A diferencia de lo que sucediera con S&P, la economía española está a salvo, por el momento, de perder la máxima calificación crediticia por parte de Moody's. La agencia, además de mantener la triple A, mantiene su perspectiva de ráting en 'estable', por lo que no prevé cambios a corto plazo. El informe incluye no obstante varias advertencias, como la de que "el Gobierno necesita una estrategia de salida creíble de su actual política fiscal".
Después de que en enero Standard & Poor's retirara a España la máxima calificación crediticia, y de que en febrero Moody's avisara sobre la vulnerabilidad de su ráting, esta última agencia mitiga un tanto la presión.
Moody's mantiene sin cambios el ráting de triple A, y deja la perspectiva en 'estable'. Explica que los temores que le llevaron en febrero a considerar vulnerable este ráting se han visto "mitigados" a largo plazo, si bien a corto y medio plazo las perspectivas permanecen muy complicadas.
La firma estadounidense también pasa un tanto por alto el corto y medio plazo al señalar que el "severo" impacto sufrido en el modelo económico español no será permanente. En este sentido, incluso, añade, sin mencionar referencias concretas, que "está tomando forma un modelo creíble para situar de nuevo bajo control el elevado déficit presupuestario".
También recurre a la credibilidad, en este caso en un tono más exigente, a la hora de advertir que "el Gobierno necesita una estrategia de salida creíble de su política fiscal" si se quieren mantener los parámetros de deuda exigibles con la máxima calificación crediticia.
A favor de la economía española ha jugado, en opinión de Moody's, la "posición relativamente saludable" de sus bancos, gracias a su "reducida exposición a los activos tóxicos" y a un modelo de supevisión bancaria que ha ayudado a "prevenir riesgos" fuera de balance.
Más difícil ha sido evitar los efectos derivados de la crisis en la construcción. Moody's ve "improbable" que este sector recupera la "prominencia" en la economía española previa al estallido de la crisis.
El crecimiento en industrias como las de servicios de infraestructuras y energías renovables podrían robar parte del protagonismo que tenía hasta ahora la construcción. Esta situación, a su vez, ayudaría a impedir "el colapso" de la economía, si bien no podría evitar que "el crecimiento económico español será inferior en el próximo ciclo".
En medio del actual escenario de recesión, "la perspectiva para el déficit en su conjunto dependerá principalmente de la combinación de las expectativas de crecimiento a medio plazo, la evolución de los tipos de interés y las acciones explícitas adoptadas por las autoridades".
La agencia de calificación concluye prácticamente su informe con la advertencia de que vigilará "estrechamente" la evolución de la economía y de las finanzas públicas, y actuará en consecuencia en el ráting si no se cumplen las actuales perspectivas.