Casi dos meses, 40 sesiones, han tenido que pasar para que el cambio diario del euribor a doce meses registrara una subida. El rebote de hoy, hasta el 1,345%, se produce además en el día previo a la reunión del BCE, y en previsión de un primer paso atrás en las políticas anticrisis de otros bancos centrales europeos.
El cambio diario del indicador de referencia para las hipotecas había llegado a reducir a la mínima expresión, 0,001 puntos porcentuales, sus caídas en las últimas semanas, y el diferencial sobre los tipos de interés de referencia en la eurozona se había estrechado hasta los 0,334 puntos.
La primera subida después de 40 jornadas ininterrumpidas de recortes en el euribor a doce meses se ha producido hoy, en vísperas de la reunión del BCE, aunque el repunte ha sido también mínimo, desde el 1,344% hasta el 1,345%.
En estas 40 bajadas consecutivas el indicador ha pasado del 1,68% al 1,34%, renovando los mínimos históricos intradía y los mínimos mensuales, establecidos en el 1,412% en julio. En lo que va de agosto la media mensual se sitúa por debajo de este nivel, en el 1,345%.
Los analistas habían advertido que esta racha estaba cerca de agotar el potencial de nuevos descensos en el euribor, descartados nuevos recortes de los tipos de interés. Mañana, salvo sorpresas mayúsculas, el Banco Central Europeo confirmará que deja los tipos en el 1%.
El mercado no espera demasiadas novedades de la reunión de mañana del BCE. Más expectación ha generado en las últimas horas la reunión, también programada para mañana, del Banco de Inglaterra. Podría dar por finalizado su programa de compra de deuda, al apreciar signos de recuperación económica, y después de haber invertido 125.000 millones de libras.
La decisión del Banco de Inglaterra daría forma a las estrategias de salida en las políticas monetarias de los principales bancos centrales, y sería uno de los primeros pasos atrás en sus medidas extraordinarias anticrisis.
Los expertos no prevén aún cambios al alza en los tipos de interés en las principales economías. Para el caso de la eurozona, además, prorrogan este plazo a finales del próximo ejercicio. El ajuste en las medidas excepcionales adoptadas para hacer frente a la crisis, en cambio, sí que aparece más cercano.