Dow Jones Newswires
PRAGA (EFE Dow Jones)--España se opone frontalmente al establecimiento de un supervisor financiero único para toda la Unión Europea, aunque sí está a favor de armonizar las normas regulatorias y de poner en marcha un nuevo órgano para vigilar la estabilidad del sistema financiero, que emitiría alertas en caso de riesgo.
El ministro de Economía español y vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, resumió así la posición española en el debate sobre el futuro del modelo de supervisión comunitario mantenido por los ministros de Finanzas de la Unión Europea, reunidos el sábado por la tarde en sesión informal en Praga.
Los Veintisiete discutieron por primera vez las propuestas del grupo de expertos liderado por el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Jacques de Larosière para avanzar hacia un sistema de supervisión más integrado.
Los expertos plantean, además del dispositivo de vigilancia de riesgos sistémicos, apoyado en la estructura del Banco Central Europeo, la creación de tres nuevas autoridades europeas para la supervisión del sector bancario, asegurador y bursátil.
El vicepresidente español valoró el enfoque del informe De Larosière, que calificó de "muy pragmático". Solbes dejó claro, sin embargo, que en ningún caso debe interpretarse como un paso intermedio hacia la creación de un sistema unificado de supervisión en Europa.
España apoya la creación de las tres nuevas autoridades, con poder efectivo para hacer cumplir sus decisiones, pero insiste en que los supervisores nacionales deben conservar el grueso de sus competencias.