2009/10/22

El euro superó el US$1,50 pero el dólar podría estabilizarse

Por Neil Shah

El miércoles, el dólar cruzó el umbral de los US$1,50 frente al euro por primera vez en 14 meses (aunque cerró por debajo) a medida que cobraba impulso una ola de ventas de la moneda verde.

La presión sobre la divisa aumentó en las negociaciones europeas y se extendió a Estados Unidos, a medida que los bancos centrales de Nueva Zelanda y Reino Unido indicaron que están listos para endurecer sus políticas monetarias o acabar con los programas de estímulo. Esto vino a sumarse a las señales de que algunas economías están empezando a recuperarse, lo que aumenta el atractivo de sus monedas y reduce el rol del dólar como moneda refugio.

"Los retornos sobre activos en dólares, independientemente de lo buenos que hayan sido, no son lo suficientemente atractivos en relación a los retornos que se pueden obtener fuera de EE.UU.", dijo Steven Englander, estratega principal de moneda estadounidense en Barclays Capital, en Nueva York.

Los encargados de diseñar políticas en la Unión Europea, entre ellos el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet y la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, trataron en días recientes de presionar al euro a la baja y el dólar al alza, pero los mercados en su mayoría ignoraron su mensaje. Un euro fuerte hace que las exportaciones de la zona euro sean menos competitivas y puede hacer que los bienes importados de EE.UU. sean más baratos.

[tasa]

Pero el euro escaló el miércoles respecto a su US$1,4929 del martes, para alcanzar US$1,5057 contra el dólar, su nivel más alto desde agosto de 2008. El Índice Dólar, una canasta del precio dólar contra seis divisas, cayó a su nivel más bajo desde agosto de 2008, de 75,540 el martes a 75,172 el miércoles. La libra esterlina alcanzó el tope mensual de US$1,6636 durante la jornada. "Un euro por encima de US$1,50 es algo que la zona euro realmente no necesita ahora, dada la fragilidad de su recuperación", opina Howard Archer, economista principal para Europa y Reino Unido en IHS Global Insight, en Londres.

Los analistas empiezan a pensar que a medida que la economía global se estabiliza, los corredores de divisas empezarán a concentrarse más en aspectos fundamentales de la economía, como el crecimiento y las tasas de interés de corto plazo. Ese cambio de tendencia, que está ahora en su fase inicial, podría darle al dólar un impulso y restarle brillo al euro y otras monedas que superan a la divisa de EE.UU.

Desde que la crisis financiera se profundizó hace un año, los mercados de divisas siguieron más de cerca la información procedente de los fluctuantes mercados bursátiles que cualquier otra cosa. Cuando las acciones caían, los inversionistas acudían a la seguridad de los bonos del gobierno estadounidense, lo que impulsó el valor del dólar.

A medida que los mercados comenzaron a estabilizarse, y luego a escalar, los operadores intercambiaron bonos del Departamento del Tesoro de EE.UU. y dólares por activos más arriesgados, lo que le quitó valor al dólar e impulsó al euro, el yen y las monedas de muchos otros países.

Pero la cuerda que liga los mercados de divisas y de acciones, aunque todavía fuerte, empieza a deshilacharse.

"Realmente estamos viendo una ruptura de la correlación con las acciones", dice Ken Dickson, inversionista de divisas en Standard Life Investments en Edimburgo, Escocia. "La política monetaria se está convirtiendo en un factor de mayor importancia".

Al analizar las políticas monetarias, tiene sentido que los operadores favorezcan al euro en estos momentos. La Reserva Federal de EE.UU. ha reducido las tasas de interés a entre cero y 0,25% para impulsar a la economía estadounidense, mientras el Banco Central Europeo ha recortado su tasa de interés de referencia a sólo 1%, con lo que impulsa los retornos relativos sobre las inversiones denominadas en euros.

Además, el euro se está beneficiando de la fijación en el dólar de ciertos bancos centrales, especialmente en el de China. Para evitar que sus monedas se fortalezcan contra el dólar, estos bancos compran dólares en grandes cantidades y luego diversifican comprando otras divisas, sobre todo euros. Pero esta tendencia, aunque importante, se considera un apoyo persistente, no nuevo, al euro. Lo que sí podría traer cambios, señalan los analistas, son más pruebas de que la economía de EE.UU. empieza a demostrar más fortaleza relativa que las economías europeas.

"Datos económicos positivos de EE.UU. resultarían en más alzas del dólar en vez de declives", asegura Marc Chandler, analista de Brown Brothers Harriman.

Fuente: WSJ