Por Yuka Hayashi
TOKIO— La economía japonesa está mostrando signos de estabilización, aunque los economistas son cautos acerca de la reanudación de un crecimiento duradero.
Las abruptas caídas en las exportaciones y la producción manufacturera empiezan a moderarse, lo que ha generado esperanza de que la economía experimentará una mejoría en el segundo trimestre. Las proyecciones, no obstante, apuntan a una débil demanda interna e internacional a largo plazo.
El abrupto enfriamiento de la demanda global por automóviles y aparatos electrónicos provocó una drástica caída en las exportaciones japonesas y sumergió al país en su peor recesión desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Las últimas cifras, sin embargo, sugieren que los fabricantes dejaron atrás la peor fase de ajuste de inventarios.
Hasta hace poco, las empresas japonesas se habían concentrado en reducir la producción y las exportaciones a medida que se acumulaban los inventarios. Gracias a esos esfuerzos, se ha eliminado una buena parte del exceso. "Eso significa que, en los próximos meses, las empresas ajustarán al alza sus niveles de producción y exportación", dijo Richard Jerram, economista de Macquarie Group en Tokio. "De modo que observaremos mejoras bastante drásticas en el corto plazo".
El último indicador que sugiere el acercamiento de un repunte son las cifras de comercio de marzo, divulgadas el miércoles. El valor de las exportaciones se derrumbó 45,6% respecto al mismo mes del año anterior y Japón registró en el año fiscal cerrado en marzo su primer déficit comercial en 28 años.
Pero no todo es sombrío. Las exportaciones de marzo subieron 2,2% frente a febrero, el primer aumento mensual en los últimos 10 meses.
Después de declinar durante cinco meses consecutivos, se espera que el índice de producción del sector manufacturero aumente en marzo y abril, según datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. Asimismo, la relación envíos-inventario de los aparatos y componentes electrónicos, un indicador del desempeño futuro de la industria manufacturera, ha estado repuntando desde diciembre.
"Si esta tendencia persiste, hay una buena probabilidad de que el PIB de Japón será positivo en el trimestre de abril a junio", señaló Kyohei Morita, economista de Barclays Capital en Tokio. Morita advierte, en todo caso, que los datos del primer trimestre serán "horrendos" debido al brusco deterioro de la balanza comercial. El economista calcula que el PIB real descendió a una tasa anualizada de 20% en el primer trimestre, comparado con una contracción de 12,1% en el cuarto trimestre.
A pesar de las señales de un repunte de las exportaciones y las manufacturas, la debilidad del consumo interno hace que los economistas sean cautos acerca del potencial de crecimiento a largo plazo. El auge de los últimos años fue propulsado principalmente por las exportaciones y el gasto de capital de los exportadores. El consumo interno no se ha desplomado en medio de la crisis actual, pero los economistas proyectan un deterioro paulatino en los próximos 12 meses. Las empresas han despedido a cientos de trabajadores temporales y podrían verse obligadas a eliminar a empleados permanentes. "La tasa de crecimiento de Japón será baja hasta que el sector manufacturero termine de deshacerse del exceso de capacidad y de trabajadores", indicó Ryutaro Kono, economista de BNP Paribas en Tokio.
Fuente: WSJ