Por Sudeep Reddy
La producción económica de Estados Unidos se precipitó en el primer trimestre luego que las empresas realizaran fuertes recortes, generando la peor contracción semestral del país en 51 años.
La caída anualizada de 6,1% en el Producto Interno Bruto se produjo en momentos en que el sector de construcción de viviendas siguió deteriorándose, la inversión empresarial en edificios y equipos se derrumbó, y las firmas redujeron sus inventarios al mayor ritmo desde comienzos de la década.
A diferencia de muchos países, EE.UU. reporta los resultados de su PIB anualizado y no una variación con respecto al mismo trimestre del año anterior. El PIB de EE.UU. cayó 2,6% con respecto al primer trimestre de 2008.
La profunda caída alimentó las esperanzas de que la economía, luego de una severa purga, podría estar mejor posicionada para volver a crecer en el segundo semestre del año. Vaciar los estantes de las tiendas y depósitos, por ejemplo, les permite a los fabricantes eventualmente incrementar la producción, un paso fundamental en una recuperación.
"Cuando la confianza de las empresas y de los consumidores comienza a recuperarse, creemos que estamos avanzando hacia una estabilización de la economía", afirma Joseph Brusuelas de Moody's Economy.com. "Prevemos que más adelante este año lleguemos a un punto en el que las firmas se sentirán mucho más cómodas... para asumir riesgos y reconstruir sus inventarios con cautela".
La pronunciada contracción en el primer trimestre se originó en un severo repliegue por parte de las empresas que intentaban alinear su producción con un sector de los consumidores fuertemente golpeado por la recesión más prolongada desde la Gran Depresión y la contracción semestral más profunda desde 1958. Casi la mitad de la caída del PIB se debió a una reducción pronunciada en los inventarios de las empresas. Aunque se prevé que los ajustes de inventario continuarán a una escala menor durante el trimestre actual, la revisión más reciente debería dejar a la economía en una mejor posición para estabilizarse en el tercer trimestre.
El desempeño sombrío llegó tras una caída de 6,3% en el PIB en el cuarto trimestre de 2008, una contracción encabezada por los consumidores debido a que el crédito se congeló en los meses posteriores al shock financiero de septiembre.
El gasto de los consumidores, que representa alrededor del 70% de la actividad económica de EE.UU., ha repuntado desde entonces. Aumentó 2,2% en el primer trimestre, lo que dio esperanzas moderadas de que la reticencia de los consumidores a comprar productos costosos podría estar desvaneciéndose.
"Las buenas noticias... son que la fase más severa de la recesión ya pasó", afirmó Brian Bethune, un economista de la firma de pronósticos IHS Global Insight.
Los economistas prevén que la economía detenga su contracción para el tercer trimestre, y se estabilice en la segunda mitad del año. Pero es probable que sólo registre un crecimiento magro antes de 2010. Los empleadores no han dejado de eliminar puestos a un ritmo rápido, y los analistas proyectan que las pérdidas severas de empleos continúen por lo menos hasta mediados de año.
En momentos en que el mercado laboral está sumido en la confusión, se prevé que el gasto de los consumidores se mantenga restringido durante la mayor parte del año. Los estadounidenses están ahorrando más, tras importantes caídas en el patrimonio de los hogares debido a la agitación en los mercados inmobiliario y bursátil.
Sin embargo, el paquete de estímulo del gobierno de EE.UU. está impulsando los ingresos modestamente, y para el cuarto trimestre espera que haya dado un apoyo clave para otros sectores de la economía. El gasto del gobierno, por ejemplo, cayó 3,9% en el primer trimestre debido a recortes a nivel federal, en particular en el volátil sector de defensa.
Más allá del ajuste de inventario, las empresas también redujeron sus gastos en nuevos edificios y equipos. La inversión empresarial se hundió 38% durante el trimestre, a medida que las empresas retrasaron los desembolsos para ahorrar efectivo y capear la recesión.
La inversión residencial en los primeros tres meses del año también cayó 38%, pero parece que la construcción de viviendas habría dejado de caer a fines del trimestre. Eso podría colocar al sector en la senda para contribuir al crecimiento económico este año, luego de haber sido un escollo en los últimos años.
Mientras las exportaciones se desplomaron 30% en el primer trimestre, una caída aún más pronunciada del 34% en las importaciones hizo posible que el comercio contribuyera a la economía en los primeros meses del año.
Fuente: WSJ