2011/03/18

Una estrategia de inversión en Japón para los valientes

Por Brett Arends

Si se sienten envalentonados, ¿qué pensarían de invertir en el mercado bursátil japonés hoy mismo?

La Bolsa de Valores de Tokio ha caído cerca de 13% desde el terremoto. Este es el mercado bursátil que más miedo da en la Tierra. Es uno de los colapsos bursátiles más rápidos de la historia, comparable con el de 1929 y el de 1987.

Sin embargo, Japón sigue siendo la tercera economía más grande del mundo, y mucho mejor de lo que muchos imaginan. Entonces, ¿será el momento de que los valientes empiecen a comprar?

De hecho, sí, dice Ed Merner, un gerente de inversiones estadounidense que ha trabajado en Tokio durante 40 años. Hoy, el mercado ha incorporado en los precios el riesgo de una severa crisis nuclear "como si Japón, o la mitad de Japón, fuera a desaparecer. Todo se ha tirado a la basura".

Por supuesto, hay graves riesgos ecológicos y económicos. (Durante la conversación, la oficina de Merner se sacudió con otra réplica del terremoto.) Pero la gente de Tokio parece tomar las cosas con calma. "Hasta ahora, no hay pánico", dice. "La gente que está yéndose son lo no japoneses". Los trenes balas al sur de Tokio parten casi vacíos, cuenta. "Si caminas por aquí, todo está bastante normal". El mayor cambio hasta el momento en Tokio es que la gente se va a casa temprano, en parte porque por los apagones de electricidad, que han afectado los trenes.

Si el país evita una mayor catástrofe, dice, entonces las acciones ya tocaron fondo. Ahora están "mucho, mucho" más baratas que durante la crisis de 2002-03 y 2008-09, y en niveles vistos por última vez en el mercado bajista de 1973-74.

"Estamos volviendo a inicios de los 70 y el primer shock del petróleo", dice Merner, que dirige Atlantis Investment Research, una firma de inversión con US$400 millones a su cargo.

Para los valientes, las acciones de empresas grandes que él considera baratas incluyen las de Toyota y Honda, y las de dos de los mejores bancos, Mitsubishi y Sumitomo Mitsui. Este último tiene un dividendo de 4,2%, casi inaudito en Japón. Merner está evitando a las aseguradoras y las compañías de servicios públicos.

Las acciones de baja capitalización están aún más baratas, muchas se están cotizando en la mitad de su valor de libro o menos. En momentos como este, ahí es donde frecuentemente se encuentran las mejores ofertas. ¿Quién es lo suficientemente valiente como para comprar acciones de una compañía chica en este entorno? Como muchas mueven un pequeño volumen de transacciones, sus precios pueden caer hasta el suelo cuando alguien se apura a vender.

Pero la oportunidad y la valoración son cosas muy diferentes. El mercado puede estar barato y seguir cayendo.

En el corto plazo, el mercado está sobrevendido. "Si las noticias son neutrales", considera Merner, "veremos un repunte, definitivamente veremos un repunte".

Por supuesto, las noticias también podrían empeorar, lo que podría, al menos, posponer cualquier racha positiva.

Como les gusta decir a los corredores, no intentes atrapar un cuchillo que está cayendo. Cualquiera que esté pensando invertir en valores japoneses hará bien en tomarlo por etapas. La manera de jugar en una caída siempre es comprando poco y seguido.

Para un típico inversionista estadounidense que quiere comprar en Tokio, la forma inteligente de hacerlo puede ser simplemente utilizando un fondo, particularmente uno de índice de bajo costo. Los ejemplos incluyen iShares MSCI Japan Index ETF* y el SPDR Russell/Nomura Small Cap Japan ETF.

Pero vigilen el precio que pagan. El fondo de iShares de Japón no siguió al Nikkei hasta abajo al iniciar el martes. En un ominoso signo para los inversionistas que van contracorriente, los cazadores de ofertas estaban comprándolas, quizás prematuramente. Al mediodía, estaba por debajo sólo 2%.

El mercado bursátil japonés no estaba caro antes de la crisis. Ha sido el patito feo de los mercados internacionales durante años. Luego de un mercado bajista que parecía durar dos décadas, muchos de los inversionistas en el extranjero perdieron interés hace tiempo. Sin embargo, irónicamente, algunos empezaban a voltear de nuevo durante los meses previos al terremoto. Las más recientes encuestas entre gestores de fondos habían mostrado un repunte en cuanto al ánimo, y el mercado había subido desde finales del año pasado.

Mucha gente aún piensa que Japón está quebrado y estancado. La verdad es distinta. Mientras que el gobierno japonés está endeudado profundamente, las compañías japonesas están, paradójicamente, en mucha mejor forma. Muchas han pasado los pasados 20 años arreglando sus balances y amasando efectivo. Los exportadores han prosperado gracias al auge en China. Y las familias japonesas están sentadas sobre una montaña de ahorros.

La reputación de estancamiento de la economía japonesa también está muy exagerada. Pocas personas se percatan de ello, pero durante los últimos 20 años la economía japonesa ha crecido casi tan rápido, por trabajador, como la economía estadounidense. Las diferencias han sido mínimas. El mayor problema de la economía ha sido simplemente que la población está envejeciendo, con más y más jubilados.

En los mercados, la fortuna puede favorecer a los valientes. Pero las probabilidades son aún mejores si se toma en dosis pequeñas.

* Yo tengo este fondo en mi portafolio.

2011/03/17

¿Por qué todo el mundo quiere comprar yenes?

Por Martin Vaughan
Dow Jones Newswires

SINGAPUR (EFE Dow Jones)—Uno de los mayores terremotos jamás registrados y un enorme tsunami afectaron a Japón, causando miles de muertos y paralizando la producción de la tecnología en el norte del país, además de desencadenar la peor crisis nuclear desde Chernóbil. La suma de todos estos factores hace muy probable que el crecimiento de Japón se va afectado durante medio año.

Entonces, ¿por qué todo el mundo quiere comprar yenes?

El rápido ascenso del yen desde el viernes, cuando el terremoto de 9,0 grados de magnitud y la ola de 10 metros del maremoto sacudieron la costa noreste, parece una anomalía sorprendente en medio de uno de los peores desastres de Japón. Pero la subida del yen —que podría ser de corta duración— es el resultado de la hipótesis del mercado de que Japón es una nación netamente acreedora y de la experiencia tras el terremoto de Kobe en 1995, cuando el yen también se apreció temporalmente.

El dólar cayó desde alrededor de 82,80 yenes marcados cuando el terremoto sacudió Japón a un mínimo histórico de 76,25 marcados la madrugada del jueves. La caída ha sido impulsada por inversionistas que buscan sacar provecho de la repatriación de fondos del extranjero prevista, dicen los economistas.

Los inversionistas japoneses mantenían cerca de 2 billones de yenes en activos en el extranjero a finales de 2010. Los especuladores están apostando a que una buena parte de este flujo volverá a Japón para la reconstrucción del país y las compañías de seguros comenzarán a pagar las reclamaciones de seguros de vida y de propiedad.

"Sabemos que Japón tiene una enorme posición de activos extranjeros. Dada la magnitud de la catástrofe que hemos visto en los últimos días, tiene todo el sentido que Japón vaya a recurrir a esos fondos", dijo Robert Rennie, estratega de divisas de Westpac Institutional Bank en Sydney.

"Aquellos que están tratando de repatriar han tomado ejemplo del terremoto de Kobe, y se acuerdan de que entonces el yen se apreció", dijo Endre Pedersen, director de la oficina de Hong Kong de Manulife Asset Management. "Los flujos especulativos son los que están haciendo que haya poco volumen de negocio y creo que eso es lo que está haciendo subir al yen".


2011/03/16

Portugal paga un mayor rendimiento en su subasta de bonos

Por Emese Bartha y Patricia Kowsmann
Dow Jones Newswires

LISBOA—La Agencia de Deuda y del Tesoro de Portugal vendió el máximo previsto de 1.000 millones de euros en letras del Tesoro a 12 meses en una subasta, dijo el miércoles.

Portugal, sin embargo, pagó rendimientos considerablemente más altos que hace dos semanas, un resultado que no calmará las expectativas del mercado de que el país necesitará un rescate financiero pronto.

Portugal vendió títulos del Tesoro a corto plazo con un rendimiento promedio de 4,331%, frente a 4,057% en la subasta previa el 2 de marzo. El plan era vender entre 750 millones y 1.000 millones de euros.

El mayor rendimiento ofrecido era de esperarse después de que Moody's Investor Service Inc. rebajara el martes la calificación de crédito de Portugal en dos peldaños a A3, citando las tenues perspectivas de crecimiento del país y los riesgos de implementación de los planes fiscales del gobierno.

Los mercados prevén que las alzas en los costos de financiación, desde niveles que ya eran considerados insostenibles, muy probablemente obligarán a Portugal a seguir los pasos de Irlanda y Grecia, que tuvieron que aceptar un rescate.

El gobierno de Portugal dijo el miércoles que las incertidumbres políticas afectaron a la subasta de deuda del país, aunque la demanda siguió siendo buena, con más de un 60% de la emisión comprada por extranjeros.

"Las incertidumbres sobre la aprobación parlamentaria de las nuevas medidas de austeridad y de su puesta en marcha afectó a la confianza del mercado", dijo el ministerio en un comunicado.

Sin embargo, añadió que la demanda de 2,2 veces el importe ofrecido "sigue siendo buena".

El gobierno reiteró su llamamiento a los partidos de la oposición a que no lleven al país a una crisis política con un voto contrario a las nuevas medidas de austeridad anunciadas la semana pasada.

El Ejecutivo presentará el plan al Parlamento la próxima semana, antes de una cumbre de la Unión Europea en Bruselas.

2011/03/14

En medio de la incertidumbre geopolítica, el dólar se desvía del guión

Por Dave Kansas

De SmartMoney

Históricamente, el dólar se ha beneficiado en épocas de crisis geopolítica. Pero en momentos en que la agitación social se ha extendido en Medio Oriente y el Norte de África, la moneda estadounidense no ha ganado terreno, lo que plantea dudas sobre su rol tradicional como un refugio en tiempos de incertidumbre.

El débil desempeño del dólar contrasta con las otras zonas de seguridad —como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el oro y, en el caso de la agitación en la región petrolera, el crudo— que se han mantenido bien. La pregunta que surge es: ¿Ya no es el dólar un lugar "seguro" o hay otros factores que anulan el usual atractivo de la moneda verde en tiempos turbulentos? La respuesta, parece, es un poco de las dos. Pero para quienes respaldan a la "moneda fuerte", esta sorpresiva debilidad es desconcertante.

El dólar comenzó el año a alrededor de US$1,30 frente al euro y había caído a alrededor de US$1,35 cuando el presidente egipcio Hosni Mubarak renunció. A medida que la inestabilidad se extendió por toda la región y la situación se volvió más violenta, notablemente en Libia, el dólar no subió, sino que en cambio siguió debilitándose. El 9 de marzo se ubicaba cerca de US$1,40 contra el euro. Una tendencia similar, aunque de menor escala, afectó la relación entre dólar y yen.

En tanto, otros refugios seguros han actuado acorde a la tradición. El oro se disparó a un récord por encima de los US$1.440 la onza a mediados de febrero, desde US$1.360 la onza a comienzos de año. La plata, llamada el oro de los pobres, también subió a US$36,14 la onza desde alrededor de US$36,70 la onza.

Los bonos del Tesoro de EE.UU., los cuales se preveía que se replegaran este año a medida que la economía adquiere tracción, también subieron, lo que deprimió el retorno, el cual se mueve en dirección opuesta al precio del bono. El petróleo, que se cotizaba a US$85 el barril cuando Mubarak dejó la presidencia, dio un salto hasta US$105,45 el barril la semana del 7 de marzo.

Poniendo de manifiesto el nerviosismo en los mercados globales, los fondos de renta variable de los mercados desarrollados han registrado flujos de ingresos de más de US$52.000 millones este año, según EPFR, que rastrea el sector. A la vez, los inversionistas han retirado alrededor de US$21.000 millones de los fondos de renta variable de los mercados emergentes.

Pero incluso esa preferencia por los mercados desarrollados no ha ayudado al dólar. A medida que la moneda estadounidense se diluía en medio de las crisis de Medio Oriente y el Norte de África, J.P. Morgan observó que el dólar "no estaba siguiendo el libreto habitual".

Las realidades políticas en EE.UU. ponen de manifiesto la posición más frágil del dólar en los asuntos globales. En momentos en que los líderes mundiales hablan abiertamente de reemplazar el dólar como divisa de reserva, las acciones políticas de EE.UU. socavan la moneda verde como inversión. Además, la divergencia entre las estrategias de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo se están volviendo más severa, lo que presiona más el dólar.

En EE.UU., una disputa en el Congreso sobre el presupuesto ha afectado el desempeño de la moneda.

De manera más fundamental, el panorama de tasas de interés a corto plazo avanza de forma decisiva contra la moneda verde. Mientras el BCE y la Fed han mantenido tasas récord a corto plazo desde la crisis financiera, la semana pasada el BCE dio señales claras de que pretende comenzar a aumentar las tasas pronto. Especuladores de divisas suelen favorecer regiones donde reciben mejores pagos (en términos de tasas a corto plazo).

Y el mercado tiene poca fe de que el dólar recobrará pronto su dominio. De acuerdo con investigación de RBC Capital Markets, los contratos short (al descubierto) de la moneda estadounidense, que apuestan a que la divisa caiga, se ubicaban en 281.000 el primero de marzo, un nivel récord y superior a los 200.000 contratos short del 22 de febrero. RBC piensa que, a menos de que se registre "un radical cambio de percepción", los contratos short van camino a los 300.000.