Por Damian Paletta
WASHINGTON—El secretario del Departamento del Tesoro, Timothy Geithner, exhortó ayer a los legisladores estadounidenses a promulgar una amplia reforma a la regulación de los mercados financieros, poniendo en marcha un proceso que probablemente culmine en un control mucho más firme por parte del Estado.
Es probable que pasen meses antes de que la propuesta, que no fue acompañada de muchos detalles, sea aprobada en el Congreso. La iniciativa generó preguntas por parte de algunos legisladores que sostuvieron que el gobierno buscaba concentrar demasiado poder, y también motivó la oposición de algunos inversionistas, especialmente en el sector de los fondos de cobertura.
Geithner presentó su plan como una forma de restaurar la confianza de los mercados y restringir a las empresas cuya dimensión o complejidad pueda amenazar al sistema financiero. El plan repartiría el poder entre el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (Fed), la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). "Creo que es una falla trágica del país que llegáramos a esta crisis sin nada que remotamente se parezca a una autoridad amplia para hacer frente a crisis financieras en forma efectiva y proteger a la economía...".
El gobierno del presidente Barack Obama busca cambios en cuatro áreas: limitar los riesgos que podrían amenazar a la economía, fortalecer las protecciones para inversionistas y consumidores, cerrar las brechas en la supervisión regulatoria y coordinar cualquier acción de manera global.
En su testimonio ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, Geithner se concentró en las medidas para contener los riesgos sistémicos. Eso incluye la creación de una agencia "independiente" para monitorear a las instituciones más importantes o las cadenas de pagos cuya falla podría tener un efecto desestabilizador sobre la economía. Este tipo de control abarcaría a los fondos de cobertura y las firmas de capital privado y capital de riesgo de cierta magnitud, a las cuales se les exigiría que se inscriban en la SEC.
"La mayoría de los gestores saben desde hace tiempo que la inscripción se avecinaba", afirma David Nelson, de DC Nelson Asset Management, un pequeño fondo de cobertura que ya está registrado en la SEC. Los exámenes y los trámites necesarios son costosos, especialmente para las firmas más pequeñas sin mucho personal administrativo, "pero esta es la realidad, e ir en su contra es inútil", opina Nelson.
El plan también busca imponer más restricciones sobre las operaciones de los fondos de inversión que invierten en los mercados monetarios y controles más estrictos sobre el mercado de derivados que no se transan en bolsa, abogando por el uso de una cámara de compensación centralizada.
"Se terminaron los días de la regulación 'suave'", afirmó el representante demócrata Barney Frank, presidente del Comité de Servicios Financieros.
Múltiples aristas
El gobierno de Obama espera reemplazar o reformar las reglas en casi todos los rincones de los mercados financieros, desde las hipotecas hasta el sistema financiero en las sombras que opera principalmente fuera del control de las autoridades.
Sin mucho revuelo, Geithner ha ganado aliados clave, incluyendo al presidente de la Fed, Ben Bernanke, y Frank, en su intento por aprobar los complejos cambios. Es probable que el presidente del Comité de Banca del Senado, el demócrata Christopher Dodd, haga avanzar el proceso a través del Senado de forma mucho más lenta.
La mayoría de los gestores de los fondos de cobertura, inversionistas, abogados y lobbistas afirmaron que la industria se está preparando para las nuevas reglas. Más que combatirlas, planean limitar las estipulaciones que consideran demasiado invasivas, como la idea de hacer públicos los registros de corretaje.
En apenas dos meses, Geithner ha propuesto una asombrosa cantidad de iniciativas cuyo objetivo es ampliar el acceso al crédito, estabilizar los bancos más débiles y apuntalar el mercado inmobiliario. La reforma regulatoria propuesta ayer es igual de ambiciosa.
Sus dos anuncios de esta semana —sobre la regulación financiera y la compra de los activos tóxicos que ahogan a los bancos— fueron diseñados en parte para allanar el camino hacia la cumbre del Grupo de los 20 que se realizará el 2 de abril en Londres. EE.UU. discrepa de la postura de países como Francia y Alemania, que buscan que los fondos de cobertura sean regulados de forma aún más estricta.
Algunos críticos no atacaron la propuesta, sino en el momento elegido para anunciarla, dado que la crisis financiera aún no ha amainado. "Los conceptos básicos de la reforma regulatoria me parecen sólidos", afirmó Frederic Mishkin, ex gobernador de la Reserva Federal que ahora es profesor de bancos e instituciones financieras en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia. "Me preocupa, sin embargo, que lo que necesitamos hacer de inmediato es apagar el incendio, y ahora estamos discutiendo sobre rediseñar el sistema de combate de incendios".
Fuente: WSJ