por Daniel Badía
El Gobierno apela al inversor para financiar el déficit público y, como consecuencia, el peso de la deuda sobre el PIB alcanza ya máximos desde el nacimiento del euro.
El Tesoro Público ya no acudirá más al mercado mayorista para captar financiación en el primer trimestre, por lo que, pese a que faltan tres días para que finalice marzo ya se puede hacer un balance de las elevadas necesidades de financiación que está despertando la recesión en la que está inmersa el país.
El Estado ha emitido letras, títulos de renta fija con un vencimiento máximo de un año, bonos, a un plazo máximo de cinco años, y obligaciones, a más de cinco años, por importe de 60.052,28 millones de euros en los tres primeros meses del ejercicio.
Es el mayor volumen en un primer trimestre del año desde al menos 1988, cuando el Banco de España inició la serie histórica. En relación al PIB trimestral estimado, el peso de la deuda emitida desde enero a marzo alcanza ya el 21,48%, el más elevado desde el nacimiento del euro y cinco veces superior al de hace sólo dos años. El año en el que más deuda se ha emitido en la historia, en 1997, se colocaron 23.484,31 millones en el primer trimestre, 37.600,9 millones en el segundo, 33.131,35 millones en el tercero y 29.949,65 millones en el cuarto.
La salud de la economía española está pasando factura a las cuentas públicas. En los dos primeros meses del año, los ingresos de la administración cayeron un 9,4%, según datos publicados el martes en el Congreso por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, quien indicó que la ejecución presupuestaria de los dos primeros meses del año es «muy poco significativa», ya que los gastos del Estado se concentran en los últimos meses del año.
De ahí se explica que el porcentaje de la deuda sobre el PIB en el primer trimestre sea tan bajo en cada uno de los años «porque parece que el Estado concentra sus necesidades de financiación conforme se va acercando el final del año», indica José Carlos Díez, de Intermoney. En 2008, por ejemplo, en el primer trimestre del año el peso de la deuda era del 7,79% en los tres primeros meses, pero en el total del ejercicio alcanzó el 39,8%. Las previsiones apuntan a un peso total este año del 46,9%.
Por otro lado, la economía española entró oficialmente en recesión en el último trimestre de 2008 y las previsiones de Funcas para los tres primeros meses del año indican una caída intertrimestral del 0,6%. Además, los planes de estímulo, entre los que se encuentra el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) que inició su andadura en noviembre del año pasado, también han disparado las necesidades de financiación.
El elevado volumen que está colocando España en el mercado, junto con el resto de los Gobiernos de la eurozona, cuyas economías también atraviesan por una delicada situación, provoca un repunte de los costes de financiación. Alemania anunció el pasado miércoles que en el segundo trimestre lanzará al mercado deuda por 96.000 millones.
Si se atiende al diferencial medio de rentabilidad entre España y Alemania, a siete años (la vida media de la deuda del Estado es actualmente de 6,84 años), el sobrecoste anual que asumirá por los bonos emitidos en el primer trimestre del año asciende a unos 321,63 millones. El año pasado, éste fue de unos 28,25 millones.
Costes de financiación
No obstante, el diferencial con Alemania ha ido estrechándose en las últimas semanas. Desde el máximo que alcanzó el 17 de febrero en 128,04 puntos básicos, pocos días después de que Standard & Poor’s (S&P) sacara a España de la selecta lista de países con la máxima calificación AAA, ha caído hasta los 96,5 puntos básicos de ayer. Es decir, el Tesoro España paga casi un punto porcentual más que Alemania por financiarse.
Por ahora, la demanda no ha mostrado mucho síntomas de debilidad. Sólo en las emisiones de letras a doce meses del 17 de febrero, en la que la ratio de cobertura (relación entre la demanda y la oferta) fue la menor desde al menos la entrada del euro, el Tesoro se vio obligado a colocar menos importe del objetivo que tenía previsto.
Pero, gobiernos europeos han empezado a lanzar señales. El Tesoro británico no pudo colocar el lo que deseaba en una emisión a 40 años el pasado miércoles, mientras que a Alemania le sucedió con una operación a diez años el 7 de enero.