El Banco Central Europeo (BCE) ha puesto toda la carne en el asador para poner a disposición de la banca la liquidez necesaria en plena crisis financiera. No obstante, las arcas de la institución también se han visto beneficiadas por esta batería de medidas.
El BCE inició el 15 de octubre del año pasado lo que comunmente se conoce como barra libre de liquidez. Es decir, decidió otorgar desde esa fecha todo el dinero que pidiera la banca en las subastas rutinarias que realiza, a cambio de un tipo fijo que coincide con el tipo de interés oficial, actualmente en el 1%.
Desde el nacimiento de la institución, las inyecciones se realizaban a tipo variable y la cantidad estaba limitada según las necesidades que detectara. Como consecuencia, se disparó la demanda de las entidades y, por ende, también engrosó los beneficios del banco emisor.
Durante este periodo, el BCE ha ganado 15.184,7 millones de euros con el dinero prestado a la banca en las subastas, según cálculos de EXPANSIÓN a partir de datos del BCE sobre las operaciones. Dentro de este volumen se incluyen unas ganancias de 3.992,7 millones, resultantes de las inyecciones de liquidez a corto plazo, en las que el BCE otorga créditos a un periodo máximo de una semana (operaciones principales de financiación); otros 11.192,63 millones procedentes de las subastas a un plazo de uno, tres y seis meses, y a un año; y 26,59 millones de una operación de ajuste a 16 días realizada el 23 de diciembre del año pasado y que, según la definición del BCE, “se ejecutan de forma ad hoc para gestionar la situación de liquidez del mercado y controlar los tipos de interés y suavizar los efectos que en dichos tipos causan las fluctuaciones inesperadas de liquidez en el mercado”.
Dentro del paquete de medidas para aliviar las tensiones, el BCE realizó por primera vez en su historia una inyección a un año el pasado 24 de junio, que también fue récord por su cuantía. Prestó 442.240 millones, lo que le reportó unos jugosos beneficios de 4.495,10 millones.
Durante la crisis, el BCE no sólo ha inyectado dinero en euros, también lo ha hecho en otras divisas, como dólares o francos suizos, mediante un contrato temporal de intercambio de divisas (swap) con la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central de Suiza. Sin embargo, de estas operaciones el BCE no saca beneficio, porque el tipo que le aplica a la banca por obtener los fondos coincide con el que le cobra la Fed y el Banco de Suiza por obtener los dólares o los francos.
Por otro lado, el BCE realiza operaciones de drenaje de liquidez a un día cuando detecta un excedente de dinero en el sistema, con lo que evita distorsiones en el tipo interbancario (al que se prestan los bancos a ese plazo). A cambio, el banco central paga a la banca por captar esa liquidez. Desde el 15 de octubre, ha realizado diez operaciones a un tipo medio de entre el 0,64% y el 3,51%, en las que ha pagado un total de 51 millones.
Facilidad de depósito
Como consecuencia de la crisis, los bancos dejaron de prestarse dinero entre sí por la desconfianza existente. Parte del dinero que captaban en las subastas del BCE y que no necesitaban, lo empezaron a colocar en la facilidad de depósito que la institución pone a disposición de las entidades. Se trata de una cuenta remunerada que, actualmente, paga un tipo del 0,25% a la banca por dejar su excedente de liquidez a un día. El BCE ha tenido que desembolsar 1.277,37 millones por esta facilidad de depósito desde el 15 de octubre.
La banca todavía mantenía ayer 145.042 millones en esta hucha, cuando antes de la quiebra de Lehman de septiembre de 2008 su uso era casi testimonial, de lo que se deduce que todavía las entidades no están traslando las facilidades que le pone el BCE a la economía real. Aunque, por otro lado, desde hace unas semanas se aprecia una caída de la demanda en las subastas (ver gráfico).
La Reserva Federal también obtiene beneficios
La Reserva Federal de EEUU también ha obtenido beneficios de algunas de las medidas que han aplicado para ayudar al sistema financiero. Según indicó Financial Times el pasado lunes, la Fed ha ganado 19.000 millones de dólares (unos 13.500 millones de euros), gracias a los intereses de los préstamos que ha facilitado a la banca durante estos dos años de crisis.
El Banco Central Europeo se ha embolsado casi 15.200 millones con las subastas de liquidez, aunque en un periodo más corto, desde el 15 de octubre del año pasado. Si la Fed hubiese invertido ese dinero que ha prestado en letras a tres meses, habría ganado 5.000 millones.
Fuente: Expansión