refugio de los más prudentes en épocas de mayor volatilidad. Hoy, además, debía encarar las voces que apuntaban a una posible rebaja de 'rating' a EEUU, lo que aprovechaba el euro para marcar máximos desde el pasado uno de enero en su cruce con el dólar.
Los operadores cada vez confían menos en la capacidad crediticia de EEUU y se muestran bastante preocupados por el deterioro de sus activos y los costes de los préstamos cercanos a cero, después de que la Reserva Federal (Fed) pusiera a funcionar la máquina de hacer billetes. Inundó de dólares el mercado y ahora esa moneda ha perdido casi todo su atractivo.
Tales son las dudas que les surgen a los inversores, sobre todo tras las consideraciones sobre el estado de salud de la economía estadounidense por parte de Bill Gross -gestor de Pimco- que el euro conseguía hoy recuperar, por unos minutos, la cota de los 1,40 dólares, un nivel que no alcanzaba desde el primer día del año 2009.
Frente al yen, el dólar también se teñía de rojo. Es más, la moneda nipona lograba marcar máximos de nueve semanas frente a la divisa estadounidense después de que el ministro de Finanzas, Kaoru Yosano dijera el viernes que el país no considera una intervención en el mercado de cambios.
El rating de EEUU, en el punto de mira
A la delicada situación del dólar sólo le faltaba añadirle los temores a que EEUU pierda la máxima calificación crediticia.
Gross, uno de los responsables de inversión de Pacific Investment Management Co (Pimco) y gestor del Pimco Total Return Fund (que cueta con activos por valor de 154.000 millones de dólares), ha señalado a Reuters que la caída que sufrieron los mercados ayer se debió al miedo de los inversores a que Estados Unidos siga los pasos de Reino Unido, ya que una rebaja de ráting tendría un impacto muy negativo en los activos financieros y en el dólar.
Así, cuando quedaba alrededor de una hora para el cierre de los mercados del Viejo Continente, el euro se apreciaba poco más de un 0,4% frente al billete verde y se cambiaba en 1,4001 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) fijaba el cambio oficial en 1,3972 dólares.