La clasificación de la deuda japonesa en divisas extranjeras ha perdido el triple A al caer un nivel en la lista publicada por Moody Servicios para Inversores, y ubicarse en el nivel Aa2, junto al índice de deuda en yenes.
Esta nueva clasificación refleja que el riesgo crediticio tanto en yenes como en divisas extranjeras es igual en ambos casos. La decisión fue tomada después de considerar que sería más factible para Japón pagar su deuda en yenes y no en moneda extranjera.
Esta calificación unificada refleja la solidez de Japón y muestra que la persepctiva de su deuda se mantiene estable. Sin embargo, el criterio Aa2 refleja los riesgos por el alto nivel de endeudamiento del país, que lo coloca en una situación fiscal vulnerable "ante posibles sacudidas o desequilibrios que podrían causar un marcado aumento en los tipos de interés", señala la empresa calificadora Moody.
La deuda en divisas de Japón se encontraba en el nivel "triple A", desde junio de 2008, después de las expectativas de que el Gobierno japonés mantendría un control en su gasto público. Desde entonces ha gastado 263 mil millones de dólares (195 mil millones de euros) para embatir una de las peores recesiones que ha sufrido Japón después de la segunda guerra mundial.
Este gasto por parte del Gobierno ha sumergido al país en una deuda que, según datos de la OCDE representará el doble del tamaño de la economía japonesa del próximo año.