Por Yuka Hayashi
TOKIO – Lo peor parece haber pasado para la economía japonesa.
Un rápido enfriamiento en la demanda global por autos y electrónicos desde mediados del año pasado ha reducido dramáticamente las exportaciones de Japón, enviando al país a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embrago, indicadores recientes muestran que las profundas caídas en las exportaciones y producción manufacturera parecen estar cediendo, aumentando la esperanza de que la economía comience a recuperarse, posiblemente en el trimestre entre abril y junio.
Estos repuntes, dicen los economistas, indican que el sector manufacturero ha salido de la peor fase de los ajustes de inventarios, incluso a medida que la demanda continúa debilitándose en todo el mundo. Hasta hace poco, los productores japoneses se habían concentrado en recortar producción y exportaciones a medida que se acumulaban sus inventarios, reflejando la evaporación de la demanda. Gracias a tales esfuerzos, buena parte del exceso de inventario ya se ha eliminado.
"Lo que significa es que, a lo largo de los próximos meses, las compañías ajustarán sus niveles de producción y exportaciones al alza", dice Richard Jerram, economista de Macquarie Group en Tokio. "Así que vamos a ver grandes mejoras a corto plazo".
El indicador más reciente que sugiere tal recuperación se conoció el miércoles, cuando el gobierno presentó las cifras de comercio para marzo. A simple vista, los números se ven tan horribles como lo han estado en los últimos meses, con el valor de las exportaciones cayendo 45,6% frente al año anterior. Además, como las exportaciones cayeron más que las importaciones, Japón registró su primer déficit comercial anual en 28 años para el año fiscal terminado en marzo, una noticia tremendamente negativa para un país que ha dependido del comercio exterior para su crecimiento desde principios de siglo.
Sin embargo, cuando se compara con los de febrero, las exportaciones subieron 2,2% en marzo, marcando el primer incremento de mes a mes en 10 meses. Los envíos a Estados Unidos se redujeron 51% en marzo frente al año anterior, menos que la caída de 58% de febrero. Las exportaciones a China cayeron 31,5%, comparado a la caída de 39,7% de febrero, cifras que indican un alivio de estos problemas.
Otros indicadores recientes también han mostrado la posibilidad de mejoras. Después de caer por cinco meses seguidos hasta febrero, se cree que el índice de producción del sector manufacturero subirá en marzo y abril, según cifras del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. Además, la proporción de ventas sobre inventario pata los aparatos y componentes electrónicos, que a menudo se ve como un indicador temprano de la industria, ha mejorado desde que tocó fondo en diciembre.
"Si esta tendencia continúa, hay una buena posibilidad de que el crecimiento del PIB de Japón pase a terreno positivo en el trimestre de abril a junio", dice Kyohei Morita, economista de Barclays Capital en Tokio. Advirtió, sin embargo, que la cifra de enero a marzo, que será presentada el 16 de mayo, será "horrenda", debido al profundo deterioro del balance comercial durante el trimestre. Él cree que el PIB real puede haberse contraído a una tasa anualizada de hasta 20%, frente a una contracción de 12,1% en el trimestre de octubre a diciembre, el cual ya es el peor desde la Segunda Guerra Mundial.
El efecto del estímulo fiscal del gobierno también está iluminando los prospectos de la economía japonesa. El plan de estímulo fiscal más reciente presentado por el Primer Ministro Taro Aso a principios de este mes tiene un costo de US$157.000 millones, el más grande de la historia del país. A través del gasto en obras públicas y las medidas para proteger empleos, el paquete podría agregar cerca de medio punto porcentual a la tasa de crecimiento de Japón, dicen los economistas. Jerram recientemente revisó su predicción del PIB para el año fiscal actual, que terminará en marzo de 2010, al alza a -3,6%, frente a -4% antes.
Fuente: WSJ