Por Sudeep Reddy y Timothy Aeppel
La actividad manufacturera alrededor del mundo se disparó en octubre, lo que constituye una señal de la recuperación del crecimiento económico a nivel global.
En Estados Unidos, el índice manufacturero del Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) subió 3,1 puntos a 55,7, el tercer mes consecutivo de crecimiento y el nivel más alto desde abril de 2006. Una lectura por encima de 50 indica una expansión. Un repunte en el índice de empleo del ISM señala que los fabricantes buscaban volver a contratar personal o reclutar trabajadores temporales por primera vez en 15 meses, lo que ofrece más esperanzas de que el mercado laboral en general podría estar estabilizándose.
Una expansión del sector manufacturero al ritmo registrado en octubre correspondería a un aumento anualizado de 4,5% en el crecimiento económico en general, aunque ejecutivos y muchos analistas prevén una recuperación más modesta.
Sondeos a gerentes de compras alrededor del mundo indican que la mayoría de las principales economías. En la zona euro, el sector fabril se expandió por primera vez desde mayo de 2008 y Francia registró su mayor incremento en nueve años. La actividad manufacturera en Gran Bretaña tuvo su crecimiento más robusto en dos años. La de Australia registró su tercer alza consecutiva, mientras que la de China se expandió por octavo mes consecutivo y al ritmo más veloz en 18 meses.
Cummins, un fabricante de motores diésel de Indiana, EE.UU., espera un repunte en las exportaciones en los próximos meses, a medida que un dólar débil se combina con el crecimiento económico en otras partes del mundo para estimular la demanda de sus productos, incluyendo sistemas de combustibles y filtros usados en motores de muchos caballos de fuerza para la minería.
"Creo que veremos un repunte (en las exportaciones), pero no al nivel que tuvimos antes. Será relativamente moderado", dijo Tom Linebarger, director general de Cummins. La empresa espera exportar unos US$2.000 millones en productos este año, frente a los US$3.500 millones exportados en la cúspide del auge hace dos años.
Tim Solso, el presidente ejecutivo de la compañía, dice que Cummins está viendo una mayor demanda en Brasil, India y China. Sin embargo, al igual que muchas empresas industriales estadounidenses, Cummins ha pasado la última década construyendo fábricas en esos países. Eso significa que en general se puede satisfacer la mayor demanda en esos mercados sin aumentar las exportaciones de EE.UU.
De todos modos, la sostenibilidad de la recuperación sigue siendo una preocupación clave. Las empresas desaceleraron su producción durante gran parte del año a medida que reducían sus inventarios, así que el reciente repunte era esperado tras los niveles deprimidos. Los consumidores y las empresas siguen sacudidos por la crisis financiera y mantienen una postura cautelosa ante el gasto y la inversión.
"Las cosas están creciendo", recalcó Norbert Ore, presidente del sondeo manufacturero del ISM. "No estoy seguro de que continuarán creciendo a ese ritmo. Podríamos verlas caer un poco debido a una falta de confianza del consumidor y del sector empresarial".
El alza del empleo en EE.UU. fue atribuida a la recontratación de algunos trabajadores, así como a trabajos temporales, lo que señala el final de los recortes más profundos. Un aumento en el índice de empleo del ISM en general concuerda con los datos oficiales del gobierno, lo que indica que el informe laboral de octubre, que será divulgado el viernes, podría ser mejor de lo esperado. Pero incluso los mejores posibles escenarios aún podrían incluir recortes de trabajos por parte de los empleadores.
Las cifras globales sugieren un resurgimiento de la confianza entre los fabricantes tras el profundo declive en la actividad como consecuencia de la crisis financiera a finales del año pasado. La estabilización de los mercados de crédito está respaldando los flujos de capital, lo que provoca una mayor actividad exportadora en todo el mundo.
"Fue un bajón sorprendentemente sincronizado, y es un repunte sorprendentemente sincronizado", afirma Paul Ashworth, un economista de Capital Economics, una firma de investigación con sede en Londres. "Cuando ves que vuelve la confianza y los mercados comienzan a abrirse otra vez, se abren en todas partes".
—Ira Iosebashvili y Enda Curran contribuyeron a este artículo.
Fuente: WSJ