2009/02/13

El peso mexicano presionado obliga a tomar una posición ante la crisis

por Luis de la Calle

La reciente presión sobre el tipo de cambio alteró la percepción que los mexicanos tenían sobre la crisis

Ya no es posible hablar de catarritos, ni suponer que la extremadamente difícil situación en EU no tendrá efectos en México, ni repetir que no hay que apretarse el cinturón.

La devaluación del peso obliga a reflexionar sobre el origen de los problemas y las medidas que deben tomarse. Guste o no a políticos y economistas, el ciudadano promedio utiliza el tipo de cambio como barómetro de la posición económica y financiera del país. Así lo hace por la acumulada experiencia de muchas crisis. Esto no implica que deba defenderse al peso ni abandonar el régimen de tipo de cambio flexible.

Hay dos conjuntos de razones que explican la devaluación del peso y la apreciación del dólar: el primero es el efecto aspiradora de EU; el segundo se refiere a las perspectivas de financiamiento del déficit de cuenta corriente de México.

EFECTO ASPIRADORA

Si EU fuera un país normal —obviamente no lo es—, el dólar hubiera sufrido un ataque especulativo por lo menos hace dos años y hubiera provocado un ajuste en el consumo agregado. La sorpresa para muchos es que ha sucedido lo contrario: ante las dificultades económicas, la fuerte expansión monetaria y un significativo y creciente déficit de finanzas públicas, el dólar se ha apreciado en los últimos meses. Varios factores explican este efecto aspiradora:

Deudas denominadas en dólares: como producto de la restricción crediticia, las empresas encuentran dificultades para refinanciar sus deudas en dólares y se ven obligadas a pagarlas. Éste es el caso tanto para empresas nacionales como para multinacionales establecidas en México. La amortización de estas deudas, que en condiciones normales se hubieran refinanciado, implica el uso de pesos para la compra de dólares y, por ende, presión sobre el tipo de cambio.

Transferencia de flujo de caja a matrices: las dificultades de las empresas matrices en EU y Europa para colocar papel comercial y obligaciones hacen que pidan a sus subsidiarias —en México y otros países— transferir recursos líquidos para apoyar a las matrices.

Fuga hacia la calidad: la menor tolerancia al riesgo castiga las posiciones en economías emergentes y favorece la tenencia de T-Bills denominados en dólares. La incertidumbre sobre la profundidad y duración de la crisis en EU ahonda este factor.

La caída del multiplicador bancario: el encogimiento del sector financiero en EU y Europa, y la imposibilidad de utilizar el apalancamiento, reducen la oferta monetaria total a pesar de que la Reserva Federal aumente la liquidez como nunca antes. La oferta monetaria total es el producto de la liquidez provista por la Reserva Federal por el multiplicador bancario resultado de la intermediación financiera. La caída en el multiplicador es el motor de la aspiradora.

FINANCIAMIENTO DEL DÉFICIT DE CUENTA CORRIENTE

El mercado cambiario está siendo afectado no sólo por el efecto aspiradora, sino por las perspectivas de que México pueda tener un déficit de cuenta corriente difícil de financiar. En el corto plazo, el efecto aspiradora es mucho más fuerte y explica la mayor parte de las fluctuaciones recientes. No obstante, en el mediano y largo plazo, el financiamiento del déficit de cuenta corriente será determinante respecto a la suerte del país en la crisis, por varias razones:

Mientras que en 2007 se tuvo un modesto déficit de cuenta corriente de 8,000 mdd, se espera que en 2008 haya cerrado en más de 16,000 mdp y el FMI estima que en 2009 sea de 26,000 mdp.

Las exportaciones de México están altamente concentradas en bienes duraderos cuyo consumo caerá de manera importante en EU: automóviles y sus partes, línea blanca, electrónicos, televisores y otros.

Las exportaciones petroleras caen no sólo por menores precios sino también por menores volúmenes.

Menores remesas.

Una significativa caída esperada en los flujos de inversión extranjera directa.

Amortizaciones de deuda de empresas privadas en los mercados internacionales.

Es decir, no sólo el déficit de cuenta corriente crece por la caída en exportaciones y remesas, sino que habrá menos IED y menos endeudamiento neto para financiarlo. Al final del día, el déficit de cuenta corriente no puede ser mayor que los recursos disponibles para financiarlo. Existen cuatro maneras para atacar el problema:

Apretarse el cinturón voluntariamente: la caída en consumo e inversión producto de menor crédito, de mayor desempleo y de perspectivas económicas negativas se traduce en menores importaciones. El excesivo gasto público agrava el déficit de cuenta corriente y podría forzar a que el consumo e inversión privados tengan que caer aún más.

Uso de reservas internacionales: el Banco de México puede financiar una parte del déficit de cuenta corriente.

Apretarse el cinturón involuntariamente a través de una devaluación: la depreciación real del peso disminuye el valor de los activos y el ingreso de los mexicanos y, por tanto, el consumo e inversión.

Mejorar el perfil de riesgo de la economía para atraer más inversión, financiar el déficit de cuenta corriente y propiciar un menor ajuste al consumo, inversión y PIB.

En realidad, el ajuste al déficit de cuenta corriente se dará por una combinación de estos cuatro elementos. Así, la situación catastrofista depende directamente de las políticas que se tomen. Por supuesto, el ideal sería mejorar el perfil de riesgo para hacer al país verdaderamente atractivo y minimizar el ajuste al consumo, inversión, empleo y PIB.

Para un mejor perfil de riesgo es necesario:

Tener certidumbre de rumbo y políticas públicas no erráticas.

Preservar la estabilidad macroeconómica.


No exacerbar los problemas de balanza de pagos expandiendo el gasto público y la oferta monetaria en aras de evitar la crisis ineludible.

Progresar tangiblemente en el riesgo de seguridad: secuestros, extorsiones, ausencia del imperio de la ley.

Impulsar las reformas deseables: en el contexto actual para ser más competitivos, las posibles son claramente no deseables.

No hay duda que al país lo aqueja una crisis importada. Sin embargo, la suerte de México depende a fin de cuentas de lo que se haga internamente. Al apostar por la estabilidad y las reformas verdaderas, el país podría salir fortalecido. Por otro lado, el inmovilismo o políticas erróneas pueden convertir a la crisis en una propia, para salir de ella lenta y dolorosamente. Es necesario escoger.

Aumenta el pesimismo sobre un repunte estadounidense durante el segundo semestre

Por Kelly Evans y Phil Izzo

Los economistas que participaron en la última encuesta de The Wall Street Journal siguen pronosticando que el Producto Interno Bruto de Estados Unidos crecerá a partir del tercer trimestre. La mayoría, sin embargo, concuerda en que las probabilidades de una "recuperación en el segundo semestre" de 2009, un escenario que generaba bastante consenso hasta ahora, son mucho menores.

Los datos más recientes muestran la magnitud del declive en el crecimiento de EE.UU. y otras partes del mundo en los meses finales de 2008 y proyectan una sombra cada vez más negra sobre las perspectivas de este año.

En septiembre, la mayoría de los economistas estimaba que EE.UU. experimentaría un crecimiento anualizado de 1,2% en los primeros tres meses de este año; ahora, anticipan un declive de 4,6%. Las previsiones para el segundo trimestre han visto una reevaluación similar, desde un crecimiento de 1,9% a una caída de 1,5%, según los resultados de la encuesta de febrero en la que participaron 52 economistas.

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La previsión promedio ahora anticipa un crecimiento de 0,7% en el tercer trimestre, casi la mitad de la tasa esperada a fines del año pasado. El panorama para el cuarto trimestre también se ha ensombrecido, pero sólo levemente, a un crecimiento de 1,9% frente al 2,1% pronosticado en noviembre. Sólo cinco economistas creen que el crecimiento seguirá bajando a lo largo del cuarto trimestre de 2009. En cualquier caso, insisten en que la predicción de consenso actual, que dice que la recesión llegará a su fin en agosto, es demasiado optimista.

Excesivo optimismo

"El [pronóstico de] consenso suele ser el último en llegar a la fiesta", dice Brian Fabbri, economista jefe de BNP Paribas, quien añade que fue uno de los pocos que predijeron la recesión hace dos años. Ahora, es uno de los cinco que espera un declive del PIB de aquí a fines de 2009. Los otros cuatro son Joseph Shapiro, economista jefe de EE.UU. de la firma de pronósticos MFR Inc.; Paul Ashworth, de Capital Economics; Kurt Karl, economista jefe de Swiss Re; y J. Dewey Daane, profesor retirado de la Universidad de Vanderbilt.

"Estamos en problemas", apunta Fabbri. "Los actuales planes económicos no bastan para resolver el tema bancario ni la crisis financiera y el grueso del efecto del paquete de estímulo no se sentirá hasta 2010". En su opinión, la naturaleza global de la crisis, el aumento del ahorro por parte de los consumidores de EE.UU. y los estándares más inflexibles de los prestamistas son obstáculos que impedirán una recuperación expedita.

El estímulo a la economía provisto por el paquete de rescate gubernamental ha sido el factor clave en la mayoría de las predicciones que pintan un panorama optimista para 2009. No obstante, muchos economistas que participaron en la encuesta expresaron su profunda decepción sobre cómo se está gestando el paquete. Consultados sobre cuál será la influencia del rescate este año, los economistas apuntan a que es "demasiado tarde", "provee poco impulso", es "trivial", "demasiado grande", "demasiado pequeño", y "un despilfarro colosal de dinero". Nicholas Perna, de Perna Associates, advirtió que existe el "peligro de repetir los errores de Japón", en referencia a los tropiezos del país asiático durante su "década pérdida" en los 90.

Sin embargo, otros mantienen el optimismo e insisten en que habrá una recuperación en el segundo semestre del año. Joseph Carson, economista de AllianceBernstein, cree que la incertidumbre sobre la política gubernamental está conteniendo la toma de riesgos, por ahora. "Una vez que haya mayor claridad sobre los paquetes fiscales y financieros, esas dos cosas podrían volver a poner en marcha la economía", señala. Carson proyecta una contracción de 3% del PIB en el primer trimestre. La economía retomará el crecimiento en abril y cerrará el año con una expansión anualizada de 5,7%. Otros economistas que no han perdido el optimismo son Brian Wesbury, de First Trust Advisors, y James Smith, un profesor de la Universidad Western California. Ambos predicen un crecimiento de 4% para fines de año.

Fuente: WSJ

La inflación española se sitúa en mínimos de 40 años

por Expansión.com

La inflación española prosigue su descenso y en enero los precios cayeron el 1,2%, la mayor bajada registrada en un mes de enero en toda la serie histórica del IPC, lo que situó la tasa interanual en el 0,8%, la más baja desde junio de 1969.

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El continuo abaratamiento del petróleo y la mayor incidencia de la rebajas registrada en enero en comparación con el mismo mes del año anterior, junto con la bajada de algunos alimentos son los principales responsables del descenso de la tasa interanual de inflación, explica el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, la caída del precio del petróleo ha hecho que en los últimos doce meses los carburantes y combustibles acumulen un descenso del 15,6%, y los productos energéticos del 0,3%. Además, en enero la tasa de inflación subyacente -que excluye la evolución de los precios de la energía y los alimentos frescos- se redujo el 1,4% con lo que su tasa anual bajó cuatro décimas hasta el 2%.

Respecto a la incidencia de las rebajas en el IPC, el INE explica que la rúbrica del vestido y el calzado se ha reducido más de dos puntos y ha registrado, por primera vez desde enero de 1978, niveles negativos, con una caída del 1,7%. Desde enero del pasado año los grupos menos inflacionistas han sido el transporte, cuyos precios han bajado el 6,2% debido al descenso del petróleo, y las comunicaciones que han descendido el 0,5%.

Además, ha habido otros grupos cuyos precios se han incrementado menos de lo que lo hicieron hace un año con lo que también han empujado a la baja la tasa de inflación. Así, la vivienda, que subió el 4,6%, lo hizo un punto menos que un año antes y los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron el 1,9%, cinco décimas menos. Del resto de grupos que componen la cesta de la compra subieron los precios de las bebidas alcohólicas y tabaco (4%); la enseñanza (3,9%), los hoteles, cafés y restaurantes y otros bienes y servicios (3,5%), el menaje (2,1%), el ocio y la cultura (0,3%) y la medicina (0,1%).

En cuanto a las variación mensual del IPC, destaca el descenso del vestido y el calzado (13,8%) por el efecto de las rebajas; del ocio y la cultura (1,4%) por el abaratamiento de los viajes organizados, del transporte (0,6%) por la bajada de carburantes y lubricantes y del menaje (0,7%).

El resto de los grupos se encareció en enero encabezados por el de bebidas alcohólicas y tabaco (2,1%); otros bienes y servicios (0,9%), debido al alza de los seguros; la vivienda (0,5%), por el alza de la electricidad y la distribución de agua; la medicina y los hoteles, cafés y restaurantes (0,2%) y las comunicaciones y la enseñanza (0,1%), mientras que el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas no varió.

Comunidades autónomas
Las comunidades en las que más bajaron los precios en enero fueron La Rioja (1,8%) y Murcia (1,7%) seguidas de Galicia (1,6%), Castilla La Mancha y Asturias (1,5%), Castilla León, Extremadura, Andalucía y Navarra (1,4%), Canarias (1,3%), País Vasco y Aragón (1,2%), Cataluña, Comunidad Valenciana y Cantabria (1,1%) y Madrid y Baleares (0,9%), mientras que en las ciudades de Ceuta y Melilla los precios bajaron el 1,5 y el 2,3%, respectivamente.

El INE recuerda que en enero se ha llevado a cabo la actualización anual de las ponderaciones utilizadas para el cálculo del IPC con base 2006, que se caracteriza por su capacidad de adaptación al cambio del comportamiento de los consumidores a través del análisis de la evolución del gasto.

Predecir el mercado sigue siendo una ciencia inexacta

Por Jason Zweig

Los peces nadan, los pájaros vuelan y los analistas y estrategas de mercado tratan de predecir cómo se desempeñarán las acciones cada año. Sin embargo, usted no debe seguir esos pronósticos, al menos no antes de preguntarse qué tan probable es que ellos den en el blanco.

En diciembre, Barron's (un semanario de inversión) le pidió a una decena de expertos que predijeran el nivel del índice Standard & Poor's 500 a finales de 2009. Ni uno solo dijo que el mercado caería, todos predijeron ganancias entre 5% y 38%, con un media de 13%.

Nuestro columnista Jason Zweig habla de por qué no se puede confiar ciegamente en las predicciones de los economistas

Dadas lo desatinadas que usualmente son sus predicciones, usted probablemente ya vea con escepticismo los pronósticos de los gurús más famosos de Wall Street. Pero la inexactitud de los analistas no hace que las predicciones que usted haga sean más certeras. Usted debe ser tan escéptico de sus predicciones como de las de los expertos.

Casi todos intentamos predecir el mercado teniendo en cuenta que la ganancia anual promedio a largo plazo es de aproximadamente 10%, así que nos anclamos a ese número y luego lo ajustamos un poco para abajo o para arriba dependiendo de nuestro propio optimismo o pesimismo.

El futuro, no obstante, es un remolino de incertidumbre poblado por lo que el operador y filósofo Nassim Nicholas Taleb llama "cisnes negros", eventos que son inmensamente importantes, poco comunes e impredecibles, y explicables sólo después del hecho.

La historia muestra que la gran mayoría de las veces el mercado bursátil no hace casi nada. Luego, cuando nadie lo espera, el mercado genera una gigantesca ganancia o pérdida, y enseguida vuelve a su estupor habitual. Javier Estrada, un profesor de finanzas de la Escuela de Negocios IESE en Barcelona, España, ha estudiado los retornos diarios del Promedio Industrial Dow Jones comenzando desde 1900. Le pedí que ampliara su investigación hasta el final de 2008. Estrada descubrió que si no se tomaran en cuenta los 10 mejores días, dos tercios de las ganancias acumuladas del Dow durante los últimos 109 años desaparecería. A la inversa, si se obviaran los 10 peores días del mercado, el retorno del Dow Jones se hubiera triplicado.

"Si pudiéramos predecir correctamente esos días buenos y malos seríamos millonarios", dice Estrada, "la triste realidad es que es poco probable predecirlos".

Entonces, ¿son inútiles todas las predicciones? No exactamente. En un importante nuevo estudio para la Oficina Nacional de Investigación Económica de EE.UU., los profesores de finanzas Miguel Ferreira y Pedro Santa-Clara de la Universidad Nova de Lisboa, Portugal, han desarrollado un sofisticado método para predecir los futuros resultados.

Usted puede hacer su propia versión. Tome el rendimiento de dividendos de las acciones (3,4%) y luego sume la tasa anual de crecimiento de las ganancias durante los últimos 20 años (3,4%). Eso es igual a 6,8%.

Pero 6,8% es probablemente alto. Para 2009, Ferreira y Santa-Clara proyectan un retorno de 4,2% tomando en cuenta factores especulativos. No obstante, en el largo plazo (cinco años o más) creo que las acciones ganarán al menos 7% por año. Eso haría que valga la pena seguir apostando por el mercado.

Fuente: WSJ

2009/02/12

La deflación: un escenario altamente improbable en España

por José Carlos Díez. Economista Jefe de Intermoney

Mañana conoceremos el dato final de IPC de enero en España. Según la estimación preliminar, la inflación se situó en el 0,8% anual, lo cual ha despertado los temores de la deflación.

A continuación, se va analizar el dato y nuestras previsiones para el resto del año con el fin de concluir si la economía española está inmersa en una espiral deflacionista.

Deflación versus desinflación
Recientemente el Premio Nobel de economía, Robert Solow lo explicaba magistralmente: “que los precios caigan no significa que haya deflación. Hay deflación cuando los precios caen y luego vuelven a caer y vuelven a caer”. En lenguaje de técnico: expectativas y efectos de segunda ronda.

El IPC intenta replicar la cesta de la compra de un consumidor español medio, por lo que es necesario segmentarlo y analizar bienes que tengan condiciones de oferta y demanda homogéneas. Si se desagrega el IPC entre núcleo subyacente y componente volátil veremos como todo el desplome de la inflación desde el pasado verano se debe a los precios energéticos y de los alimentos.

Fuente: Ministerio de Economía e IM. (05-02-09)

Fuente: Ministerio de Economía e IM.(05-02-09)

Gráfico 1: evolución IPC a corto plazo

Es inusual que el precio del crudo alcance 147 dólares por barril y seis meses después se desplomara hasta 40 dólares por barril. Algo similar le sucedió al precio de los alimentos, por lo que ni había inflación el pasado verano, cuando el IPC aumentaba por encima del 5% anual, ni habrá deflación en los próximos meses cuando decrezca, según nuestras previsiones. Esperamos un precio promedio del crudo de 35 dólares por barril en 2009, un 65% inferior a los de 2008.

Para analizar las expectativas y los efectos de segunda ronda es necesario centrarse en la evolución del núcleo subyacente y aquí las cosas son muy diferentes. Dentro de la inflación subyacente se encuentra el precio de los alimentos elaborados que en 2008 se vieron afectados por el aumento de las materias primas agrícolas. El precio del trigo en los mercados internacionales se dobló en 2007 y cayó un 50% en 2008, lo cual afectó al precio del pan y lo mismo sucedió con otros alimentos como la leche. El índice de alimentos elaborados aumentó casi un 8% anual el pasado verano y se situará por debajo del 2% anual, lo cual ayuda a explicar buena parte de la caída de la inflación subyacente en nuestras previsiones para 2009.

Los bienes industriales no energéticos, que pesan un 36% en el núcleo subyacente, han estado prácticamente estancados en 2008 y esperamos que caigan ligeramente en 2009. Estos bienes están sometidos a la competencia internacional y la recesión global vuelve a aflorar un exceso de capacidad instalada que anticipamos provocará competencia de precios a la baja, especialmente en Asia. Los precios de los bienes importados de China en EEUU ya están cayendo desde el pasado verano y esperamos que sigan haciéndolo en 2009. En este caso si podríamos hablar de deflación aunque para un país dependiente de las importaciones como España supone un alivio para nuestro déficit por cuenta corriente.

Por último, aunque no por ello menos importante, queda por analizar los precios de los servicios. La mayoría de precios de este componente son sectores protegidos de la competencia internacional y se acaban determinando por el nivel de renta del país y la presión de demanda doméstica. Por lo tanto, es el componente clave para analizar la deflación y sus efectos depresivos sobre el gasto de familias y empresas.

Fuente: Ministerio de Economía e IM.(05-02-09)

Fuente: Ministerio de Economía e IM.(05-02-09)

Gráfico 2: evolución IPC español

En el gráfico 2 se puede observar la evolución a largo plazo de la inflación en España donde la subyacente se desploma en las dos recesiones anteriores sombreadas. En 1993, la inflación de servicios mostró mucha inercia, pero acabó cayendo con fuerza en 1994. En 2008, el ajuste de consumo privado está siendo más intenso que en 1993 y por lo tanto esperamos que la inflación de servicios vuelva a caer con fuerza hasta situarse en el cuarto trimestre de 2009 próxima al 2,5% anual frente al 4% anual que finalizó en el cuarto trimestre de 2008. El 2,5% es un nivel históricamente bajo, pero está muy lejos aún de escenarios deflacionistas.

Conclusiones
Aunque esperamos una caída de los precios en 2009, descartamos un escenario deflacionista. Lejos de esto, la caída de la inflación, especialmente la de servicios, permitirá a la economía mantener la estabilidad salarial, contrarrestando la destrucción de empleo y mejorando nuestra competitividad precio con el exterior, pero permitiendo que las familias ganen capacidad adquisitiva, lo cual ayudará a reactivar el consumo privado. Además, políticas fiscales y monetarias expansivas reducen significativamente el riesgo de deflación en 2010.

Fuente: Expansión

Los bancos sobrevivirán a la crisis, pero ganarán menos

En América Latina no han sido tan afectados como en Europa o Estados Unidos.

Los bancos de América Latina han lidiado con la tormenta que tumbó a muchos gigantes globales, pero la desaceleración del crecimiento económico en la región y un incremento en las tasas de morosidad recortarán sus ganancias en el 2009.

Reuters informó que los analistas esperan caídas de ganancias en los meses por venir en los bancos de las dos mayores economías de la región (Brasil y México), pero esperan que sigan en números negros y eviten los temores a que colapse la industria que acechan en los países ricos.

En México, los bancos han hecho más reservas para lidiar con los crecientes préstamos vencidos y morosidades, en particular en tarjetas de crédito. En Brasil, las tasas de morosidades en préstamos personales alcanzaron en diciembre un máximo de más de seis años.

“A esta altura del juego no vemos los riesgos sistémicos que hemos visto en el mundo desarrollado o en los mercados en desarrollo en Europa del Este”, comentó Peter Shaw, director administrativo para instituciones de América Latina de la agencia de calificaciones crediticias Fitch Ratings. Sin embargo, afirmó que se observa presión por los resultados y en el crecimiento de los bancos en la región.

PIERDEN TERRENO

La crisis crediticia ha forzado a bancos como Citigroup , Bank of America , UBS AG y Royal Bank of Scotland a despedir a miles de empleados y recibir ayudas estatales por miles de millones de dólares debido a las amortizaciones.
Goldman Sachs y JPMorgan recortaron sus metas de utilidades de este año para los bancos brasileños debido a las provisiones para deuda vencida y a una desaceleración en la economía nacional.

Morgan Stanley dijo en un reporte de enero que el 2009 podría ser el peor año en una década para las ganancias bancarias en el país ya que caen los márgenes.

En México, Fitch indicó que las prestamistas conocidas como Sofom y Sofol, que se dedican a hipotecas y otros créditos de consumo, son las más vulnerables a la escasez de liquidez y a los altos costos para pedir préstamos. La economía mexicana habría de achicarse más de un 1% este año como consecuencia de la menor demanda estadounidense de exportación de manufacturas.

Bradesco, el segundo mayor banco privado de Brasil, reportó un hundimiento de un 26,5% en sus ganancias del cuarto trimestre, mientras que Banorte , el quinto mayor de México, anotó una disminución de un 24% interanual en las utilidades del período.

SIN EMBARGO, RELATIVAMENTE SALUDABLES

“Los bancos en Brasil específicamente han estado particularmente fuertes. En particular esto se debe a que no estaban apalancados como los europeos o estadounidenses”, comentó Stephen Dover, presidente financiero a cargo de administrar activos locales de Franklin Templeton Advisors.

Las acciones de los brasileños Itaú y Bradesco se han hundido un 37% y un 42% desde que alcanzaron máximos récord en mayo último debido a que los inversionistas se deshicieron de títulos financieros en todo el mundo.

Los papeles del mexicano Banorte, el único de los grandes bancos del país que cotiza en bolsa, se desplomaron un 60% en el mismo período.

De todas maneras, con capitalizaciones de mercado rondando los 33.000 y los 30.000 millones de dólares, cada uno de los dos mayores bancos privados de Brasil están mejor valuados que Citigroup, la aseguradora holandesa ING Groep , el alemán Deutsche Bank o los británicos Barclays y RBS.

Los bancos de América Latina han lidiado con las devaluaciones monetarias y la hiperinflación en las décadas del 1980 y el 1990, con lo que son más cautelosas que las firmas en Estados Unidos y Europa.

Fuente: Gestión

El déficit comercial de EE.UU. cae a su nivel más bajo en seis años

Por Jeff Bater

Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--El déficit comercial de Estados Unidos se redujo en diciembre a su nivel más bajo en casi seis años, a medida que los precios del petróleo continuaban su descenso y los estadounidenses limitaban las compras de productos provenientes del extranjero.

El déficit en el comercio internacional de bienes y servicios fue de US$39.930 millones, un descenso del 4,0% frente al déficit de US$41.580 millones de noviembre, informó el miércoles el Departamento de Comercio.

El déficit de noviembre se había estimado inicialmente en US$40.440 millones.

El déficit con China se redujo de US$23.060 millones a US$19.880 millones en diciembre.

Los economistas consultados por Dow Jones Newswires habían proyectado un déficit mensual de US$35.000 millones.

El déficit de diciembre fue el más bajo desde los US$39.700 millones de febrero del 2003.

En diciembre, las exportaciones cayeron un 6,0% a US$133.800 millones, frente a los US$142.320 millones del mes previo.

Las importaciones descendieron un 5,5% a US$173.730 millones, frente a los US$183.910 millones.

El valor de las importaciones de crudo descendió a US$15.970 millones, frente a los US$17.450 millones de noviembre.

El precio promedio del barril de petróleo registró un descenso de US$16,79 a US$49,93. El volumen de las importaciones de crudo, por su parte, aumentó de 261,60 millones de barriles a 319,83 millones en diciembre.

Las compras de productos vinculados a la energía se redujeron a US$20.020 millones frente a los US$22.000 millones de noviembre. Las importaciones de bienes de capital se redujeron en US$1.520 millones.

Las importaciones de suministros industriales experimentaron una merma de US$5.600 millones. Las importaciones de autos y piezas descendieron en US$1.540 millones.

Las importaciones de bienes de consumo disminuyeron en US$490 millones en diciembre.

Las importaciones de alimentos y forraje cayeron en US$172 millones. En cuanto a las exportaciones, las ventas al extranjero de suministros industriales cayeron en US$4.560 millones.

Las exportaciones de autos y partes relacionadas disminuyeron en US$1.260 millones. Las exportaciones de bienes de consumo se redujeron en US$809 millones, mientras que las de bienes de capital descendieron en US$540 millones.

Las ventas al extranjero de alimentos, bebidas y forraje descendieron en US$701 millones.

En tanto, el déficit comercial con México aumentó a US$4.080 millones frente a los US$3.520 millones previos.

Wall Street critica la propuesta de un 'fondo tóxico'

Por Peter Lattman, Scott Patterson y Serena Ng, en Nueva York

Las firmas de capital privado, los fondos de pensión y otros inversionistas, todos necesarios para poner en marcha los planes del gobierno estadounidense de comprar activos tóxicos de grandes bancos, han expresado su frustración respecto a la escasez de detalles que ha dado el secretario del Tesoro Timothy Geithner en el anuncio del programa.

Algunos inversionistas dicen que el programa, llamado Fondo de Inversión Público-Privado, probablemente será demasiado pequeño para estimular las compras de valores respaldados por hipotecas impagas y otros activos. Otros inversionistas se quejan de que el plan es demasiado vago y que por eso, de momento, preferirán quedarse al margen.

Los planes prevén que el fondo de inversión "ofrezca capital y financiación estatal para ayudar a apalancar el capital privado y, de esta forma, poner en marcha nuevamente los mercados privados", declaró Geithner el martes. "Estamos explorando una serie de estructuras distintas para el programa", dijo, agregando que el gobierno ofrecerá hasta US$1 billión (millón de millones) en financiación a los inversionistas privados.

Bajo una de las posibilidades en consideración, el gobierno estadounidense y los inversionistas privados inyectarían las mismas cantidades de capital, según fuentes al tanto. Luego, la Reserva Federal (Fed) otorgaría préstamos al fondo de inversión, posibilitando que aumente sustancialmente su poder de compra. Cualquier rendimiento sería repartido entre los contribuyentes e inversionistas.

"Cualquier cosa que el gobierno pueda hacer para restaurar niveles moderados de apalancamiento sería favorable para la economía", escribió en un email Michael Vranos, gerente de Ellington Capital Management LLC, uno de los mayores fondos de cobertura de hipotecas.

Durante los últimos 18 meses, las instituciones financieras han luchado para determinar cómo valorar activos en problemas en sus balances en medio de la paralización de los mercados. Dichos activos incluyen valores respaldados por hipotecas de alto riesgo, tanto residenciales como comerciales, préstamos al sector de bienes raíces ligados a hoteles y edificios de oficinas, y deuda corporativa emitida para financiar compras apalancadas de compañías que ahora están al borde de una cesación de pagos.

La tambaleante economía y el declive de los precios de inmuebles han dificultado aún más la tarea de definir cuánto valen estos activos. Al mismo tiempo, el congelamiento del flujo de nuevos valores respaldados por activos ha resultado en una cantidad muy pequeña de valores que se puedan usar para evaluar activos más antiguos con características similares. Los esfuerzos del gobierno para modificar las hipotecas en problemas están desconcertando a los inversionistas que intentan predecir los pagos en efectivo en grupos de valores respaldados por hipotecas.

"La incertidumbre que el gobierno ha creado ha hecho casi imposible determinar el precio de muchos valores", dice Douglas Dachille, presidente ejecutivo de la firma de gestión de fondos First Principles Capital Management en Nueva York.

Grandes firmas de capital privado como Carlyle Group y Blackstone Group, que gestionan fondos multimillonarios, están interesadas en comprar las clases de activos que están en la mira del nuevo programa del Departamento del Tesoro, según fuentes cercanas a estas empresas. Sin embargo, dada la naturaleza arriesgada de los activos, probablemente preferirán esperar hasta que esté más claro que el gobierno proveerá suficiente respaldo financiero.

Otros compradores potenciales están sufriendo demasiados apuros financieros por su cuenta para poder inyectar más dinero en activos tóxicos. "Imagino que las aseguradoras optarán por limitar su exposición a estos activos tóxicos y muchas de ellas quizás dejarán pasar la oportunidad", anticipa Robert Hartwig, director del Instituto de Informaciones de Seguros, una entidad que representa al sector.

Fuente: WSJ

2009/02/11

Otro gran desafío del gobierno: hallar una forma de detener la oleada de ejecuciones hipotecarias

Por Ruth Simon

El gobierno de Barack Obama dio pocos detalles sobre sus planes para enfrentar la crisis estadounidense de embargos hipotecarios al presentar su programa de recuperación económica. El vacío pone de relieve los desafíos que supone crear un programa que sea justo y efectivo.

Durante un encuentro con ciudadanos ayer en Florida, el presidente Obama prometió que en las próximas semanas anunciará detalles del nuevo programa de alivio de embargos valorado en US$50.000 millones. "A no ser que enfrentemos esto con seriedad, no vamos a poder devolver la economía al lugar donde necesita estar", afirmó Obama.

El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Shaun Donovan, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, se reunirán hoy para evaluar posibles medidas para la crisis de ejecuciones hipotecarias.

El continuo deterioro de la economía de Estados Unidos mina los esfuerzos del gobierno. Casi cinco millones de familias podrían perder sus hogares entre 2009 y 2011, según Moody's Economy.com.

Muchos sostienen que es necesario actuar con rapidez. "El tiempo se acaba", dice Michael Calhoun, director del Centro para Préstamos Responsables.

El gobierno tiene el reto de conseguir el apoyo de los inversionistas para sus planes de reforma, sin dejar de proveer un alivio considerable para los prestatarios.

En el evento de ayer, Obama sugirió que propondría leyes que les permitan a las empresas financieras relajar sus posturas hacia los prestatarios más difíciles, y que tomaría medidas que podrían ganar el apoyo de los inversionistas. Actualmente, agregó, estas firmas no tienen la libertad total para modificar hipotecas que han sido empaquetadas como valores que fueron vendidos a múltiples inversionistas. Además, "el prestatario —si obtiene ayuda— probablemente tenga que renunciar a cierto capital acumulado una vez que los precios de las viviendas se recuperen", indicó el presidente.

Otros desafíos incluyen determinar quién debería obtener la ayuda y cómo ayudar a aquellos que realmente lo necesitan sin alentar a otros a atrasarse en sus pagos. Se espera que el gobierno también cree estándares nacionales para modificaciones de préstamos que serían adoptados por Fannie Mae y Freddie Mac.

Decidir cuál es una modificación efectiva se complica por el hecho de que muchos prestatarios en problemas también tienen préstamos sobre el valor acumulado de su casa o deuda de tarjetas de crédito, préstamos automotores u otras obligaciones que pueden hacer que les resulte difícil afrontar incluso un pago hipotecario de menor monto.

Fuente: WSJ

2009/02/10

El halcón del BCE se ablanda: "No hay que evitar recortes de tipos agresivos"

por M.Roig / Agencias. Madrid.

Axel Weber, presidente del Bundesbank (Banco de Alemania) y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, ha asegurado esta mañana que no se opone a bajadas de tipos de interés agresivas, debido al fuerte deterioro que sufre la economía.

"En estos momentos no debemos evitar bajar los tipos de forma agresiva, porque entendemos que en la coyuntura actual, todos los indicadores apuntan que la economía se encuentra en caída libre", apuntó Weber.

Aunque algunos puedan pensar que el mensaje es una obviedad, el hecho de que lo haya dicho Weber es especialmente relevante, ya que el presidente del Bundesbank es uno de los "halcones" más duros del BCE. Con ese término se define a aquellos banqueros centrales más reticentes a bajar el precio del dinero y más centrados en atar en corto las presiones inflacionistas.

El jueves pasado, el BCE mantuvo los tipos de interés de la eurozona en el 2% y su presidente Jean-Claude Trichet dejó entrever un recorte de 0,5 puntos en la reunión de marzo. Algunos analistas especulan con la posibilidad de que el BCE aproveche la próxima cita de política monetaria para anunciar medidas heterodoxas para estimular la economía, como podría ser la compra de deuda en el mercado secundario.

Con este escenario, el euribor a doce meses, la principal referencia hipotecaria española, sigue teniendo el terreno despejado para prolongar sus descensos. Hoy ha cerrado en el 2,18, bien por debajo del 5,5% al que llegó a cotizar en octubre.

La media mensual de enero, el dato que se toma como referencia para revisar las cuotas hipotecarias, se situó en el 2,6%, y la media provisional de febrero se encuentra ya en el 2,2%.

El Tesoro apunta a fortalecer los balances de los bancos

Por Maya Jackson Randall

Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--Los esfuerzos realizados hasta ahora para reactivar al sector financiero han sido "inadecuados", y ahora el gobierno necesita enfocarse en formas de ayudar a fortalecer las hojas de balance de los bancos, según comentarios preparados de antemano para ser presentados más tarde el martes por Timothy Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos.

El funcionario destacará que el nuevo plan de recuperación económica del gobierno del presidente Barack Obama incluirá iniciativas para garantizar que los bancos que reciban ayuda del gobierno se estén fortaleciendo y otorgando más préstamos a las empresas y consumidores.

"Vamos a requerir que las instituciones bancarias se sometan a una exhaustiva prueba de estrés, para usar el término médico, diseñada cuidadosamente", señalará Geithner, según un extracto de su discurso. "Queremos que sus hojas de balance sean más limpias y sólidas. Y vamos a ayudar a este proceso proporcionando un nuevo programa de ayuda de capital a aquellas instituciones que lo necesiten".

Geithner agregó que el sistema financiero en la actualidad parece estar "trabajando contra la recuperación, y esa es la dinámica peligrosa que necesitamos cambiar".

Agregó que cualquier capital que el gobierno inyecte a los bancos incluirá condiciones.

El gobierno quiere asegurarse de que "cada dólar de asistencia preserve o genere préstamos de capital por encima del nivel que habría sido posible en ausencia de la ayuda del gobierno", señaló.

Geithner indicó que el Departamento del Tesoro, junto con la Reserva Federal y el Fondo de Garantías de Depósitos, están trabajando en el lanzamiento de un fondo de inversión pública-privada que ayudará a valuar los activos de las firmas financieras.

"Este programa proveerá capital del gobierno y financiamiento del gobierno para contribuir a apalancar el capital privado con el fin de ayudar a que los mercados privados funcionen de nuevo para los préstamos y activos heredados que están presionando en la actualidad a todo el sistema financiero", señaló Geithner en los comentarios. "Proveer financiamiento que los mercados privados no pueden proveer ahora, ayudará a iniciar un proceso para crear un mercado para los activos relacionados a los bienes raíces que se hallan en el centro de esta crisis".

La meta del gobierno "es usar capital privado y administradores de activos privados para ayudar a proveer un mecanismo de mercado para valuar los activos", agregó.

La Fed jugará un papel clave en el nuevo plan de rescate financiero de EE.UU.

Por Jon Hilsenrath

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos encabeza el esfuerzo para diseñar un renovado plan de rescate financiero, pero será la Reserva Federal (Fed) la que, tras bambalinas, jugará un papel clave para hacerlo funcionar.

Los préstamos de la Fed son un pilar del ambicioso programa dirigido a reanimar los mercados de préstamos de consumo, que el gobierno planea ampliar en alcance y, posiblemente, en magnitud.

El programa, conocido como Línea de Crédito de Préstamos de Valores Respaldados por Activos a Plazo (TALF por sus siglas en inglés), fue anunciado en noviembre y originalmente tenía el objetivo de proveer US$200.000 millones en financiamiento para inversionistas que compren activos respaldados por préstamos de consumo, como créditos para comprar autos y deuda de tarjetas de crédito. Los funcionarios del gobierno se han apresurado para lanzar el programa este mes.

Ahora, el gobierno evalúa aplicar el programa en otros mercados, por ejemplo el de los valores respaldados por préstamos inmobiliarios comerciales y créditos hipotecarios que no estén ligados a los gigantes hipotecarios semiestatales Fannie Mae y Freddie Mac.

El banco central tiene otros roles en el rescate. Por ejemplo, podría ayudar a echar andar un banco "agregador" dedicado a comprar activos financieros en problemas. La Fed también podría garantizar los activos de ciertas compañías, como ya lo hecho en los casos de los bancos Citigroup Inc. y Bank of America Corp., aunque tales planes probablemente no sean incluidos en el anuncio previsto para hoy.

El banco central estadounidense también ha estado trabajando de cerca con otros reguladores para diseñar un programa para prevenir ejecuciones hipotecarias.

La planeada expansión del programa TALF, sin embargo, probablemente sea su rol más prominente. También representa un esfuerzo del gobierno para separar dos problemas relacionados: sanear los bancos y estimular el otorgamiento de nuevos préstamos.

Las autoridades tenían la esperanza de que las primeras medidas para inyectar capital en los bancos ayudarían a estimular la concesión de préstamos. En gran parte, los esfuerzos han sido infructuosos. Ampliar el programa TALF es una manera de crear créditos mientras se elaboran otras medidas, como nuevas infusiones de capital o ayudar a la banca a vender o "aislar" los activos tóxicos.

"Lo que la Fed está haciendo es ir de mercado en mercado y preguntar, 'cuáles son los mercados en los que el flujo de crédito está dañado?'" explica Laurence Meyer, ex gobernador de la Fed y actual vicepresidente de Macroeconomic Advisers LLC, una firma de investigación económica.

La atención del gobierno del presidente Barack Obama en el programa de préstamos de la Fed también es un intento por abordar otro problema que ha echado por la borda los esfuerzos por frenar la crisis de crédito. Aunque el Tesoro ha estado inyectando capital fresco en los bancos durante meses, muchos de los problemas del sistema financiero radican fuera del sistema bancario, en mercados donde los préstamos son parte de valores vendidos a inversionistas de todo el mundo. En los últimos 25 años, estos mercados han pasado a dominar el sistema crediticio de EE.UU.

Aunque la Fed considera al TALF como una manera de llegar a instituciones financieras que no sean bancos, el programa está lleno de riesgos. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York ha luchado durante meses para definir las condiciones para los créditos que otorgarán a los inversionistas que acudan a la Fed en busca de financiamiento. Si son muy estrictas, la iniciativa podría resultar contraproducente. Si son muy laxas, podría incentivar un acceso demasiado fácil al crédito o el programa podría ser visto como un regalo para los inversionistas privados.

A pesar de las complicaciones, los funcionarios de la Fed son optimistas respecto al éxito que han tenido con algunos de sus programas especiales de préstamos. Un esfuerzo para impulsar el mercado de papeles comerciales, es decir deuda de corto plazo entre empresas, muestra algunas señales de éxito, con una caída sustancial de las tasas de interés desde que se lanzó el programa. Muchos inversionistas parecen dispuestos a participar en el nuevo programa. Algunos fondos de cobertura están estableciendo filiales en EE.UU. de cuentas off-shore para satisfacer uno de los requisitos del programa.

Fuente: WSJ

2009/02/09

EE.UU. incorporaría al sector privado en el plan para comprar activos tóxicos de la banca

Por Deborah Solomon y Damian Paletta

WASHINGTON—El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, anunciará esta semana un plan para ayudar a los bancos a librarse de sus apuestas fallidas mediante una alianza entre el Estado y el sector privado para comprar activos en problemas, dijeron fuentes al tanto.

El llamado "banco agregador" sería financiado parcialmente con una parte del paquete de rescate de US$700.000 millones, pero la mayor parte de los fondos provendrían del sector privado. La entidad también podría levantar recursos mediante la venta de deuda respaldada por el gobierno u obtener financiamiento de la Reserva Federal, añadieron las fuentes.

No se espera que Geithner, quien anunciaría el plan de rescate del gobierno de Barack Obama el martes, ofrezca en los próximos días detalles específicos sobre cómo funcionará el banco. El gobierno revisará los detalles del plan en las próximas semanas con el sector privado. El objetivo, en todo caso, es darle al sector privado un rol de liderazgo en la compra de valores respaldados por hipotecas y otros activos tóxicos de forma que pueda cosechar los beneficios en caso de que su precio suba en algún momento.

La renovada versión del plan de rescate del nuevo secretario del Tesoro abarca cuatro componentes clave: inyecciones de capital en los bancos; nuevos programas para ayudar a los deudores hipotecarios; una expansión del programa diseñado por la Fed para estimular el crédito y un mecanismo que permita a los bancos desprenderse de sus activos tóxicos.

Este último aspecto ha resultado ser el más complejo porque es difícil valorar activos, como los valores respaldados por hipotecas, que raramente se negocian. Si el gobierno paga un precio muy alto, los bancos cosecharían beneficios a costa de los contribuyentes. Pero un precio demasiado bajo obligaría a los bancos a asumir nuevas rebajas contables ligadas a tales activos, exacerbando sus problemas financieros.

El gobierno ha barajado la posibilidad de comprar los activos directamente de los bancos, pero el costo y la complejidad de dicho plan abortaron esa alternativa. Algunos funcionarios de gobierno creen que un esfuerzo coordinado con el sector privado es una mejor alternativa porque permitiría que los precios de los activos sean establecidos por el mercado en lugar del gobierno.

Ejecutivos del sector financiero e inversionistas mostraron un optimismo con reservas, pero creen que la idea de un banco agregador mixto es positiva. Brian Sterling, codirector de banca de inversión de la firma de asesoría financiera Sandler O'Neill Partners, dice que hay un historial de éxito de rescates bancarios orquestados por el gobierno en alianza con el sector privado. "Es una idea que tiene sentido porque es una sociedad entre el sector público y privado", asevera Sterling. "Cualquier cosa que ayude a eliminar los activos en problema de los balances de los bancos o que los aísle es algo positiva".

Sin embargo, un inversionista cuya firma de capital privado ha invertido en bancos es más escéptico sobre una potencial alianza con el gobierno. Los inversionistas probablemente serán más cautos respecto a una sociedad con el gobierno debido a la imprevisibilidad incorporada en el sistema, señala. "¿Por qué alguien invertiría en un banco cuyos problemas no han sido resueltos, cuyo control está en manos gubernamentales, cuándo nadie sabe cómo se comportará el gobierno?", pregunta el inversionista.

Se espera que Geithner presente el programa como un marco estructural para capear la crisis al atacar sus causas de fondo: la cesación de pagos en los préstamos y los activos tóxicos que han estremecido la confianza en los bancos.

Geithner aseveró en una reunión con legisladores demócratas de la Cámara de Representantes durante el fin de semana que el sistema financiero de EE.UU. continúa "profundamente dañado", dijo Brad Miller, diputado de Carolina del Norte. "Dijo que está claro que la situación empeorará, pero tenemos que reaccionar para evitar que se vuelva mucho peor", agregó. Según otros representantes demócratas, Geithner también buscó aplacar los temores de que la versión revisada del plan de rescate no requiera que las firmas beneficiadas usen los fondos para otorgar préstamos, una de las principales críticas a la implementación de la ayuda hasta ahora. EE.UU. ya distribuyó US$350.000 millones del paquete de US$700.000 millones aprobado por el Congreso a fines del año pasado. Muchos economistas y algunos legisladores esperan que el gobierno en algún momento solicite más recursos.

Fuente: WSJ

Aumenta la presión para aprobar el paquete de estímulo

Por Greg Hitt y Jonathan Weisman
Washington

Los demócratas del Senado estadounidense se sienten confiados de poder llevar la propuesta de un nuevo paquete de estímulo económico por US$827.000 millones a una votación para principios de esta semana. Esto sienta las bases para nuevos enfrentamientos a medida que los líderes demócratas del Congreso y la Casa Blanca tratan de conciliar los proyectos rivales de la Cámara de Representantes y el Senado.

Tras cerrar un acuerdo el viernes a última hora con tres republicanos moderados para esbozar una versión más modesta del paquete de rescate, los senadores demócratas, que controlan la cámara con una mayoría de 58 contra 41 escaños, están convencidos de que podrán alcanzar los 60 votos que necesitan para cerrar el debate hoy. Si la propuesta se aprueba, el paquete tendría que ser ratificado el martes por una votación en el Senado.

Similitudes y diferencias

El plan del Senado y el de la Cámara de Representantes (de US$819.000 millones) tienen aproximadamente el mismo tamaño e incluyen recortes de impuestos similares dirigidos tanto a individuos como empresas, como las propuestas para ayudar a compañías a que reciban deducciones sobre los impuestos que pagaron en años anteriores. Los planes también contemplan grandes incrementos en el gasto fiscal, en los beneficios de desempleo, asistencia alimentaria para los más pobres e inversiones en proyectos de infraestructura, como construcción de puentes y carreteras, entre otras cosas.

Sin embargo, los paquetes del Senado y la Cámara difieren y en ciertas áreas tienen prioridades distintas. Por ejemplo, la propuesta del Senado otorgaría US$40.000 millones menos a los estados para impulsar su inversión en programas como seguros médicos para los pobres y eliminaría US$16.000 millones de un programa de la Cámara para renovar y reconstruir escuelas.

A su vez, el Senado aboga por dos costosas pero populares deducciones tributarias que no están incluidas en el paquete de la Cámara. Unos US$11.500 millones en el plan del Senado estimularían la venta de autos al permitirles a los compradores deducir impuestos locales por la compra y sobre los intereses de los préstamos. Otra medida de US$35.500 millones crearía un crédito fiscal equivalente al 10% sobre la compra de una vivienda, hasta un máximo de US$15.000.

El presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, Max Baucus, dijo que la decisión de dar marcha atrás en algunos recortes tributarios era el reflejo del esfuerzo por "equilibrar todo esto". Representantes de la Casa Blanca se negaron a considerar estos recortes como una derrota para el presidente. Un funcionario de la Casa Blanca tildó el compromiso como un "repliegue estratégico" para conseguir que la propuesta entre en la fase de negociaciones entre el Senado y la Cámara de Representantes.

Las diferencias entre ambos planes deberán quedar resueltas en una conferencia entre representantes del Senado y la Cámara. Las preparaciones para este proceso ya han comenzado. Las votaciones finales sobre el paquete final podrían producirse a fines de esta semana.

Lawrence Summers, asesor económico de la Casa Blanca, sugirió que es necesario un paquete de compromiso que pueda ponerse en marcha con rapidez y exhortó a los legisladores a que no se concentren en "las pequeñas diferencias".

"Creemos que hay buenos elementos en el proyecto del Senado y hay buenos elementos en el de la Cámara", dijo en un programa de televisión. Además, apuntó que el "noventa por ciento del contenido de ambas propuestas" coincide en esencia. Pero conciliar las diferencias restantes no será tarea fácil.

El presidente Barack Obama hizo referencia a las débiles cifras de empleo para criticar duramente la falta de acción del Senado. "Estas cifras exigen acción", dijo el presidente. "Es inexcusable e irresponsable que nos veamos sumidos en la distracción, los retrasos y la politiquería, mientras millones de estadounidenses se están quedando sin trabajo".

Fuente:WSJ

¿Funcionarán los paquetes fiscales?

David Tuesta (*)

Día a día las noticias van confirmando un escenario global más complicado, y ya casi no existe país que se salve de ello. Latinoamérica quizá es quien mejor la viene librando, pero la crisis nos tocará con fuerza sin ninguna duda. Dada esta situación, el mundo ha venido "echando mano" de la política monetaria de forma agresiva en busca de proveer liquidez. Luego, ante la inminencia del impacto sobre el sector real, las ayudas fiscales han empezado a tomar protagonismo, y es claro que esta última está siendo llamada a convertirse en el "motor" que contribuya a evitar un mayor colapso y restaurar la confianza. Pero ¿será capaz la política fiscal de lograr tremenda hazaña?

El éxito de que las ayudas fiscales tengan impacto, al margen de su magnitud, dependerá finalmente de qué tan convencidos estemos del rol del multiplicador fiscal, que se puede ver de forma simple como el impacto que debiera tener un incremento del gasto o reducción de los impuestos (como porcentaje del PBI) sobre el crecimiento. La literatura relevante sobre el tema muestra resultados de todo tipo, desde aquellos que dan cuenta de efectos negativos hasta aquellos que más que duplican el efecto de la política fiscal. La variedad de los resultados descansa no solo en la metodología utilizada, sino también en factores tales como: la composición de la política fiscal entre impuestos y gastos, la focalización de las medidas, el nivel de desarrollo del país, la rapidez con que se implementan las decisiones fiscales, el grado de desarrollo institucional de los países, y, finalmente, si es que hablamos de efectos de corto o largo plazo.

Así, por ejemplo, una aproximación simplista, pero válida señalaría que una política de gasto directa del Gobierno es más efectiva que una de impuestos, sobre todo en un escenario de incertidumbre donde los agentes decidirían no gastar el mayor ingreso disponible que les daría la reducción impositiva. Otros, más apegados a los "clásicos", indicarán que el efecto será nulo, salvo que el programa se concentre en reducir aquellos impuestos que estén generando distorsiones. Algunos añadirían también que se requiere que la ayuda esté bien focalizada hacia aquellos con mayor propensión a consumir (los menos ricos). El rol que juegan las instituciones también se muestra clave, sobre todo si los programas de gastos e inversión pública no son lo suficientemente transparentes y los indicios de corrupción son elevados.

Una investigación de finales de diciembre del Fondo Monetario Internacional intenta rescatar algún consenso respecto de las medidas que podrían tener mayores probabilidades de éxito, si cabe el término. Por ejemplo, se destaca concentrar esfuerzos en la inversión pública; transferencias focalizadas a sectores de bajos ingresos; reducciones temporales en impuestos al consumo donde la vigencia de la medida quede sujeta, por ejemplo, a alcanzar un determinado nivel de crecimiento del producto; reducciones en los tramos de Impuesto a la Renta; así como, reducciones temporales en las contribuciones a los seguros de desempleo.

Claramente, lo que no se recomienda, dada la falta de transparencia y efectividad, son las siguientes medidas: incremento de salarios en el sector público; subsidios a industrias específicas; reducciones en las tasas de impuestos empresariales; depreciaciones aceleradas; reducciones en los impuestos a las ganancias de capital o a la reparticipación de dividendos; amnistías tributarias; medidas arancelarias; entre otras.

Lo que sí hay que tener muy claro es que la política fiscal no es la que va a sacar a la economía global finalmente de la crisis. El mundo requiere hacer inevitablemente una "purga" completa de todas aquellas ineficiencias acumuladas con el fin de retomar finalmente la confianza de los agentes, quienes son finalmente los que mueven la oferta y la demanda. Esto implicará, al final, una reforma del sistema financiero que tiene que rescatar las bondades que permitió que el mundo tuviera una de las etapas más duraderas de alto crecimiento, pero tratando de minimizar todo aquello que lo desvirtuó. La tarea es titánica y sobre ello intentaremos hablar en una próxima entrega.

(*): Economista jefe de Tendencias Globales, BBVA-Madrid.

Fuente: Gestión