Tras conocer el PIB del segundo trimestre el interés se centra totalmente en el tercero. La segunda estimación revisó a la baja la contribución de inventarios sin la cual el PIB habría registrado un crecimiento positivo. Los ratios de inventarios sobre embarques de bienes duraderos de julio ya dan señal de normalización por lo que la contribución de inventarios en el tercer trimestre será fuertemente positiva y llevará el PIB a crecimientos por encima del 3% trim.a.
Los ISM centrarán la atención de los mercados esta semana, especialmente el manufacturero que esperamos se aproxime a 50, la frontera de la actividad, por lo que “el espectáculo debe continuar”. Las bolsas tienen margen para seguir subiendo y los diferenciales de crédito y la volatilidad cayendo. Las ayudas a la compra de automóviles volverán a impulsar las ventas pero el dato más determinante de la semana lo conoceremos el viernes con la publicación del empleo no agrícola.
En el gráfico se puede observar cómo el empleo se ha dado la vuelta y las anteriores recesiones nos indican que la recuperación es proporcional a la caída por lo que esperamos que la destrucción de empleo siga minorando con fuerza. En meses anteriores la construcción y la industria eran los que mantenían la intensidad de la destrucción de empleo pero las mejoras perspectivas industriales, el inicio del Plan de infraestructuras de la administración Obama y la reactivación de la demanda de viviendas acabarán con la destrucción de empleo en los próximos meses en ambos sectores.
Pero el indicador determinante no es el empleo sino las horas trabajadas. EEUU tiene un mercado de trabajo muy flexible y la reacción de las empresas es reducir la jornada a sus trabajadores y el componente variable del salario y en último término optan por el despido. Luego en la recuperación, primero aumentan la jornada de nuevo a sus trabajadores y luego se piensan volver a contratar por lo que el empleo suele ser un indicador retrasado en la recuperación.
En julio el dato más esperanzador fue el de horas trabajadas que se mantuvo estable tras un año y medio de caídas consecutivas que ha acabado con el mayor ajuste desde la W de principio de los ochenta. Por lo tanto, aunque tardaremos un tiempo en conocer el dictamen del NBER es altamente probable que la recesión acabara en julio como confirmó el índice de indicadores de la Fed de Chicago. Además los salarios seguirán con crecimientos moderados, por lo que, otra semana más en la que los datos macro seguirán insuflando ánimos a los mercados y matizando sus temores inflacionistas de julio.Fuente: Expansión