No hay nada como una subida bursátil del 20% para poner a los alcistas heridos de nuevo sobre sus pies. Les deseamos buena suerte. La persistencia de las últimas caídas de las bolsas estadounidenses ha asustado incluso a los inversores más duros.
Con el incremento del optimismo, sin embargo, vuelven las mismas falacias sobre valoración. No importa si el mercado ha caído más o menos de un 50% desde sus picos -el riesgo de que los inversores sufran reveses sigue siendo real.
¿Dónde hay que mirar? Primero, hay que ignorar los métodos de valoración que comparan el ratio precio beneficio (PER) actual con su histórico. La mayoría de las veces, el periodo de tiempo que se compara es demasiado corto, y el problema de los estudios a largo plazo es que el cambio de estándares de contabilidad hacen que se comparen peras con manzanas. El enfoque menos malo es intentar devolver la consistencia a los datos, ajustándo cíclicamente las cifras de beneficios. Smither & Co,una firma de análisis, usa ese ratio y concluye que, como mucho, el S&P 500 está en una valoración justa.
El segundo sinsentido es excitarse cuando la rentabilidad por dividendo supera la rentabilidad de los bonos. No solamente es técnicamente erróneo comparar los pay outs de las compañías -que tienen un riesgo de no ser abonados y suben con la inflación-, con los bonos gubernamentales (que son fijos y sin riesgo), sino que muchos estudios han mostrado que este método -conocido en ocasiones como "el modelo Fed"-, tiene escasas capacidades predictivas.
Esto no quiere decir que hay que tirar el análisis por la ventana. Los fundamentales importan, igual que también puede importar coger un gráfico de un valor a largo plazo y dibujar la línea de tendencia. La tasa global de crecimiento de beneficios puede ser también una buena aproximación. Pero, de nuevo, sugiere que la valoración actual es correcta.
Y aún así, los mercados podrían volver a desplomarse. Vale la pena recordar que, desde 1923, la bolsa toca fondo cuatro meses antes de que la economía real empiece a recuperarse. ¿Hay alguien dispuesto a apostar que estamos en ese punto ahora mismo?
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