Los impagos se han dado un respiro tras su ascenso imparable desde que se iniciase la crisis, gracias al efecto de las refinanciaciones. Se sitúa en el mismo nivel que en 1996.
La morosidad de la banca cayó en junio por primera vez desde que se iniciase la crisis hace dos años, hasta el 4,49%, gracias al buen comportamiento de los impagos en las cajas de ahorros. La mora de estas entidades ha descendido hasta el 5,01% en junio, en lo que es su segunda caída este año tras el descenso de marzo. Pese a todo, sus impagos se han multiplicado por seis desde el inicio de las turbulencias financieras.
Esta mejora mensual ha conseguido arrastrar a la baja a los impagos de todo el sector bancario, cuya mora se sitúa en niveles similares a los alcanzados en 1996. En el caso de los bancos, su tasa ha seguido creciendo, aunque apenas unas centésimas, hasta el 4,02%, lo que supone más de cinco veces los impagos registrados al inicio de la crisis en el verano de 2007.
No obstante, es prematuro tomar este dato como un síntoma de recuperación de la economía. Los expertos señalan que detrás de estas buenas noticias están la gran cantidad de refinanciaciones y canjes de deuda por activos inmobiliarios que ha realizado la banca en los últimos meses y que reducen el volumen de créditos dudosos. Estas operaciones alcanzan los 40.000 millones de euros en todo el sistema durante el último año y medio.
Si el tono de la economía española no mejora a medio plazo, las refinanciaciones se convertirán de nuevo en activos morosos. Las previsiones de los expertos y de la patronal de las cajas de ahorros dan por hecho que los impagos bancarios superarán la barrera del 7% en 2010 e incluso podrían llegar al 8%. Tras una primera ola de morosidad que vino de la mano de la crisis del sector inmobiliario y del incremento de las cuotas hipotecarias por el alza de los tipos de interés, ahora toca sufrir la que llega con el desempleo.
Si la recesión se prologa, los efectos podrían ser aún peores, debido al impacto de la crisis en las pymes, lo que estiraría el incremento de la tasa de impagos. Los expertos advierten que esta tercera oleada retroalimenta a su vez a la segunda, ligada al paro.
La bajada de los tipos de interés (al 1% en la zona euro) mitiga el efecto de la carga hipotecaria de las familias en la morosidad, aunque el aumento del número de desempleados (en el 18% del total la población activa) es el factor primordial para su evolución futura.
Bancos y cajas partían de niveles similares de morosidad al inicio de la crisis, muy por debajo del resto de países de la Unión Europea y en mínimos históricos. La ratio de las cajas se ha deteriorado de forma más rápida en los últimos dos años debido a su exposición del sector inmobiliario y ya es hoy un punto porcentual más alta que la de los bancos. En junio las tornas parecen haber cambiado y ahora son los bancos los que ven que su tasa se sigue deteriorando mientras que la de las cajas mejora. Es, no obstante, muy arriesgado ver en los datos de un solo mes un cambio claro de tendencia.
Cambio de tendencia
La patronal de las cajas ya pronosticó un posible cambio de tendencia de la mora a principios de año. En su opinión, con la llegada de la crisis a la economía real, los impagos aumentarán más en los bancos, debido a que su exposición es mayor en empresas y a mercados exteriores. El fuerte crecimiento hasta ahora de su ratio deriva de su mayor exposición al sector inmobiliario y de contar con los créditos al consumo (con una mora históricamente más alta) dentro de sus balances, al contrario que los bancos.
Con todo, el Banco de España calcula que el sistema bancario tiene la capacidad suficiente para aguantar avances de la morosidad similares a los de la crisis de los noventa (según un test de estrés realizado en la cartera inmobiliaria). Ante el de la morosidad, el supervisor ha recomendado control de costes y, en algunos casos, fusiones.
Fuente: Expansión