Por Michael R. Crittenden
Washington—El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, probablemente recibirá el respaldo del Senado para permanecer al frente del banco central de ese país durante un segundo mandato. Aun así, sus audiencias de confirmación también ofrecerán un foro para que los legisladores expresen su descontento con el gobierno por su manejo de la crisis financiera.
Un debate particularmente fuerte podría afectar a otra prioridad del gobierno: el asegurar una mayor participación de la Fed en la regulación de los mercados financieros.
Varios demócratas de alto rango en el Senado dieron un fuerte apoyo a la decisión del presidente Barack Obama de volver a nominar a Bernanke. Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, dijo que espera que Bernanke sea confirmado y describió su experiencia y liderazgo como "cruciales en un momento en que el país sufría esta crisis financiera".
El senador republicano Bob Corker, miembro del Comité de Banca del Senado, que votará por la nominación de Bernanke, señaló que el titular de la Fed "se ha ganado el derecho a ver cómo acaba esto".
Si la historia es una guía, Bernanke no enfrentaría una fuerte oposición en el Senado, que típicamente ha respetado las elecciones de banqueros centrales de la Casa Blanca. El predecesor de Bernanke, Alan Greenspan, recibió un amplio respaldo de ambos partidos en repetidas ocasiones durante su gestión de 18 años.
Una amenaza, sin embargo, es el papel central que tuvo la Fed en la respuesta del gobierno a la crisis financiera del año pasado. Bernanke se ha convertido en un blanco de críticas sobre las intervenciones del gobierno federal. El banco central ha sido criticado por la izquierda por apuntalar a la industria bancaria y haber fracasado como regulador hipotecario y por la derecha por sobrepasar sus límites y alimentar la inflación.
"Trágicamente, como el resto del gobierno de Bush, se durmió al volante durante este período y no hizo nada para llevar a nuestro sistema financiero hacia terrenos más seguros", dijo el senador independiente Bernie Sanders, que normalmente vota igual que los demócratas.
Fuente: WSJ