A pesar de la crisis, los grandes de la banca española siguen presentando cuentas con pingües beneficios, aunque inferiores a los de hace un año. Los seis bancos cotizados y las tres principales cajas ganaron 17.059 millones, un 11,6% menos que en el mismo periodo del año anterior (ver gráfico).
La clave del descenso del beneficio está en el incremento de las pérdidas por deterioro de activos, que han aumentado un 77%, superando los 16.700 millones.
En promedio, estas entidades han dedicado un 48,4% de su resultado operativo (el margen de explotación antes de dotaciones o margen neto) a cubrir las provisiones para insolvencias, tanto de créditos como de otros tipos de activos (como la depreciación de los inmuebles o de las carteras de participadas).
Esto significa que, al menos en teoría, estas entidades tendrían capacidad para multiplicar por dos las provisiones sin entrar en números rojos. Aunque no se puede obviar que su capacidad de absorción ha disminuido de forma importante con respecto a septiembre de 2008, cuando esta ratio estaba en el 31% (es decir que había margen para multiplicar por tres las dotaciones).
Parte de las provisiones que se han incluido en este cómputo son prudenciales o voluntarias: las entidades las han realizado para blindarse ante el futuro, en previsión de que la mora seguirá subiendo durante, al menos, la mitad del próximo año y que, por el propio calendario de provisiones, la necesidad de dotaciones se mantendrá elevada.
Bancaja, por ejemplo, que hasta septiembre dedicó un 77% de su resultado operativo a provisiones, recuerda que ha dotado de forma extraordinaria y voluntaria 470 millones de un total de 900. También Popular, que con un 72% de ratio de absorción se sitúa por encima de la media, incluye más de 360 millones de provisiones cautelares. La Caixa, BBVA o Santander han destinado a provisiones voluntarias todas las plusvalías que han obtenido en el año.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que el efecto de las dotaciones en las cuentas ha sido mitigado por la liberación de provisión genérica, la que se ha acumulado en la época de bonanza por el crecimiento del crédito. Los grandes de la banca calculan que este colchón les cubrirá al menos durante 2010.
Dudas sobre el capital
Uno de los aspectos en los que se centra ahora el mercado para valorar a las entidades es el capital. En el caso de las entidades analizadas, su core capital (capital y reservas sobre activos ponderados por riesgo) ha crecido en promedio 60 puntos básicos en el último año, gracias a la generación orgánica y a las operaciones de ampliación de capital o emisión de convertibles realizadas (en el caso de los bancos).
Aún así, el mercado continúa escéptico con las ratio de solvencia de la banca española. Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros, afirma que en los próximos trimestres "el tema del capital seguirá latente en el mercado" porque la perspectiva es que los beneficios sean planos, lo que reduce la capacidad de generación orgánica. Los dos grandes, Santander y BBVA, se ven presionados por el aumento de la solvencia en el extranjero, donde algunos bancos tienen core capital de dos dígitos, aunque con inyecciones de dinero público.
A su vez, los bancos domésticos tienen el problema de estar excesivamente concentrados en España. En la misma línea, Ignacio Cantos, de Atlas Capital, afirma que no se puede descartar que en los próximos trimestres se produzcan nuevas ampliaciones de capital, sobre todo entre los medianos, si la situación de la economía española no mejora.
Más positivo es Pablo García, jefe de análisis de Oddo Securities, que considera que los bancos españoles están suficientemente capitalizados con respecto al riesgo que conlleva su negocio. Aún así, matiza que si finalmente los requerimientos internacionales de capital se elevan, en línea con lo que ha anunciado el Comité de Basilea, las entidades españolas tendrán que cumplir. Este analista, sin embargo, explica que hay que diferenciar entre bancos y cajas porque estas últimas "sí necesitan incrementar su solvencia".
Mejora generalizada de la eficiencia gracias al control de costes
Un aspecto común a las cuentas de todas las entidades ha sido el riguroso control de costes. Ante la perspectiva de que los ingresos se reduzcan, bancos y cajas se están centrando en recortar sus gastos para mejorar su eficiencia (la ratio que mide cuánto gasta una entidad por cada cien euros que ingresa y que es mejor cuanto más baja). En las entidades examinadas (ver gráfico) este indicador ha mejorado de promedio 2,9 puntos porcentuales desde septiembre de 2008, hasta situarse en el 38,5%.
Fuente: Expansión