El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido el guión al recortar los tipos en un cuarto de punto, hasta el 1%, el nivel más bajo de sus diez años de historia. Aunque no ha querido comprometerse a que éste sea el punto más bajo de los tipos, Trichet ha asegurado que el 1% es el nivel apropiado en estos momentos, lo que deja entrever que la institución tiene poco interés en seguir reduciendo el precio del dinero.
En la rueda de prensa de las 14:30 horas, el presidente de la institución, Jean Claude Trichet, ha asegurado que "no han decidido si éste es el nivel más bajo de los tipos", pero ha señalado que el actual -1%- es el "apropiado", teniendo en cuenta "los últimos datos y análisis".
Es la primera vez en meses que Trichet no dice explícitamente que "el actual no es el suelo al que van a llegar los tipos" y también la primera vez en meses que dice que el precio del dinero actual es el "apropiado".
A ello se une que el BCE asegura que ha detectado signos de mejora económica. "Los últimos datos económicos muestran indicios de un intento de estabilización a niveles muy bajos, después de que el primer trimestre del año haya sido mucho peor de lo esperado", asegura la institución en el comunicado.
Jürgen Michels, economista de Análisis y Mercados de Citi, asegura en una nota a sus clientes que "el BCE ha entrado en una etapa de esperar y ver", y que "los tipos probablemente se mantendrán en este nivel durante un periodo largo de tiempo".
No obstante, como buen banquero central, el presidente del BCE ha dejado la puerta abierta a nuevas bajadas si la situación empeora más de lo esperado.
El banquero francés ha anunciado también dos medidas anti-crisis excepcionales -alargar plazo de inyecciones y comprar cédulas hipotecarias, que son títulos de deuda respaldados por paquetes de hipotecas y por la entidad bancaria que los emite-.
Con ello, el BCE ha decidido dar un paso más allá en su política de combatir la crisis. La primera medida, extender los plazos de las inyecciones, es una simple prolongación de lo que ya se estaba haciendo. El objetivo es dar más calmar al sector bancario, alargando el plazo en el que las entidades pueden confiar en conseguir liquidez.
La segunda medida, la compra de cédulas hipotecarias por un valor cercano a los 60.000 millones de euros, permitirá reducir el riesgo de este tipo de activos. Si todo sale bien, los inversores recobrarán también el apetito por las cédulas, y los bancos, que son quienes los venden, tendrán menos temor a conceder hipotecas.
Aunque Trichet se ha negado a catalogar estas medidas como "expansión cuantitativa", al igual que han venido haciendo la Fed y el Banco de Inglaterra, sí ha reconocido que son medidas execpcionales. Las ha catalogado como "credit easing". Es decir, "facilitadoras del crédito".
Los mercados mantienen sus subidas tras esta decisión. El Ibex afianza sus avances y se coloca en la zona de máximos intradía, con una subida del 2,27%, hasta los 9.438 puntos. En el mercado de divisas esta bajada de tipos acelera las subidas de la moneda comunitaria, que se coloca en los 1,34 dólares por euro y en los 1,12 euros por libra esterlina.
El organismo comunitario continúa con la politica de rebajar el precio del dinero con el fin de aliviar las tensiones económicas, pero situándolos un par de peldaños por encima de otros bancos centrales. La nueva bajada del 0,25% ha dejado, una vez más, los tipos de interés en el nivel más bajo de sus diez años de historia, el 1%.
Decisión esperada El organismo que preside Jean-Claude Trichet lo tenía fácil, pues hace un mes efectuó un recorte de 25 puntos básicos, hasta el 1,25%, pese a que todo apuntaba a que acometería un recorte de, al menos, 50 puntos.
Estas rebajas del precio del dinero, de las que hoy se ha desvinculado el Banco de Inglaterra, al mantener tipos en el 1%, pero eso sí, aumentar la compra de deuda pública, son la respuesta a una economía que podría contraerse un 4% este año, según datos anunciados el martes por la Comisión Europea (CE).
Fuente: Expansión