Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, ha comenzado con optimismo su discurso en la conferencia anual de Jackson Hole. Sin olvidar palabras de cautela y moderación -"todavía hay incertidumbre", "el crédito a familias y empresas todavía está atascado"...-, Bernanke ha hecho hincapié en la botella medio llena y ha asegurado que "las perspectivas económicas en EEUU y en el mundo a corto plazo son buenas". Los mercados bursátiles han recibido estas palabras con un significativo optimismo.
Primero Bernanke dio las buenas noticias y afirmó que "tras contraerse bruscamente durante el último año, la actividad económica parece estabilizarse, tanto en EEUU como en el extranjero, y las perspectivas para un retorno del crecimiento a corto plazo parecen buenas".
Y luego dio el mensaje de cautela, al asegurar que "la recuperación económica va a ser relativamente lenta al principio" y que "el desempleo descenderá de forma gradual desde niveles elevados".
Sobre la salud de los mercados financieros -cuya extrema fragilidad han sido la principal causa de la crisis económica posterior-, también se ha mostrado contenidamente positivo: "Las acciones implementadas en los últimos meses han ayudado a estabilizar a un determinado número de mercados financieros, tanto en EEUU como en el extranjero. Los mercados de financiación a corto plazo están funcionando de forma más normal, las emisiones de bonos corporativos han sido fuertes y la actividad en algunos mercados antes moribundos, como las titulizaciones, ha repuntado. Las bolsas se han recuperado parcialmente y los tipos hipotecarios en EEUU han caído significativamente desde el otoño pasado. Y algo crítico, el miedo a un colapso financiero ha retrocedido sustancialmente".
En este sentido, Bernanke destacó la importancia de la respuesta coordinada internacional "sin precedentes" que se realizó en octubre de 2008, cuando los principales bancos centrales del mundo industrializado bajaron tipos y adoptaron medidas para dotar de liquidez a un mercado financiero al borde del colapso".
Pero como banquero central que es, Bernanke puso un contrapeso a sus afirmaciones y se cubrió las espaldas por si los brotes verdes que crecen actualmente no son tales. El presidente de la Fed matizó que "permanecen retos críticos por superar" y que los mercados financieros siguen restringidos debido a la crisis originada hace dos años". Para ello, resaltó que el flujo de crédito a hogares y empresas no está todavía normalizado.
En cuanto a la necesidad de reformar el sistema financiero, Bernanke apuntó que la actual crisis subraya la necesidad de afrontar "de forma urgente" las debilidades estructurales del sistema, en especial el modo en el que los Gobierno fijan las reglas y las supervisan.
Fuente: Expansión