El FMI ha pronosticado que la recuperación económica tras la crisis actual será más débil que en recesiones anteriores, al tiempo que alertó de que la salida de capitales de los países emergentes puede ser "prolongada". Además, advierte que la recesión será "excepcionalmente larga y profunda", comparada con otras anteriores, lo que dificultará la rapidez en la mejora de la actividad.
Según refleja el informe difundido por el organismo internacional, "normalmente las recesiones duran un año y dan lugar a un repunte robusto de por lo menos cinco años, pero en esta ocasión el mundo no tendrá esa suerte.
La institución que dirige Dominique Strauss-Khan advierte que la situación actual es "rara" porque combina una crisis financiera con una desaceleración económica a nivel mundial, en lugar de estar restringida a ciertos países. Esta situación provocará que la actual recesión sea "excepcionalmente larga y profunda".
El FMI apunta que gran parte de las economías de los países avanzados se encuentran en estos momentos en plena contracción, encabezadas por la primera del mundo, la estadounidense.
Recuperación débil para el año que viene
En cuanto a la previsión de cuando comenzará la economía de nuevo a repuntar, el organismo estima que el crecimiento regresará el próximo año, pero alerta de que será una mejora "lento".
Para ayudar a la recuperación, el organismo internacional ha recomendado acciones "enérgicas", asegurando que la bajada de intereses efectuada por los principales bancos centrales mundiales es "importante", pero ha destacado que será más útil de cara a la recuperación que los gobiernos apuesten por la expansión fiscal.
No obstante, el FMI apunta como objetivo prioritario "la importancia fundamental de restablecer la confianza en el sector financiero para que las políticas macroeconómicas sean eficaces y la recuperación se consolide".
Los problemas con las entidades financieras en las economías avanzadas han supuesto una perdida de confianza en el sistema bancario y han provocado que la crisis se transmita con celeridad a las economías emergentes.
Asimismi, el Fondo ha advertido también de que la caída del flujo de capital extranjero hacia los países en desarrollo probablemente será un fenómeno largo, "dados los problemas de solvencia" de los bancos de las economías avanzadas que financian el crédito en las naciones emergentes.
En este sentido, la región más vulnerable es Europa Oriental, donde dominan las entidades financieras de los países del lado occidental del continente, según el Fondo.