Por Carolyn Cui
Los precios de las materias primas repuntaron en el segundo trimestre, propulsados por la recuperación de la economía global y los temores inflacionarios.
Las señales de moderación del declive económico surgieron primero en los países en desarrollo y luego se expandieron a Estados Unidos, provocando optimismo sobre una rápida salida de la recesión e impulsado un robusto repunte de la mayoría de los commodities.
El alza en los precios de los combustibles y los alimentos, a su vez, desataron temores inflacionarios que llevaron a que los inversionistas se abalanzaran sobre las materias primas como una forma de protección, transformando a los commodities en una de las mejores inversiones del año.
Los precios del crudo subieron 41 % en tres meses, para alcanzar US$69,89 el barril, casi el doble del nivel de inicios de 2009 de US$33,98 el barril. El cobre ascendió 23% en el trimestre y acumula un alza de 62% en lo que va del año. El Índice de Commodities Dow Jones-UBS cerró el segundo trimestre con una subida de 12% y ha recuperado todas las pérdidas registradas desde noviembre del año pasado.
De todos modos, los precios de muchas materias primas están en la mitad del nivel que disfrutaban hace 12 meses y persiste la incertidumbre acerca de cuándo comenzará el repunte global y cuánta fuerza tendrá. El alza perdió fuerza en la última parte del segundo trimestre en medio de las preocupaciones de que los precios habían subido más de la cuenta.
El debilitamiento que caracterizó a las últimas jornadas del trimestre reflejó "un mayor grado de incertidumbre" sobre la recuperación de la economía, señaló Andrew Karsh, cogestor de portafolio del fondo Credit Suisse Total Commodity Return Strategy. En junio, las cifras económicas eran contradictorias, la demanda de muchas materias primas era débil y había dudas de que una ola de compras de China fuera sostenible.
El segundo trimestre estuvo muy influenciado por China. A mediados de junio, el Banco Mundial elevó su proyección de crecimiento para este año en ese país de 6,5% a 7,2%, aludiendo a una "política fiscal y monetaria muy expansiva". Las políticas de estímulo económico del gobierno chino y el aumento en los préstamos de los bancos repercutieron en los mercados globales de commodities.
Los precios del petróleo, por ejemplo, fueron impulsados por el récord en las ventas de autos en el gigante asiático, que crecieron 55% en mayo, según la Asociación China de Autos de Pasajeros. Además, China redobló sus esfuerzos para acaparar materias primas, lo que produjo un salto en las importaciones de soya, petróleo y cobre.
Otras economías emergentes también contribuyeron al alza de los commodities. La demanda de petróleo se dispone a aumentar en India y Arabia Saudita, predijo la Agencia Internacional de Energía, a pesar de un declive de 3% del consumo global.
Los optimistas resaltan que las materias primas están en medio de un alza de largo plazo producto de las presiones inflacionarias y la reanudación de la actividad económica que se avecina. "Estamos hablando más de una pausa que de un cambio de dirección", señala Kevin Norrish, director de estudios de commodities de Barclays Capital. "Una vez que aparezcan señales consistentes de que la economía global fuera de China empieza a repuntar, probablemente habrá un crecimiento mayor y sostenido de las materias primas", señaló.
El oro, la protección típica contra la inflación, no subió tanto como otras materias primas tal vez porque a fines de 2008 no había bajado tanto. Avanzó 0,5% a US$927,10 la onza troy, bastante cerca de su máximo de US$1.003,20 la onza alcanzado en marzo de 2008.
Fuente: WSJ